Más cócteles fresquitos basados en videojuegos.- Parte II

Vamos con la segunda parte de los cócteles fresquitos inspirados en videojuegos. Una segunda parte que cumple una promesa: un cóctel sin alcohol para todos los públicos, y que es el complemento perfecto a los cinco cócteles que os presentaba la semana pasada. Para la ocasión, Red Dead Redemption 2, Assassin's Creed: Odyssey, Deiland, Shenmue y Fist of the North Star: Lost Paradise. No os quejaréis...

 

 

Futuro Perfecto.- Deiland

Fue uno de los grandes descubrimientos de este año. Un juego que auna aventuras, gestión y exploración con un cariño enorme hacia la propia obra y el deseo de compartirla con los demás. Deiland es un descanso en el catálogo del videojuego, un título hecho con respeto y amor hacia el trabajo propio, y una demostración de que los estudios españoles tienen aún mucho que decir en el mundo del videojuego

 

Futuro Perfecto es el cóctel sin alcohol que inicia una brecha sana en esta serie de recetas de cócteles fresquitos. Se me quedan fuera algo tan valencianote como el Agua de Valencia y la Mistela, pero no por ello dejan de ser influencia en este cóctel. Un jugo fresquito, delicioso y para todos los públicos que aprovecha el mosto, eso sí, sin alcohol, y la fragancia de la naranja valenciana para dar como resultado un elixir que los más mayorcitos podéis 'tunear' si os veis con ganas. Para su elaboración necesitaremos mosto blanco, naranjas -o zumo de naranjas natural-, guindas en almibar y hielo picado. Si queréis darle el toque perfecto y conseguís una granada aprovechando que se pueden encontrar en agosto, maravilloso.  

 

Preparación: Vaya por delante que esto no es 'agua de valencia', sino más bien un pseudo-granizado de naranja 'con cosas', que nos conocemos. Dicho esto, en un cuenco echamos dos naranjas grandes peladas sin lo blanco y cortadas en tacos y cubrimos de azúcar. Regamos con mosto blanco y dejamos reposar todo el tiempo posible, dos horas como mínimo. Mientras, en una jarra grande echamos medio litro de mosto blanco -yo he usado Castillo de Salobreña, que tiene un toque de manzanas muy rico- medio litro de zumo de naranja natural -podéis hacerlo en casa o en el supermercado- y las naranjas cortadas en tacos ya reposadas con su almíbar. Removemos y refrigeramos. Servimos en una copa de cava con hielo picado, una guinda y, si la hemos encontrado, unas semillas de granada al fondo -en este caso he usado uvas y pera cortada pequeñita-. Una hoja de menta también le puede dar el punto. 

 

 

Gimme Fuel, Gimme Fire.- Fist of the North Star: Lost Paradise

Aún es pronto para hablar de él, antes de su llegada en octubre, pero basta con haber disfrutado de las aventuras de kenshiro en manga o anime para hacernos una idea de lo que podemos esperar de esta adaptación al videojuego de la obra de Buronson y Hara. Ataques ultra-rápidos, malotes de gimnasio estallando en galaxias restelleantes de rojo puro, y mucha gasolina. Poco cóctel podemos hacer con un saquito de arroz, pero tranquilos, seguro que se nos ocurre algo...

 

Kenshiro pide a gritos un cóctel brutal, y eso es lo que le vamos a dar. Sangre y gasolina, un potente Bloody Mary de tequila en el que vamos a aprovechar las naranjas de Futuro Perfecto para darle el toque de sabor a un cóctel que abandona su tono elitista y pijo para convertirse en todo un gamberro con ganas de arreglar el mundo a tortazos 'mu rápidos'. Vamos a necesitar tequila blanco, zumo de tomate, una naranja, zumo de limón y de naranja, sal, pimienta, tabasco y salsa barbacoa.     

 

Preparación: en una coctelera echamos cinco medidas de zumo de tomate -150 ml- dos de zumo de naranja -60 ml.-, tres o cuatro de tequila -90 o 120 ml.-, un chorro de zumo de limón y un chorro de salsa barbacoa. Le metemos un hielo y agitamos hasta que se ponga frío. Servir en un vaso con hielo picado y una rodaja de limón, y ajustar el sabor con la sal, el tabasco y la pimienta. 

 

 

Sake 80's.- Shenmue 1 y 2

Viejos tiempos, buenos tiempos, y el sabor de Japón y China mezclados en algo que sabe a odisea, a aventura y a viaje de autodescubrimiento. Shenmue regresa en los tonos de un samisen para reconquistar al viejo público y demostrar qué llevó a su concepto de juego a enamorar a varias generaciones de videojugadores. Un regreso que para muchos es una justa recompensa a los años pasados lejos de Ryo Hazuki.

 

Ryo Hazuki comienza de nuevo su particular odisea tras la figura de quién fue su padre y por qué murió a manos de Lan Di. Este regreso merece algo especial y potente, algo distinto, y por ello he empezado mi particular odisea para ofreceros un coctel moderno y muy potente que traspasa las fronteras de la gastronomía para traer de la mano sofisticación, sabores exóticos y una textura que invita a viajar. Necesitaremos un sake blanco, licor de lichi -a.k.a. litchy, lichy, leechy...-, clara de huevo, raíz de jengibre y refresco de naranja con gas. 

 

Importante sobre los ingredientes. Sake: Si queréis hacer el cóctel sin quedaros pobres, os recomiendo un sake coreano Baekwha Soobok, que podéis encontrar en tiendas chinas por poquito y funciona igual de bien frío o caliente, tanto en cócteles como en solitario. Si pilláis un sake japonés, aseguraos que sea compatible con su uso en frío. Licor de Lichis: Hay varias opciones, desde Marie Brizard a Pernod Ricard. Personalmente os recomiendo que vayáis a una tienda de alimentación de productos chinos y compréis el más barato, el que suelen poner en chupitos después de la comida en cualquier restaurante chino de menú funciona perfectamente. 

 

Preparación: en una coctelera echamos tres medidas -90 ml.- de sake blanco, dos medidas de licor de lichis -60 ml.-, media clara de huevo y un hielo. Agitamos bien hasta que el vaso se ponga muy frío. Servimos colando en una copa con hielo picado, rellenamos con refresco de naranja y, finalmente, quitamos la tapa grande de la coctelera y coronamos con el merengue que queda en la coctelera. Adornar con jengibre rallado como topping.   

 

 

Ambrosía Vermouth.- Assassin's Creed: Odyssey

Ah, los dioses griegos, una panda de cachondos amantes de la ambrosía, la procastinación y el folleteo con los simples mortales. Jugadores de rol de tablero con las vidas de los simples mortales, rencorosos y bastante ambiguos, dieron alas a la pluma del haedo Homero a la hora de recopilar en sus escritos la cultura hablada de siglos bajo la sandalia de Zeus y compañía. Una buena inspiración para cualquier cóctel fresquito y de sabor mediterráneo que se precie. 

 

Mientras esperamos la llegada de Assassin's Creed: Odyssey, su promesa RPG y su combate a lo 300, nada mejor que un buen cóctel mediterraneo que aúne en un todo las maravillas de una cultura cuyo corazón aún late en nuestra memoria histórica. Olivas, uvas y un toque de miel para un cóctel maravilloso que poco o nada tiene que envidiar a ese élixir de la ambrosía que en el Olimpo era como la Coca Cola. Necesitaremos: Vermouth bianco -o rosso si ya tenéis del otro día-, mistela -me quedé con las ganas- o moscatel, vino tinto tempranillo -un Pata Negra Roble, por ejemplo-, ron añejo o especiado, clavo -de especia- y miel, a ser posible de romero o azahar. 

 

Preparación: en una cazuela echamos cuatro cucharadas generosas de miel, tres clavos de especia, dos vasos de mistela o moscatel, un vaso de tinto y un vaso de vermouth bianco o rosso. Ponemos el mejunje a fuego medio y removemos con una cuchara de madera hasta que se disuelva la miel. Una vez se disuelva la miel, quitamos los clavos, echamos en una botella o jarra, añadimos medio vaso de ron añejo o un vaso de ron especiado tipo Elixir, agitamos y refrigeramos. Para tomar, servir muy frío en jarra individual refrigerada en el congelador con cuatro o cinco aceitunas sin hueso -las gordales lucen de lujo- y un puñado de uvas flotando en el interior.      

 

 

El bueno, el Feo y el Malo.- Red Dead Redemption 2

Apenas dos meses faltan para volver al oeste, recuperar nuestro viejo revólver y dictar la ley, nuestra propia ley, en las áridas tierras de Armadillo. Red Dead Redemption 2 se promete como la magnus opera de una compañía plagada de obras cumbres, y mientras oímos a lo lejos aullar al collote no podemos menos que enfundarnos las botas vaqueras de cara a lo que será, sin duda, nuestra próxima gran aventura. 

 

El western de Arthur Morgan merece una copa a juego, un trío de chupitos, los tres disparos certeros del Dead Eye. Un duelo al atardecer, un paseo en diligencia y una estampida bajo la lluvia que son el bueno, el feo y el malo de este último cóctel en tres pasos que sin duda no os dejará impávidos, vaqueros. Necesitaremos whiskey, a ser posible americano, un Tennessee whiskey como Jack Daniels y un bourbon de gama media como Wild Turkey o, bajando el listón, Four Roses y Jim Bean. Aparte, jugo de limón y sirope de arce para hacer un whiskey sour. Dicho esto, just 'shot' me.  

 

Preparación: Refrigeramos tres vasos de chupitos en el congelador -los mojamos y los metemos al congelador, no tiene mucha ciencia- y metemos la botella de Jack Daniels al lado para que se enfríe. Mientras, preparamos dos cócteles diferentes. Por un lado, un caramelo ácido de limón mezclando en la coctelera jugo de limón y sirope de arce a partes iguales con mucho hielo. Por otro, un bourbon sour mezclando dos partes de bourbon con una de jugo de limón y media de sirope de arce. Hecho esto, con los vasos refrigerados, servimos los tres chupitos en el siguiente orden: El bueno -limón y sirope-, el feo -bourbon sour- y el malo -Jack Daniels frío-. bebemos siguiendo el orden establecido y repetimos hasta empezar a cantar 'Oh my darling Clementine'.

 

Y hasta aquí la segunda parte de los chupitos de veranito, una carta de recetas que espero que os haya gustado y que dejamos en pausa hasta el próximo recetario que vendrá, si nada lo impide, cuando el frío arrecie. Aquí tenéis la primera parte, y recordad: bebed con moderación y no hagáis el idiota en carretera. Si vais a beber, dejad el coche en casa y disfrutad de la vida y eso. 

 

¡Nos leemos! 

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