Assassin’s Creed y la trilogía Origins. ¿Dónde acabará?
Assassin’s Creed Origins no fue solo el regreso de los asesinos tras un necesario descanso, también inició una nueva trilogía. A falta de un nombre oficial, esta serie de tres juegos ha sido apodada ‘Ancient Trilogy’ por la comunidad, la cual trata de adivinar las próximas localizaciones del siguiente capítulo de la serie, a raíz de los guiños y pistas que deja el último estreno. Se supo que nos íbamos a Grecia incluso antes de llegar a Egipto, ¿pero qué tocará tras explorar territorio heleno?
Es evidente que ese inicio al que apela Origins continúa con Odyssey, que el nacimiento de la hermandad es algo que iremos viendo entre estos dos y que culminará con el cierre de trilogía. El rumbo lógico es que Los Ocultos que ahora se extienden por Egipto y Grecia terminen derivando en La Hermandad, y aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Aya, la compañera de Bayek, es ahora Amunet, quien sabemos que será la mentora del credo romano del que formará parte Ezio. ¿Nos vamos a Italia?
Hay un factor importante que nos hace desviarnos de esa hipótesis y es que, según la cronología oficial de la serie, la base primeriza de los asesinos se erigió en Masyaf, en territorio sirio. El fin de trayecto de esta trilogía debería remitir a Acre, Jerusalem y Damasco, dejar el terreno asentado para poder conectar con Al Mualim y Altair, pero la importancia de Amunet en Origins y el protagonismo de los espartanos en Odyssey hacen pensar que lo natural es terminar en Roma. Hay cuentas pendientes con el imperio romano y no sería de extrañar que con Alexios y Kassandra la cosa fuese a más.
Y si de algo sabe Ubisoft es de ir a más. Los franceses hace tiempo que no son muy fans de ponerle puertas al campo en el diseño de escenarios, les gusta presumir de escala y eso es algo que sigue siendo un activo en potencia dentro de la franquicia. Visto así, es más que posible que lo que venga tras Odyssey incluya más de un país. Ahora es cuando nos ponemos a soñar. Si la cuna de la civilización moderna nace del triunvirato entre Egipto, Grecia y Roma, es factible que el final de la Ancient Trilogy termine con la más grande de las tres culturas a nivel de alcance territorial.
Abarcar el imperio romano en sus dos partes quizás es apuntar muy alto, y si tengo que apostar por alguna me decanto por la de occidente. Nos iríamos a Italia, al sur de Francia, a España y a la parte occidental de Marruecos, Argelia y Túnez, con Cerdeña y Corcega como territorios centrales. ¿Parece mucho? Puede ser, pero vista la recreación de Egipto y la Grecia que veremos en Odyssey -tres veces la extensión de su predecesor- lo lógico es apuntar alto. Podríamos ver recreadas las guerras púnicas o, siglos después, las invasiones bárbaras, e incluso la creación de Hispania.
Puede parecer secundario, pero visto el valor documental que Ubisoft está imprimiendo en sus últimas entregas -Origins cuenta con un Discovery Tour que seguramente heredará Odyssey-, desaprovechar el potencial cultural del imperio romano parece una oportunidad que difícilmente querrán dejar pasar en el estudio. Como punto en contra está el hecho de haber visitado ya Roma, Florencia y Venecia con Ezio, pero esta vez lo estaríamos haciendo con varios siglos de antelación y abarcando mucho más territorio, además de manera simultánea. Tiene sentido.
Creo que la trilogía Origins culminará a las puertas de nuestra casa. Es un final lógico en muchos sentidos, y daría empaque a tres juegos que claramente formarían parte de un mismo proyecto, una misma familia. Egipto y Grecia nos llevan irrefrenablemente a Roma, falta ver si los asesinos siguen ese mismo rumbo, y es que terminar con el germen de la familia Auditore sería una guinda, un toque de cariño y nostalgia, que hace tiempo que esta franquicia necesita.
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