Videojuegos y fenómenos paranormales: más allá de los zombis
Resident Evil marcó el punto de no retorno al definir el survival horror con sus zombies y su T-Virus. En un momento en el que el terror tenía aún mucho por madurar en el mundo del videojuego, la obra de Shinji Mikami puso el punto de inflexión en la figura de los zombies. Tras una época dorada marcada por los infectados, Resident Evil Village se reinventa con vampiresas glamurosas, The Medium apuesta por el miedo a lo intangible y Shinji Mikami, tras explicarnos el porqué de sus zombies en The Evil Within con su STEM, tira de mitología tradicional con toques de American Gods en su GhostWire Tokyo.
El terror más allá de los zombies
Juegos de terror sin zombies ha habido desde siempre aunque en esta última época se hayan hecho de rogar, y si no que se lo digan a Go To Hell, que en 1985 ya jugaba a ponernos los pelos de punta con el infierno, torturas y Alice Cooper, no necesariamente en ese orden. Sin embargo, si echamos la vista atrás, parece que la cosa se ha reducido sobre todo a infectados, zombies y parecidos. Sagas emblemáticas como Ghost Tower, Dino Crisis, Fatal Frame -Project Zero-, FEAR o Alone in the Dark se retiraban ante la llegada de Dead Rising, Dying Light, The Evil Within, World War Z, Outlast, Zombie Army y muchos otros títulos inspirados en muertos vivientes que tienen su catálogo más grueso en móviles y tablets.
Resident Evil Village
En este panorama, que no tiene nada de malo, destaca que precisamente el culpable del boum del género y la saga que lo popularizó, busquen nuevas metas en las que poner el acento. Por un lado Resident Evil, tras reinventarse en esa mason family de Resident Evil VII, da un paso más alejándose de los zombies y entra en una dimensión paralela en la que Chris es ahora un señor pasado de todo, cazador de vampiros en una especie de realidad temporal diferente que no hace ascos a vampiresas glamurosas, castillos con todo lujo de detalles y hasta hombres lobos. Ganas de ver qué tiene que contar al final Village y de poner las manos en él.
GhostWire Tokyo
Shinji Mikami es el culpable del género zombie que ahora hace mutis por el foro con una genialidad que aún hay que ver de primera mano para poder juzgar como corresponde. Fantasmas tradicionales de la mitología asiática se dan la mano con shintoismo, tao profundo y algunas dosis de budismo en un juego que promete mezclar lo viejo y lo nuevo con un enfoque que es difícil que no haga pensar en American Gods. Espectros tradicionales y modernas leyendas urbanas se dan la mano en este juego con pinta de FPS para nada tradicional que verá la luz este año en PS5 y PC antes de llegar unos meses dspués a Xbox Series.
The Medium
Una propuesta tradicional con varias sorpresas que se apoya en conceptos tradicionales del espiritismo para escribir su historia. The Medium ofrece varios arcos argumentales que se retuercen como en una novela de misterio para no desvelar al malo hasta el final, todo ello con un plantemaiento que se aleja -al fin- del survival horror mientras toma distancia del walking simulator propio de Bloober Team. Una joyita que se termina en un par de tardes y deja muy buen sabor de boca a quien no esté esperando encontrar un arma para liarse a tiros.
Phasmophobia
Sigue siendo uno de los juegos más interesantes del tema y uno que además entra de lujo gracias a su formato. Conviértete en cazador de fantasmas y visita casas encantadas, edificios abandonados y otros escenarios mientras tratas de descubrir qué sucedió y contactas con presencias paranormales. Uno de esos juegos que estoy deseando ver en consolas, a ser posible en realidad virtual cuando llegue a esta nueva generación.
The Dark Pictures Anthology
Lejos del bombazo que dieron con Until Dawn, Supermassive Games sigue jugando a asustarnos en los distintos episodios de The Dark Pictures. Una suerte de creepshow a la que se le nota el menor presupuesto pero que sigue ofreciendo algo más que coger la escopeta y matar a muchos zombies juntos. Una alternativa interesante que va más allá de lo normal pero que incide demasiado en el tema del efecto mariposa y la teoría del caos.
Remedy -Control y Alan Wake
Me tocaría hablar de Control, pero no puedo hacerlo sin mencionar también a uno de mis juegos de terror favoritos con el que además comparte universo y al que se puede jugar a día de hoy sin problemas: Alan Wake. La historia del escritor luce ahora mejor que nunca en Xbox Series y en PCs potentes, y podéis disfrutarlo gratis si sois miembros de Game Pass, aunque toca pasar por caja en los DLCs. Un potente thriller que muy bien podría venir firmado por Stephen King y que tiene algunos momentos inolvidables en la lucha de la luz contra la oscuridad.
Control, por su parte, está dispoble en su versión base en PC y Xbox con Game Pass, y este mes regala su edición Ultimate con mejoras en la nueva generación y todos sus contenidos en PS Plus al ser parte de los juegos del mes de febrero. Otro Thriller, este más de corte de serie televisiva, que juega al despiste con unas potentes mecánicas y un lore riquísimo que merece la pena ser leído y disfrutado a tope.
Call of Cthulhu
El universo Lovecraft estuvo de enhorabuena esta generación con muchos juegos influenciados y dos entregas directas muy diferentes entre sí. Por un lado el Call of Cthulhu de Cyanide, un título curioso que toma muchos de los elementos de la obra del escritor estadounidense. Una mezcla de elementos de aventura con RPG que no deja muy claras sus intenciones pero que cuenta con algunos elementos interesantes para los fans de la saga.
The Sinking City
Bastante mejor desde mi punto de vista salió The Sinking City, de Frogware. Un juego con altibajos en los que su parte de acción es quizá la menos destacable pero que incluye una impresionante historia original que bebe del lore de Lovecraft y mezcla varias novelas de su universo. La exploración en el bote, la libertad de movimiento y la ambientación son los puntos fuertes de un juego que, como en cualquier RPG de ficha y dados, te obliga a visitar distintos lugares e investigar siguiendo el gran trabajo de la compañía con la serie Sherlock Holmes.
Vampire the Masquerade: Bloodlines 2
Seguimos a la espera de este título de vampiros basado en el famoso universo de Mundo de Tinieblas. Tras confirmarse su desarrollo y lanzamiento para el pasado año, los motivos particulares que seguimos viviendo llevaron a la compañía a anunciar su retraso para poder ofrecer lo mejor de ellos mismos. Podemos esperar rol del bueno y todos los poderes de la camarilla en un nuevo juego que los fans llevamos décadas esperando. Promete mejoras en Xbox Series y PS5.
Amnesia: Rebirth
La fórmula de Amnesia sufría de una interesante metamorfosis en Rebirth con un título aún más lovecraftiano con mucho de walking simulator y puzles de todo tipo. Mejor presupuesto y más ganas de hacerlo asequible a todo tipo de públicos en una nueva aventura que introducía muchas cosas buenas y que, sin ser la gran locura, sirvió para pasar unos buenos malos ratos en su lanzamiento el pasado año.
White Day
Un clásico de 2001 remasterizado en PS4 para disfrute del público es mi elección para hablaros del terror coreano. Un género propio dentro del videojuego, el cine y la literatura que tiene elementos muy interesantes pero que tiende a fallar en el mundo del videojuego a la hora de meter miedo de verdad en el cuerpo. Inspirador del mal llamado terror japonés en el cine, los gwishin o fantasmas coreanos han terminado por ser demasiado familiares con apariciones estelares en ambas entregas de Evil Within o incluso el P.T. de Hideo Kojima.
Necesitamos más juegos de fantasmas
Vampiros, mitología asiática, lovecraft y, por supuesto zombies. Los juegos de entidades paranormales brillan cada vez más por su ausencia con algunas claras excepciones como Phasmophobia o el más reciente The Medium. Y me parece una pena, no porque no disfrute de juegos de terror de todo tipo, sino porque los juegos de fantasmas tienen algo muy especial en su género que obliga al desarrollador a comerse la cabeza y esforzarse por ofrecer una experiencia de juego acorde a este tipo de entidades. Bloober es la mejor demostración del alto nivel de exigencia de un juego de esta índole: tras muchos años intentándolo con unos Layers of Fear que no acababan de funcionar, por fin consiguen narrar al nivel de lo narrado con un The Medium que, espero, sea sólo un primer paso en la dirección correcta.
Lo mismo podemos decir de Phasmophobia, que a pesar de sus fallos y errores juega muy bien sus cartas a la hora de hacernos sentir parte de un equipo de cazadores de fantasmas de esos que salen en la tele con todos los cacharitos necesarios para rellenar media hora de programa. Ya sabemos cómo volarle la cabeza a diez zombies a la vez con una recortada y cómo craftear un carrito de la compra con cuchillas. También sabemos que ante la pérdida de cordura nada como una bebida isótónica, y hasta que los armarios son lugares geniales donde escondernos de lo que sea. Ahora necesitanos que la industria profundice en los juegos de fantasmas, en mecánicas que nos ayuden a enfrentarnos a estas entidades más allá del enésimo walking simulator. Y lo necesitamos para ayer.
¡Nos leemos!
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