1. Mundogamers
  2. Articulos
  3. PC

Videojuegos como instrumento para combatir la ansiedad

Un arma de doble filo
Domingo 25 de Febrero de 2018 por Kysucuac

Al principio, hablar de algo así me suponía un esfuerzo abismal. Sin embargo, con el artículo sobre videojuegos y ansiedad que saqué hace poco me di cuenta de algo que ya sabía, pero que me trajo mucha satisfacción recordar: ninguno de nosotros está solo en esta lucha. Puede que nadie conozca a nuestros demonios como nosotros mismos, pero saber que son muchos los que luchan cada día contra los suyos, que deben ser primos de los nuestros, también ayuda a seguir adelante. Así nació la idea para este artículo.

 

No sabía cómo abarcarlo. No esperaba tanta respuesta por parte de mis seguidores de Twitter. Pero así fue. Pedí en la red social del pajarito que aquellos que lo desearan compartiesen su experiencia en esa relación protagonizada por los videojuegos y la ansiedad y las historias que me llegaron fueron impresionantes. Todo tipo de gente que ha sufrido todo tipo de trasfondo y que ha conseguido encontrar en los videojuegos un refugio, una respuesta, un apoyo. Por eso nace este artículo, que pretende recopilar todas esas confesiones, esas experiencias, con la intención de demostrar que nadie está solo y que en esta magnífica industria podemos encontrar, no una solución, pero sí el arma perfecta para combatir a ese demonio insistente y silencioso que es la ansiedad.

 

“Desde pequeño lo que más recuerdo es la presión en casa para hacer las cosas bien, sacar buenas notas, hacer deporte... Mi familia solo me metía presión sin darme un ápice de apoyo, y yo era muy inútil, no se me daba nadie bien, aunque ahora estoy igual. Eso, sumado al hecho de que no tenía amigos, y todo mi colegio se metía conmigo, pues me deprimía mucho.”, cuenta artifix, que continúa explicando: “he pasado toda mi infancia con una Game Boy en la mano, si tenía un momento para jugar, lo aprovechaba, y siempre jugaba a Pokémon, porque me daba la sensación de hacer las cosas bien, de avanzar hacia delante, y de encontrar desafíos que con un poco de esfuerzo, podía superar. No sé si era lo mejor contra la depresión, pero siempre me sacaba una sonrisa”.

 

Como él, otros muchos han pasado una infancia dura de la que se han refugiado en los videojuegos. “A los 12 años tuve los primeros indicios de depresión, no quiero entrar en detalles pero me sentía incapaz hasta de vivir. Contra todo pronóstico, el primer Dark Souls me echó una mano. Sí, era difícil, pero podía seguir adelante dedicándole tiempo y esfuerzo. Fue TAN gratificante que aún lo guardo como mi juego favorito”, relata Mr. Blue Sky. Puede llegar a sorprendernos que un juego como Dark Souls pueda ser capaz de combatir la ansiedad. Pero no es el único. Cada uno de nosotros hemos encontrado refugio en un juego o juegos muy dispares.

 

86701000 

¿Qué juego te ayuda a combatir la ansiedad?

 

“El primero, Breath of the Wild. He estado con una crisis de ansiedad en estos últimos meses con algunos accesos depresivos puntuales y jugar me ayudó muchísimo a mantener el equilibrio. Cuando necesitaba alejarme de todo y mantener la mente concentrada, solía abrir el juego y mirar el mapa y proponerme alguna ruta que aún no hubiera hecho, como alcanzar cierta cima, encontrar algún caballo en concreto, o seguir buscando los tesoros escondidos bajo acertijos de alguna de las misiones secundarias. El hecho de ver un mundo tan grande y vacío me ayudaba a sentirme un poco identificado con el viaje de Link y me metía tanto en ello que olvidaba todo lo demás, relajándome, como si durmiera.

 

El segundo, Tis-100, un simulador de programación en lenguaje ensamblador. En su núcleo, no es más que un juego de puzzles. Pero cuando estaba nervioso o estresado por la situación que he estado viviendo en el trabajo, el centrar toda mi mente en intentar resolver el puzzle de lógica eliminaba de mí todo sentimiento o emoción y, cuando resolvía el puzzle, volvía a estar en equilibrio.”, DetectiveAzul deja una visión variada. Como vemos, los juegos no tienen por qué pertenecer a un género concreto, ya que para cada uno de nosotros existe una clave, o dos, o tres, en forma de videojuego.

 

“Redescubrí los Sims 2 y 3. Creo que ese juego fue una de mis vías de escape gracias a la creatividad que permitía explorar. Diría que cualquier juego creativo habría sido mi terapia”, comenta Ironic Sara.

 

“A mí a día de hoy me está ayudando bastante Monster Hunter, exactamente el Monster Hunter 4 ultimate, es un reto pero que en el 95% de las veces resulto victorioso pero con dificultades y da mucha satisfacción el ver a tu oponente caer” – Reyzerox.

 

“La saga BioShock me ha ayudado bastante durante mi paso por la universidad, a modo de despeje, de escapar un poco de la monotonía, en semanas de intenso estudio y ansiedad” – Papyrutástico.

 

Para Miguel Macías, el universo perfecto para abstraerse es el de la trilogía de Mass Effect. En el caso de Diana, Stardew Valley ha sido como relajarse en una bañera de agua caliente. Para Luis, The Legend of Zelda: Twilight Princess llegó en un momento muy difícil de su vida. Como él mismo cuenta “el hecho de pensar que estaba en medio de una aventura tan grande conseguía que me levantara de la cama y fuera a clase un día más”. Nacho vivió con ICO, una etapa de descubrimiento personal “y el vínculo que creaba con el simple hecho de tener que mantener R1 para coger de la mano a Yorda me hizo sentir un peso, el de que alguien me necesitaba”. Para Crusader King, Undertale se convirtió en un refugio seguro. Esa idea del refugio, de encontrar un lugar, real o no, que nos permita, no huir, sino aprender, de una forma diferente, a vivir, nos lleva al siguiente punto.

 

 8671knnzlrfrpdypkws4o5tf

Un refugio, un lugar feliz

Son muchos los que me han hablado del videojuego como un rincón sagrado, un lugar en el que se sienten seguros y felices. Es difícil encontrar ese punto de seguridad y estabilidad en el mundo real, de ahí que nos dejemos llevar.

“Hasta la fecha mi ‘lugar feliz’, al que acudo cuando el estrés empieza a desbordarme, son los juegos de Pokémon, The Wind Waker y Breath of the Wild. Pokémon me hace sentir acompañada; a veces imagino que estoy en donde está el personaje, junto a mis Pokémon de turno, y eso me hace sentir mucha paz. Y The Legend Of Zelda me inspira; me doy valor pensando que si Link puede cargar con el peso de salvar al reino de Hyrule y sus habitantes, yo también puedo hacer acopio de mis fuerzas y enfrentar lo que venga. Empuño mi imaginaria espada maestra y salgo a dar la cara al mundo” – anónimo.

 

“Para mí los videojuegos siempre han sido una vía de escape cuando no he tenido fuerzas para luchar en el día a día. Recuerdo momentos en los que sumido en una depresión, juegos como Hollywood Monsters, Runaway o Broken Sword me hacían sentir, digamos libre, por poder vivir una aventura que no podía hacer con mi vida real” – Jared.

 

“Aunque, en general, la mayoría de los videojuegos me ayudaban a olvidarme y desahogarme, fue el WoW el que realmente me ayudó. Un juego donde tu personaje iba creciendo y podía interactuar con otra gente, en mi caso no siendo otra persona, justo al contrario, era yo mismo, un universo donde podía dejar y sacar a relucir mi verdadera persona. Donde la "sociedad" no te prejuzgaba, sino que se te reconocía por tus méritos y castigaba por tus deméritos. Poco a poco me fui dando cuenta de la gran cantidad de gente que había a mi alrededor, que me apoyaba y que incluso me buscaba porque simplemente querían hablar, un consejo, reir un rato, o ir a descubrir dónde estaban los límites de ese mundo. En esos momentos fue cuando me di cuenta que en "el mundo real" podía ser igual, mi clase podía estar llena de idiotas, pero tampoco era su culpa del todo, la sociedad tenía una pequeña parte, yo tenía otra.” – anónimo.

 

8672Weekly Column 

Pero el videojuego es un arma de doble filo

La ansiedad se manifiesta en cada uno de nosotros de una forma única. De ahí que no podamos decir que un mismo videojuego nos puede ayudar a todos. Muchos, de hecho, pueden actuar como un arma de doble filo. El videojuego puede llevarnos a una obsesión, e incluso ir mucho más allá, como leíamos ayer en el artículo de Julián.

 

“Soy una persona realmente obsesiva y en ocasiones necesito hacer las cosas de una determinada forma en el juego. Por ejemplo, si en Dishonored quiero ir en completo sigilo y fallo, necesito volver a empezar o simplemente no puedo disfrutar. Como ‘automedicina’ hay que saber tomarla, y por desgracia, hay momentos en los que me la he tomado excesivamente en serio hasta ponerme aún peor”, explica Enrique, confirmando que hay títulos poco recomendables cuando somos obsesivos, no conseguimos llevar un control o tenemos algún tipo de TOC.

 

Mount & Blade y Victoria 2 son juegos a los que siempre voy en mis picos de ansiedad y depresión porque me evaden completamente y dejan mis pensamientos demasiado ocupados con las variables del juego como para pensar en la ansiedad/depresión. Pero tenían también un punto bastante negativo: me absorbían demasiado. Se volvían demasiado cómodos y podía tirarme horas y perder la noción del tiempo, a veces de forma bastante nociva, manteniéndome despierto en días laborales hasta bien entrada la madrugada”, LenguaDePlata nos pone de nuevo en esa situación. Los videojuegos nos ayudan a abstraernos, pero debemos ser siempre consciente de que hay una vida más allá. Si no, caemos en un círculo vicioso, e incluso podemos llegar a sufrir dependencia.

 

Me dejo en el tintero muchas declaraciones. Han llegado a mí una gran cantidad de mensajes y un sinfín de videojuegos que han hecho posible que muchos sigan adelante. Dance Dance Revolution, Horizon Zero Dawn, Hyper Light Drifter, Alien Isolation, Hollow Knight, Super Meat Boy, World of Warcraft, Slime Rancher… Incluso el recién estrenado The Red Strings Club. Cientos de videojuegos han conseguido combatir o ayudar a combatir la ansiedad de miles de personas. Siempre debemos intentar saber hasta qué punto pueden ayudarnos y cuándo pueden convertirse en el problema. Al final, con videojuegos o no, no estamos solos, lo vuelvo a repetir. Así que no olvidéis en buscar ayuda más allá de una consola. Pero si necesitáis un apoyo un poco menos pixelado, no os alejéis mucho de la pantalla, porque hay una gran cantidad de personas maravillosas que podéis encontrar al otro lado de ella.


<< Anterior Siguiente >>