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MGSmart | Dragon Quest

MGSmart 18
Domingo 12 de Octubre de 2014 por Rafa del Río

Square Enix sigue decidida a sacarle el jugo a las obras de la segunda socia de la agrupación. Mientras diseccionan los títulos de Square en varios minitítulos con mayor o menor fortuna, no dudan en explotar sin reparos aquello que hizo grande en su día a Enix. Y nosotros tan contentos.

 

Otros que no saben contar

Tras la exitosa adaptación de Dragon Quest VIII: Journey of the Cursed King a Android e iOS vino la adaptación de Dragon Quest IV: Chapters of the Chosen. Ahora nos llega Dragon Quest I, el título que dio origen a toda una saga y que demuestra que las adaptaciones a salto de mata son una costumbre tan sana y positiva como cualquier otra. 

 

Si en Dragon Quest VIII el precio se disparaba y en Dragon Quest IV se echaba de menos un poco de variedad, Dragon Quest I bebe directamente del nostálgico retro pixelado que tanto gusta a muchos a día de hoy: Es duro, es antiguo, es pesado y ni siquiera es original, pues en vez de haber cogido la versión de NES han optado por portar el remake que se hizo para Super Nintendo... Y aún así, hay que reconocer que tiene magia. 

 

Buenos nombres

En 1986 tres jóvenes maestros, cada uno en lo suyo, se daban la mano para crear el primer título que daría nombre a la saga Dragon Quest: Yuri Horî al mando del desarrollo del juego, Koichi Sugiyama como compositor de las melodías y Akira Toriyama al cargo de las ilustraciones y el diseño de personajes. El resultado fue un gran título para MSX y NES que profundizaba en un género casi recién nacido creando un buen puñado de rutinas que se convertirían en dogmas, la necesidad de una historia y de subir niveles para triunfar y, por supuesto, Slims. Tres años después el título saldría de Japón bajo el nombre de Dragon Warrior, pero eso es otra historia. 

 

Respecto a lo que nos ocupa, lo que vamos a encontrar en Dragon Quest I es, básicamente, eso, la primera aventura original con el rápido lavado de cara que se le hizo para la versión de la máquina superior a NES, la SuperNintendo de 16 bits. La historia no es gran cosa pero se deja querer, al fin y al cabo han pasado casi treinta años desde entonces: El reino de Alefgard ha sido conquistado por el temible Dragonlord, una temible criatura oscura y poderosa que amenaza con acabar con todo. Nosotros, como protagonistas y herederos del legendario héroe Eldrick, deberemos iniciar un largo periplo en el que convertirnos en héroes, derrotar a Dragonlord, y devolver la paz perdida al reino y sus habitantes.

 

 

la jugabilidad hace honor a la historia y no va mucho más allá: exploración, enemigos, combates por turnos y mejoras, aunque con un largo 'pero' que se debe a la antigüedad de este capítulo original que dio vida a la saga. Por un lado, los combates por turnos se basan, básicamente, en la suerte y la fuerza de los personajes. Olvidaos de componentes estratégicos y la posibilidad de ganar usando las neuronas, la única forma de ganar es combatir una y otra vez hasta que logremos el nivel necesario para derrotar al enemigo de turno. Tampoco el equipamento nos ayudará demasiado a mejorar, ya que se limita a una única lista por cada nuevo pueblo que visitemos, lo que mejorará levemente el equipamento que llevábamos del pueblo anterior.

 

Todo esto da como resultado una jugabilidad monótona que se mantiene con el mismo ritmo a lo largo de toda la aventura. Hablando en plata: empezamos siendo unos mierdecillas, mejoramos, compramos equipo, los enemigos nuevos son más fuertes, volvemos a ser unos mierdecillas y vuelta empezar.

 

Adaptación a dispositivos móviles.

La adaptación a dispositivos móviles no ha sido especialmente cuidada, y a problemas serios en la captura de los 'toques' se une la presentación vertical del juego en pantalla y un sistma de movimiento basado en un joystick tocho en la parte inferior del móvil que hace pensar en un mal emulador. Para terminar de poner la puntilla, todos los textos están en un correcto y comprensible inglés 'extranjero de fuera'.

 

Resumiendo, Square Enix ha sacado del baul de los recuerdos un título en el que se nota el paso de los años, pero que a pesar de todo aún guarda un par de ases en la manga. En primer lugar su duración, que apenas alcanza las 15 horas, lo que es positivo para los que se cansan con estos juegos. En segundo lugar su precio, que a 2,69 no resulta tan disparatado como el de sus hermanos más jovenes; y en tercer lugar no deja de ser un buen titulo con el que iniciarse en estas lides a la par que un clásico de tres artistas que merece todo nuestro respeto.

 

Sin duda Square Enix podría haberse portado y haber incluído la versión de NES, lo que habría dado muchos puntos a este título para los amantes de lo retro o los nuevos new-new-age que se frotan contra el pixel art a la primera de cambio. Sin embargo esta versión no deja de ser una idea interesante, especialmente debido a su precio. Es lo mínimo que le debemos a un clásico.

 

¡Nos leemos1 


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