Universos expandidos, videojuegos enriquecidos

Eso del universo expandido nos lo metió George Lucas hace ya unos cuantos años cuando comenzó a extenderse el universo Star Wars gracias a novelas que trataban arcos argumentales no narrados en los films y que expandieron el fandom de la saga hasta la descerebrada locura que ha llegado a ser a día de hoy. Siempre existió una áspera batalla en cuanto a catalogar un producto como canónico dentro de la estructura argumental planeada, armándose la marimorena y superponiéndose narraciones distintas de un mismo hecho por culpa precisamente de esa expansión incontrolada.

 

A los videojuegos llegó esa tendencia, y no hay juego de Star Wars que no se saque de la manga algún acontecimiento nunca narrado, hasta el punto de considerarse como entregas totalmente independientes integradas en el universo Star Wars. Shadows of the Empire fue un proyecto realizado por Lucasfilm en 1996 que consistía en lanzar una serie de productos que narraran un “episodio perdido” con hechos sucedidos entre El Imperio Contraataca y El retorno del Jedi, fraguándose gracias a una novela, una serie limitada de cómics, una banda sonora y un videojuego del mismo nombre.

 

 

Algo parecido sucedió con la saga Rebel Assault, formada por dos aventuras que incluían un montón de escenas FMV filmadas con actores reales. Pero no hay que irse tan atrás en el tiempo, pues The Force Unleashed narraba la historia del aprendiz secreto de Darth Vader que no había sido mencionado hasta entonces en el universo Star Wars. Eso sí, estos juegos, y sobre todo el último, no pueden acoplarse al resto de la cronología al cambiar hechos decisivos, pero una vez más, crearon de la nada un montón de historias enriquecedoras.

 

Hay vida más allá de los Jedi, y sin ir más lejos el mundo de los superhéroes también sufre de esa expansión exponencial en todos los medios hasta el punto de mediatizar el propio canon de los cómics a causa de productos terciarios. ¿Recuerdan la tremenda serie Batman Animated del reconocido Bruce Timm? Pues en sus capítulos nació la destartalada Harley Quinn, psiquiatra que trataba el perfil del Joker y que acabó como la sádica e inocentona novieta de éste. Y fíjense a día de hoy, que además de haber sido uno de los personajes principales en las aventuras del hombre murciélago en papel, ha sido una de las figuras principales del pasado Batman: Arkham City, protagonizando incluso el último DLC lanzado hasta la fecha. La de vueltas que da el mundo.

 

 

Propuestas pensadas para ampliarse. The Amazing Spiderman, la última película que volvía a reinventar la historia de Peter Parker y sus embrollos, también tuvo su propio videojuego hace poco. Si recuerdan, en la película el único villano que aparecía era el Dr. Curt Connors alias lagarto, con una estética que aunque inspirada en el cómic, daba un giro de tuerca a los personajes clásicos endosándoles una apariencia más moderna (lo cual no quiere decir mejor). Respetando ese nuevo apartado artístico, para el videojuego se idearon revisiones de secundarios de toda la vida como Rhino, La Gata Negra o Alistaire Smythe, el creador de los mata-arañas, lo que seguro dará pie a una realimentación de estos contenidos de cara a una ya confirmada segunda parte. La culpa también la tiene el hecho de que trabaje estrechamente la productora con el estudio de desarrollo, pero no siempre es el caso.

 

Casualmente el otro día hablamos en esta santa web de Transformers: Fall of Cybertron, la secuela del divertido juego de High Moon Studios. Su éxito se debe fundamentalmente a dos aspectos; uno de ellos es el enorme acierto a nivel estético de los personajes, manteniendo un milimétrico equilibrio entre los toscos diseños de Generacion-1 (la serie clásica de televisión y cómics de Marvel) y los puntiagudos y fríos modelos tridimensionales de las películas de Michael Bay. El otro sin duda se basa en expandir y especificar uno de los pasajes más importantes de la eterna batalla entre Autobots y Decepticons: la guerra del planeta Cybertron y el motivo por el que acabaron exiliándose hacia la tierra, siendo precisamente esto el punto de partida de la historia.

 

 

El caso de los Transformers es un poco especial porque canónico, lo que se dice canónico, no es mucho, debido a la cantidad de encarnaciones a lo largo del tiempo de la misma historia. De lo que no cabe duda es que el acercamiento del estudio hacia la franquicia es el más acertado con muchísima diferencia con respecto a los films o a muchas de las series de televisión y limiteds en viñeta que se han realizado a lo largo de los últimos años, por encima incluso de los cómics de la editorial IDW, de los que bebe muchísimo esta saga.

 

Un caso más claro. En los ochenta tuvieron mucho auge los cómics batiburrillo de Dark Horse Comics en los que se mezclaban personajes de diferentes sagas cinematográficas famosas. De aquellas páginas nacieron mejunjes como Robocop vs Terminator o Alien vs Predator. Este último caso, como ya sabrán, dio pie a varios videojuegos: Desde los clásicos para Super Nintendo o el acongojante FPS de Atari Jaguar hasta el reciente Aliens vs Predator de SEGA. Ahí sí que se dio la vuelta a la tortilla, porque si no recuerdan mal, en 2004 apareció una película del mismo nombre dirigida por Paul W.S. Anderson.

 

 

Aquí no se salva nadie. Los videojuegos han demostrado ser un medio creativo que en muchísimas ocasiones supera a sus homónimos cinematográficos o televisivos. Al final todo se rige por las propias aptitudes de los equipos de arte, que ven en este medio una mayor libertad para dar rienda suelta a la imaginación y exprimir marcas de éxito hasta dar con ideas que los medios primigenios acaban aprovechando. Todo se realimenta.

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