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Este año no descuida a ningún tipo de jugador y puede llegar a ponerlos a todos a la misma altura.
Viernes 24 de Agosto de 2012 por Víctor Junquera

La liga ya ha comenzado, y con ella empieza la guerra de las consolas por el mejor fútbol. Un campeonato en el que sólo hay dos contendientes: el antiguo número 1 y eterno aspirante, y el actual campeón que lleva varios años con el título y que no parece querer soltarlo. Porque cada año, FIFA es más, y este año vuelve a mejorar, ampliando mucho más su oferta de entretenimiento pero sin descuidar ni un ápice a sus jugadores más regulares. A día de hoy, FIFA es hardcore, es de lo más hardcore que puede haber en el panorama del videojuego, y eso se nota cuando ves jugar a los mejores, como ver un campeonato de juegos de lucha ultra-locos y piensas que no podrías igualarles ni de coña. La diferencia es que este año, con FIFA 13 podrás llegar a un gran nivel, seas experto o no.

 

Juegas el primer partido, y lo primero que llama tu atención es que esa pantalla de carga en la que practicar tiros es ahora un campo de prácticas completo, con dianas, zonas de tiro y marcadores con los que practicar de verdad. Pero eso lo veremos luego, queremos jugar. Suena el silbato y lo llamativo ahora es la agilidad del juego, mucho más acentuada que en FIFA 12. Es el juego rápido de la temporada. Habitualmente siempre hay uno que despunta sobre los anteriores, porque poco a poco, a medida que van añadiendo novedades a un motor gráfico renovado, la velocidad va disminuyendo para hacer más hincapié en el control. Aquí el control se mantiene e incluso se acentúa, pero sin sacrificar nada de la velocidad. El juego es mucho más ágil, los jugadores responden con mayor precisión, y se nota uno de los principales añadidos, el control al primer toque.

 

El maldito Messi pone el piloto automático y hace auténticas virguerías. El Oliver Atom argentino.

 

El hecho de que ahora el balón no esté pegado a los pies del jugador como si de una parte del skin se tratase, sino que tiene una física totalmente independiente tanto si está a los pies como si no, hace que los jugadores puedan reaccionar de formas más imprevisibles, que rebote en el pecho de una forma no deseada o que en lugar de esperar o reducir la marcha al tocar el balón, puedas crear jugadas tan dinámicas como nunca has visto, o que incluso se te escape el balón si la recibes en un mal momento. No nos engañemos, no se te va a escapar de los pies si vas con Messi. Aquí las estadísticas cobran una importancia vital.

 

Como también son importantes de cara a la inteligencia artificial. Los jugadores controlados por la CPU ahora no sólo van a marcar el balón y a defender sus posiciones, sino que también se mueven en consonancia a las probabilidades, el juego se adapta a tu forma de jugar, y puede que si te aprovechas muy a menudo de un hueco en el centro del campo, acaben cubriéndolo para que tengas que cambiar de estrategia, o que se adapten para impedir que ese delantero al que siempre pasas reciba el balón con tanta frecuencia. Si en FIFA 12 nos introducían el concepto de la defensa táctica, en FIFA 13 podemos llegar a hablar de una defensa inteligente de verdad, que se posiciona de formas que nunca antes habíamos visto y que nos obliga a cambiar de forma de jugar constantemente, reforzando nuestro papel de técnico y otorgándonos goles más atípicos y partidos más variados. Todo, claro, dependiendo de las estadísticas.

 

Porque ahora las estadísticas, incluyendo la edad del jugador, forman la parte más importante del modo manager, donde tenemos que tener en cuenta todo tipo de factores para atraer a un nuevo fichaje a nuestro equipo, desde su edad a su motivación, advirtiendo si será un fijo en la plantilla inicial de cada partido o si simplemente servirá para ir rotando. No servirá sólo con ganar partidos, obtener fama y dinero y fichar a espuertas, sino que habrá que tener corazonadas y un buen sentido de la dirección de un equipo.

 

La IA también cumplirá un buen papel en ataque, buscando huecos, haciendo pantalla,...

 

A priori pueden parecer pocas las novedades que aporta este FIFA en comparación con la entrega del año pasado y su renovadísimo motor de colisiones, pero aseguramos que, una vez más, un primer contacto resulta extraño a los habituales, pero tras un par de partidos, será imposible volver al anterior. Quienes no son tan habituales, realmente podrán llegar a serlo. Ese patio de juegos en el que se han convertido las pantallas de carga pueden llegarnos a ayudar más que nunca a dominar todos los entresijos del control de FIFA 13, que no son pocos. Regates, tiros, pases, voleas, vaselinas, efectos y mucho más, con un adictivo sistema de dianas y puntuaciones que pueden llegar a hacer que alguien poco habitual en la saga, o que comience este mismo año, se pueda poner a la altura de quien lleva años y años metido en FIFA, y que incluso haya transferido su nivel y sus experiencias de FIFA 12 a FIFA 13 para obtener recompensas y seguir en su escalada.

 

Las equipaciones aún no han cambiado en la beta, pero estarán todas las nuevas en la versión final.

 

Si le añadimos, como opción para quien quiera variar su experiencia, controles para Move con los que seleccionar jugadores y jugadas, o comandos de voz para Kinect con los que cambiar el juego sobre la marcha e incluso insultar al árbitro, nos da una entrega completa, que no descuida a ningún tipo de jugador y puede llegar a ponerlos a todos a la misma altura. Empieza una nueva temporada, y aún nos queda mucho por descubrir.

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