Avance Battlefield 1 ,PC,PS4

Las balas pasan a mi alrededor. Una explosión en la distancia. Gritos, alarmas. Nuestro puesto de control está en peligro. Corro hacia la base, el arma en alto, listo para matar a quien quiera que esté al doblar la esquina. Vacío el cargador, otra víctima. Cien puntos. Empiezo a correr entre silbidos, metralla y caos. Se reinicia el ciclo. Ahora, pregunta: ¿De qué Battlefield estoy hablando? Hace unos días, en la Gamescom, tuve la oportunidad de posar mis zarpas en la nueva entrega, Battlefield 1, y todo bien, pero la única forma que logro imaginar para dejar claro de qué juego estaba hablando es que uno de los tipos a los que disparé con un francotirador iba montado en un caballo como si se creyese Napoleón.

 

También es posible que la partida fuese muy corta, pero pensándolo bien aquellas sensaciones indican ligeros cambios en el juego. Para empezar, la acción se pasó volando porque no podía dar más de dos pasos sin encontrarme con algún inspirado creyéndose mejor que yo. Quizá sea cosa del mapa, pero recuerdo correr y correr sin oír más que tiros y explosiones en la distancia durante mis partidas en las anteriores entregas. Ni siquiera los Bad Company tenían semejante ritmo, pero esto, más que una batalla a gran escala, parecía una escaramuza. Battlefield 1 parece tomar el relevo de Hardline a la hora de plasmar sus escenarios, en este caso, un lugar desértico, aquél que tan apropiadamente aparece en el nuevo tráiler del juego. Un campo de batalla lejos de todas partes. Pero aún así, familiar. Una de las grandes discusiones que se iniciaron con el anuncio de este juego giraba en torno a su época. Que si la Primera Guerra Mundial fue gravísima, que si no se puede convertir la Gran Guerra en un videojuego, pero eso llevamos haciéndolo desde hace ya un tiempo. De hecho ahí está Verdún, obra de nicho pero acertada, y su acercamiento refleja precisamente mi problema: no es cuestión de gamificar aquél conflicto, que hay por ahí restaurantes glorificando a la mafia y series animadas sobre piratas, sino de aprovechar el lugar y la época para hacer algo nuevo. Y no estoy tan seguro de que Battlefield 1 lo esté haciendo.

 

 

Hay una miríada de factores en juego. Es posible que una sola partida no me permitiera apreciar todos los matices que diferencian este título de Battlefield 4. No puedes cambiar mucho de una obra hasta que pierda por completo el contacto con la franquicia, y entonces surge la pregunta de por qué llamarlo Battlefield en primer lugar. Y luego está el hecho de que Verdún no es precisamente un juego diseñado para vender millones de unidades, que es lo que Electronic Arts pretende. Lo respeto. Pero no logro diferenciar los fusiles de asalto de 1916 con los de 2016. Vale que los nuevos tienen mira telescópica, pero sigue suponiendo aquella misma comodidad de apretar el gatillo y vaciar el cargador sin pensar y sin problemas.. Las ametralladoras son increíblemente imprecisas a menos que te tumbes y sirven principalmente como herramienta de apoyo, los rifles de francotirador exigen tener en cuenta la gravedad y el movimiento del objetivo… Nada nuevo bajo el sol, y aunque es cierto que las armas de fuego siempre han sido diseñadas con el propósito de máxima eficiencia y disparar es disparar aquí y en las guerras napoleónicas, se echa de menos aquella idea de estar manejando otra tecnología. Sigue habiendo un radar extremadamente preciso, sigue habiendo iconos en la interfaz indicando quién es quién y dónde está cada base.

 

Hay una nueva mecánica que indica por dónde podría ir este juego. Si se ataca cuerpo a cuerpo mientras el soldado está corriendo, se inicia una carga con la bayoneta lista para matar. Es algo muy de la época, de cargar contra la trinchera enemiga y ese combate sucio y próximo. Habla sobre un cierto interés en cambiar las reglas, intentar ofrecer algo nuevo e introducirnos en la mentalidad y las formas de una de las guerras más devastadoras de la Historia. Pero mientras estoy cargando, un francotirador me dispara o algún capullo con una automática me llena de agujeros como si fuera Sonny Corleone. En pleno campo abierto, sin trincheras ni nada. Las mismas paredes y muros rotos. Los mismos sonidos y gritos. Y desde luego, es espectacular. Jamás voy a negarlo: si en algo se puede uno fiar, es que DICE hará un videojuego espectacular. Te sientes ahí dentro, respiras el ambiente y quieres formar parte de este escenario, no como jugador de videojuegos, sino casi participante real. Una especie de roleo. Así que subes al tanque, uno que sorprendentemente se puede manejar con una sola persona, y disparas a quien ose interponerse en tu camino mientras te abres paso hacia la base enemiga. Una explosión. El tanque estalla, la pantalla se vuelve gris y la cámara de muerte se mueve hacia algún tipo que ahora mismo está corriendo hacia ninguna parte. Un francotirador le pega un tiro y cae muerto. Karma. Pero entonces aquella pregunta vuelve: ¿De qué Battlefield estoy hablando?

<< Anterior Siguiente >>