Avance Unravel ,PS4

Unravel es como Martin Sahlin, la persona que se encargó de presentarnos el juego en el pasado E3 2015 y que automáticamente hizo que nos enamoráramos de esta nueva propuesta: delicado, pasional y algo por lo que sentimos un apego instantáneo. Porque Unravel sabe jugar con nuestros sentimientos utilizando simplemente los elementos que vemos en pantalla. 

 

Nosotros manejaremos al querido y ya famoso muñeco rojo, que nos mostrará su estado de ánimo a través de su lenguaje corporal. Cuando se encuentre bien y esté activo lo notaremos visualmente y también por la sensación que nos proporcionará a través del mando, y lo mismo ocurrirá cuando pase lo contrario. La pequeña demo a la que tuvimos acceso en la pasada Gamescom no explotaba demasiado esta faceta, pero es evidente, después de ver los vídeos presentados, que Unravel va a tener mucha carga emotiva a lo largo de algunas de sus fases. 

 

 

Y ese es la mayor virtud del juego: los sentimientos que provoca y que incluso han llevado a que el juego sea esperado por una inmensa cantidad de jugadores que ni siquiera lo han probado todavía. Unravel juega con nosotros, quiere que sintamos que realmente estamos ayudando a nuestro muñeco a superar y sobrevivir a los distintos desafíos. No queremos que le pase nada y por eso nos esforzamos en conseguir llegar al final de la fase superando los distintos puzles y retos. 

 

El escenario será clave en todo momento, o al menos en los minutos en que tuve acceso al título. Observar cada uno de sus rincones, relacionar en nuestra cabeza los distintos elementos y actuar para superar el puzle será constante en el juego, que tiene más de juego de lógica que de plataformas en sí mismo. La forma de superar estos puzles será siempre utilizando nuestros hilos, que podran crear cuerdas, puentes y servir de diversas formas para poder avanzar. 

 

 

La dificultad no será demasiado elevada, pero tampoco será un paseo. Todos los puzles tienen cierta lógica, pero algunos (al menos en mi caso) requerirán que nos paremos durante unos segundos para pensar muy bien el paso que vamos a dar a continuación. Situar visualmente nuestra meta, los elementos que componen el escenario y las posibles acciones que podemos realizar para posteriormente relacionarlas y superar el desafío será constante. 

 

Otro aspecto positivo, teniendo en cuenta que pasaremos mucho tiempo observando los escenarios, será su belleza absoluta, su nivel de detalle y su estilo artístico. Unravel es sobresaliente en este sentido, utilizando el mismo motor gráfico que otros portentos de Electronic Arts. En algunas ocasiones, los escenarios parecerán totalmente fotorrealistas, lo que en cierta medida ayuda a la inmersión y también al apego que sentiremos por nuestro pequeño muñeco. Pensaremos que se enfrenta a peligros reales de los que debemos salvarle.

 

 

Como he comentado al principio, todo parece indicar que Unravel tratará de jugar con nuestros sentimientos utilizando un sistema de juego que, a pesar de resultar satisfactorio y divertido, no será ni mucho menos una revolución. Lo que sintamos jugando con él será mucho más importante que lo que nos proporcionen las mecánicas y los puzles en sí, que de momento no parece que vayan a superar lo visto en otros tantos títulos independientes de puzles y plataformas.

 

Unravel quiere que encontremos a nuestro niño interior. Ese que jugaba con sus muñecos y los cuidaba como si se tratasen del mayor tesoro que uno puede poseer durante toda su vida. Es bonito trasladar esos sentimientos a un videojuego y es todavía más hermoso conseguir trasladar esas emociones a través de una pantalla y un mando. Parece que el juego lo conseguirá en esos terrenos, que precisamente serán los aspectos que potenciará en todo momento.

 

 

La delicadeza, la pasión y el amor con el que Unravel fue presentado en el pasado E3 también son emociones plasmadas en el juego en sí. Un juego hecho con amor, que lo demuestra a cada paso, no puede más que tener nuestro visto bueno. Habrá que verlo al completo, por supuesto, pero Unravel ha sabido conquistarme antes y después de haberlo probado, a pesar de que pensándolo fríamente el juego no es para tanto.

 

¿Pero eso es lo bonito, verdad? Volver a sentirse un niño que juega y cuida a su pequeño muñeco. 

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