Historias olvidadas de Star Wars que me gustaría ver en el nuevo videojuego de Ubisoft

El anuncio del nuevo Star Wars de Ubisoft ha sido capaz de levantar expectativas incluso en los no afines al tipo de propuestas que suele plantear la editora francesa. Sin duda, EA le ha servido como palanca a los franceses, y lo que hace poco más de un lustro podía hacer que más de uno arqueara la ceja, hoy cuenta con el beneplácito de la comunidad. La sombra del lanzamiento de los dos Battlefront (especialmente el segundo) es alargada, tanto que ni Fallen Order, ni Squadrons, han logrado revertir la imagen dada por los americanos. Así que este cambio de aires resulta hasta refrescante. Tanto que no somos pocos los que llevamos días teorizando sobre qué esperar de este proyecto.

En el marco del pasado Disney Investor Day, la productora presentó un amplio abanico de productos que, como viene siendo habitual, pivotan en torno a la época imperial y la batalla de Yavin (el final de la primera película y el acontecimiento que marca el año 0 en el universo Star Wars). Algo de lo que algunos empezamos a estar cansados. Hay demasiada historia en esta galaxia como para quedarnos anclados en un espacio de apenas 60 años, lo que en el universo cinematográfico y televisivo vendría a ser desde el final del Episodio III hasta el Episodio IX. Pero también hubo lugar para que, por fin, Star Wars vuelva a salirse de esa zona de confort en torno a la trilogía original.

Esto lo digo porque hay dos series que escapan a esa tendencia. La primera es El Acólito, que transcurrirá en los últimos días de la Alta República, es decir, unos 100 años antes de Star Wars Episodio IV: Una Nueva Esperanza. Y la segunda es The Bad Batch, que tendrá lugar en el ocaso de la democracia galáctica, lo que viene a significar: temporalmente próxima a La Venganza de los Sith, algo a lo que Disney únicamente se había acercado con el cierre de The Clone Wars. Esto, junto al anuncio del proyecto Star Wars: La Alta República, que narrará eventos ocurridos 200 años antes del Episodio I (a través de libros y cómics) deja claro que se empieza a ver con buenos ojos el acudir a otras líneas de tiempo. Se está empezando a meter la patita, aunque en imagen real los dineros se sigan apostando al mismo número. 

Pero ¿y el videojuego? Lucasfilm Games ha dejado claro que habrá más acuerdos, así como que se seguirá contando con EA. Por lo tanto, quizá haya espacio para abordar diferentes épocas en función del producto. La popularidad de The Mandalorian y la estrategia de Jon Favreau y Dave Filoni (recordemos que tienen en marcha tres nuevas series que compartirán línea temporal con el cazarrecompensas) parece jugar en contra. Pero si de verdad quieren inundar el videojuego de la misma forma que su servicio de streaming, puede haber sitio para la esperanza. Ahora bien, de ser así ¿a qué época resultaría más atractivo acudir?, ¿cuánto puede retroceder en el tiempo la saga?, ¿qué personajes, conflictos e historias encontraríamos? Hagamos un rápido y escueto (aunque parezca que no) repaso a la historia de la galaxia.

De 30 a 20 milenios antes de la Batalla de Yavin

En este vasto periodo de tiempo nos encontramos con un entramado cronológico bastante lioso, aún más si tenemos en cuenta la gestión que Disney está haciendo de todo el universo expandido (ahora conocido como Legends), del cual se ratifican y contradicen acontecimientos a conveniencia del producto de turno.

Eso no quita que se trate de una época de lo más interesante en la cual podríamos encontrarnos incluso con el llamado Primer Jedi, responsable de fundar la Orden en el planeta de Ahch-To, lugar de retiro de Luke Skywalker en el Episodio VIII. Esta franja, nos permitiría ahondar en el origen de los guardianes de la paz y la justicia, presenciar el descubrimiento de importantes cuevas de cristales Kyber (el corazón de los sables de luz), el establecimiento del planeta Ossus como su centro cultural, las primeras ceremonias Padawan, e incluso cómo aquellos primeros caballeros unieron sus fuerzas para desviar un cometa. Pero es que durante este periodo también se dan hechos como la fundación de la República Galáctica (vinculada al descubrimiento del viaje hiperespacial), la unión de los Jedi a la misma y la primera rebelión contra estos, llevada a cabo por el General Xendor. También tienen lugar el descubrimiento de los Sith por parte de un jedi caído y el primer gran cisma de la Orden, en el cual los jedis oscuros son derrotados y, como consecuencia, se exilian para unirse (o conquistar) a los Sith.

De 10 milenios a 1000 años antes de la Batalla de Yavin

Aquí nos encontramos con todavía más acontecimientos relevantes y apetecibles, muchos de ellos con nombre propio y entidad suficiente como para ambientar un videojuego e incluso una trilogía entera.

El primero que se me ocurre son Los Cien Años de Oscuridad, que dan comienzo con la vuelta oficial del lado Oscuro de la fuerza, que se pensaba extinto desde hacía milenios. Durante este periodo, los Sith, gobernados por jedis caídos que se han pasado al reverso tenebroso, protagonizan un conflicto con la República que se alarga durante más de cien años. Sectas, oscurantismo, confabulaciones y un momento realmente crítico para la galaxia, que vive una de sus etapas más críticas.

Unos dos mil años después nos topamos con las Guerras de Unificación de Koros, en las cuales destaca la Emperatriz Teta, que logró mantener a salvo a su sistema y que posteriormente advirtió al Senado de la República de una inminente invasión Sith. Aquí entra en juego el Lord Sith Naga Sadow, que acabó asentado en el sistema Yavin tras ser derrotado y que creó algunas de las armas más espectaculares de la galaxia. La cultura de Koros se aleja de la estética habitual de la saga, y todo el tejemaneje político que se da en estos relatos daría para varios juegos que, además, culminarían con la entrada en escena de uno de los Sith más míticos que ha habido.

Hacia el 3900 ABY (antes de la batalla de Yavin) damos con la Guerra Sith, que tiene su origen en el viaje al lado oscuro del jedi Ulic Qel-Droma, un relato atractivo con matrimonios reales, uniones de sistemas y luchas por el trono Sith, que termina desembocando en un ejército formado por mandaloreanos, tropas Sith, y huestes Karth, que emprende un ataque contra el corazón de la República, llegando hasta el mismísimo Coruscant. Tras la captura de Ulic, sus socios acuden a su rescate haciendo uso de una antigua arma (creada por el Lord Naga Sadow) capaz de robar el corazón de una estrella, lo que da lugar a un supernova que calcina el planeta Ossus, acabando con la gran biblioteca Jedi. Material de sobra para conocer a culturas olvidadas, vivir el viaje de un jedi caído en desgracia y terminar por todo lo alto.

Para concluir con esta etapa podemos acudir a la Era Oscura, en la cual debido al colapso de la Holored (el sistema de comunicación que solemos ver en las películas) muchos territorios quedan aislados. A lo que hay que sumarle el intento de los Sith de formar un nuevo imperio, y el alzamiento de diferentes bandos en la galaxia, lo que obliga a la República a recluirse en el Borde Interior. Por otra parte, el Sith Darth Bane, hastiado de su propia orden, toma la determinación de acabar no únicamente con los Jedi, sino también con los Sith. De esta forma, en la última gran batalla, logra su objetivo a través de un artefacto conocido como bomba mental. Él es el responsable de la aniquilación de los Sith, un momento en el cual también acaba con los Jedi que se encontraban en ese planeta. Tras esto, Darth Bane crea la Regla de Los Dos, según la cual nunca debe haber más de dos Sith, un maestro y un aprendiz, algo que vemos reflejado en las tres trilogías. Diez años después tendría lugar la profecía de los Skywalker. Nada mal tampoco.

De 1000 años antes de la Batalla de Yavin hasta el fin de la Alta República

Si nos vamos a periodos más cercanos al año cero, nos encontramos con el comienzo de una era: la de la República Galáctica Moderna, un espacio de tiempo en el que ya empezamos a toparnos con elementos más familiares, como la mentada profecía o el nacimiento de Yoda en el 896 ABY. La estructura política es reconstruida y la renovación es tan importante que incluso se reinician los calendarios estelares. Un momento la mar de propicio para juguetear con espacios familiares presentados de forma muy distinta.

Hacia el 200 ABY estaríamos en lo que se conoce como la Alta República. Aquí nos encontramos el apogeo Jedi y con localizaciones que podrían convertirse en icónicas, como el Faro de Luz Estelar; una gigantesca estación espacial en la que la Orden instauraró una base de operaciones. La instalación actuaba como faro en el Borde Exterior, emitiendo una señal guía para los viajeros de estas tierras, a menudo, inexploradas. Una localización que podría funcionar como un excelente punto de partida para un planteamiento cooperativo, con escenarios instanciados y el Faro como hogar al que volver tras cada nueva misión.

También nos topamos con personajes como Avar Kriss “la heroína de Hetzel”, una Jedi humana que dejó un mensaje grabado en un holocrón como guía para futuros Jedi (que será recuperado más tarde por Luke Skywalker en la época en la que intenta restaurar la Orden Jedi). Avar resulta un personaje interesante sobre el cual podría funcionar bien una aventura de acción protagonizada por una jedi.

Y, obviamente, aquí se emplaza el origen de Dath Sidious, que es tomado como aprendiz por Darth Plagueis (siguiendo con la Regla de los Dos), quien le enseñaría algunos de los secretos más oscuros de la fuerza antes de ser asesinado por su propio aprendiz. Una historia que tiene cautivados a muchos seguidores desde aquella mítica conversación entre Anakin y Palpatine en la ópera del Episodio III.

A partir de aquí entraríamos en las décadas previas al bloqueo comercial de Naboo, que terminaría con el ascenso al poder del Senador Palpatine y su maniobra política para crear una guerra artificial con la cual promover la creación del ejército clon y así establecer el Imperio Galáctico. Una franja temporal en la que ya abundan los productos, pero que no por ello resulta menos interesante, ya que cuenta con un contexto social y político muy rico para desarrollar todo tipo de historias.

Qué esperar

Este repaso es ridículamente breve en comparación con las cronologías de la saga que podéis encontrar en portales especializados. Con lo que muchas de las historias con más jugo, como el arco de Darth Nihilus de KOTOR, las guerras Mandalorianas o el camino de Freedon Nadd, se han quedado fuera. Algo que, a mi entender, deja claro lo desaprovechada que se encuentra esta ficción en cuanto a contenido audiovisual.

¿Qué podemos esperar de lo nuevo de Ubisoft? Pues, sinceramente, viendo el auge actual de los años inmediatamente posteriores a la Batalla de Yavin, lo más esperable sería algo situado en esa franja temporal y ubicado en el borde exterior, lo que liberaría al estudio de recrear localizaciones tan complejas como Coruscant, por ejemplo. Además, podría contar con cameos relativos a todas las series que estarán en marcha cuando llegue el título, lo cual parece una constante hoy por hoy.

¿Qué me gustaría? Que Ubisoft contara con la libertad, y las ganas, de irse muy atrás en el tiempo. Que la nueva aventura tuviera lugar milenios antes y que tomara como referencia algunas de las historias y personajes que inundan este universo. De esta forma podríamos liberarnos de tramas vinculadas tanto al Imperio como a los protagonistas habituales, y quedaría espacio para desarrollar personajes, arcos e historias que no crecerían a la sombra de los habituales mitos de la saga. En esta galaxia tan tan lejana, hay mucha, pero que mucha historia, y creo que no soy el único al que le apetece que le empiecen a contar nuevos relatos, libres de las ataduras territoriales, familiares y políticas actuales. Un anuncio en este sentido sería una pequeña alegría para muchos, algo así como “una nueva esperanza”. 

Que la fuerza os acompañe.