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Por una pantalla más grande

Amplitud de miras
Martes 12 de Noviembre de 2013 por David Sánchez "Vittorio"

A lo largo de este último año he podido trastear con algunos de los monitores de ordenador y displays más exóticos que os podéis imaginar. Monitores calibrables profesionales que suben a 2000€ su factura, monitores especiales para radiología y mamografía, incluso algún monitor especial para control aéreo. Recuerdo un monitor médico de 5 megapixels con una increíble calidad en la reproducción de color, que era absolutamente inútil con una imagen en movimiento, y con imagen en movimiento quiero decir un el cursor de un ratón moviéndose por la pantalla, que dejaba una estela claramente visible sin fijarse mucho.

 

Recuerdo también hace poco un monitor Sharp 4K, que me enamoró profundamente en las imágenes de demo que el fabricante tenía preparadas, pero que cuando pude acceder al escritorio de Windows me dejó con la clara impresión de que el monitor es demasiado pequeño (32 pulgadas) para esa resolución. Las letras e iconos eran simplemente demasiado pequeños para verse con claridad. Esto nos deja una idea en el aire… Cada monitor tiene un uso, y sólo uno. Aquel para el que el fabricante lo diseñó. No esperéis más, tampoco menos. La ocasión de poder ver en persona el Sharp fue en el eShow de este año, en el cual tuve que acudir a configurar y montar algunos monitores, sin embargo, hubo algo que sí me llamo la atención: los VideoWall. Un VideoWall es una configuración de varias pantallas que funcionan como una sola. La imagen es mostrada como si tuviéramos un monitor, y pese a que estamos acostumbrados a ver esta configuración con horrorosos CRT, o enormes televisores de consumo, los monitores especiales tapara ello de hoy en día, aparte de una calidad abrumadora, tienen un marco de apenas 2 a 4 milímetros, con lo que la sensación de no tener marco interior en 4 pantallas de 46 pulgadas cuando se ve desde 2 o 3 metros es muy, muy creíble. Obviamente, eso es imposible en casa, pero…


Hasta hace un par de años era un acérrimo defensor de las pantallas de ordenador grandes. He cambiado de monitor más que de tarjeta gráfica, y para seros sinceros, es un vicio de los más caros que hay. Reíros de la drogadicción, la pantalladicción es mucho peor, y puede destruir vuestro futuro y el de vuestros hijos. Mi primer ordenador tenía una pantalla de tubo totalmente PLANA (Sí, en mayúsculas) de 17 pulgadas. Cuando la vi pensé que ni Angelina Jolie antes de operarse era tan bonita. Sí, era esa época… Cuando se «rompió», a los 3 años o así, fui derecho a los primeros LCD… 17 pulgadas, 19 de panel de alta velocidad, los primeros panorámicos de 20, 24, los 3D ahora… pero siempre grande para el momento en que estábamos. Siempre he pensado que el espacio en la pantalla es un lujo, y he intentado que siempre cada pantalla tuviera más resolución, calidad  y tamaño que la anterior… Hasta que llegó el 1080p. Los estándares tienen siempre una parte buena y otra mala. La buena es que todo el mundo se adecúa a una calidad más o menos decente. Lo malo es cuando esa calidad te parece lamentable. ¿27 pulgadas a 1080p? Si esto fuera el Whatsapp os pondría el iconito del mojón… 


Para que os hagáis una idea de hasta donde llega mi estupidez en este sentido, me hice con un iPad 3 sólo por la pantalla Retina. El primer día que estaba a la venta. Venga ya, hay que ser bobo… Pero así soy yo.


Cuando cambié de perspectivas laborales, me dieron un portátil y una segunda pantalla de 17 en la oficina. Venía de trabajar con los famosos (y sobrevalorados) displays Apple Cinema de 24 y 27 pulgadas, con lo cual os podéis imaginar la altura hasta la que se levantó mi ceja. WTF???

 

¿Llegaremos al punto de estar completamente rodeado de pantallas?

 

Bastó sólo un día para darme cuenta de que, de hecho, 2 pantallas pequeñas es un escenario mejor que una grande. ¿Qué tal 2 grandes? ¿O más de 2?


Lo que me lleva a mi último proyecto con mi ordenador: Mi mini VideoWall. Una configuración de 3 pantallas 3D, un proyecto frustrado, luego veréis porqué, pero para el cual ha habido que actualizar algunas cosas… 


Lo primero la gráfica. Tenía en mi ordenador una GTX 580, que gracias a lo que ha durado esta bendita generación de consolas no había sentido la necesidad aún de cambiar. Ni aunque buscara excusas, todo iba perfecto. Con casi 2 años en mi ordenador, ha sido uno de los componentes que de largo ha durado más, y que sólo cosas como The Witcher 2 ha puesto realmente a prueba. Todo lo demás, al máximo, siempre. Pero el venerable chip GF 110 (El core de la 580) no es capaz de sacar la señal a través de 3 pantallas, con lo que esta vez la excusa era realmente buena para actualizar. La elección obvia, por mejora en cuanto a potencia (La imagen a mostrar tendría una resolución de 5760 x 1080, 6 megapíxeles efectivos), era la GTX 680, capaz de mostrar imágenes  en 3 monitores, y que gracias a que la generación 7 de Nvidia ha salido hace poco ha caído bastante de precio y se puede conseguir de segunda mano barata. Barata quiere decir precio de PS3 nueva para los que sintáis curiosidad.


Hace 2 semanas he adquirido también un gemelo de mi monitor de 24 (23 pulgadas visibles) certificado 3DVision. Como no son 3, no voy a poder hacer Surround 3D aún, pero varias preguntas me asaltaban sobre la practicidad de 3 pantallas y sobre todo el espacio disponible, así que es bueno probar antes. 


Hagamos cuentas, en unidades que entendamos todos. Mi monitor medía en horizontal 57 centímetros contando con el marco, 52 centímetros de pantalla visible. Multiplicado por dos es una increíble extensión de 114 centímetros en mi escritorio, de los cuales solo 104 son visibles. Mi mesa de escritorio es un amplio tablero de metro y medio adquirido en IKEA, con unas patas. Ya veis por donde voy, ¿no? Mientras que antes parecía que el monitor era liliputiense y se perdía en el escritorio, ahora, literalmente, me he quedado sin espacio. Imaginaos ahora la adquisición de un tercer monitor. No va a suceder por motivos obvios, ya os lo digo. ¿171 centímetros de monitor, incluso en ángulo? Hay que saber aceptar una derrota, cuando decir basta. Y tener serios problemas de espacio en la mesa para incluir otro monitor más haría demasiado difícil mi día a día.


¿Cuáles son sin embargo, las ventajas de tener un segundo monitor, ahora que he dejado de lado la idea de 3 monitores? Jugar en 3D está fuera de la ecuación, ya que no es posible sin el tercer invitado. Jugar en 2D en una resolución que abarque los 2 monitores está fuera, muy fuera de la ecuación, porque tengo una extensión de marco de pantalla de 5 centímetros en el centro de mi área de visión. Pensad en un coche partido por la mitad… o un shooter… No, me niego. La utilidad videojueguil de esta configuración es 0, sólo sirve como una pantalla supletoria para buscar datos o hacer cualquier otra cosa sin tener que minimizar una aplicación. Es una situación miserable.

 

He sido testigo cercano de amigos que sin embargo sí han dado el gran paso del tercer monitor. Y no me resisto a contaros impresiones. Lo primero el tamaño, obviamente 3 monitores de 24 pulgadas ya hemos visto que es una pasada de espacio, con lo que las configuraciones que he presenciado son siempre de menos pulgadas. De 19 a 21 es la opción más sensata, aunque la contrapartida más grande es por supuesto que parece que alguien ha pasado una motosierra a tus pantallas. Así debería ver el teniente LaForge de Star Trek La Nueva Generación. La pantalla es inmensa horizontalmente, pero a lo alto es MUY pequeña. Y te das cuenta. Al jugar sin embargo, es donde este tipo de configuración es literalmente la leche. Max Payne 3 es otro juego, de verdad, muy impresionante. No tiene la utilidad práctica que podáis pensar de ampliar el campo de visión, pero la ambientación que consigue es totalmente distinta. Los shooters en primera persona y los juegos de coches también son alucinantes, pero tienen el defecto de que tienes que jugar con el ángulo en el que están las pantallas unas de otras y la perspectiva del juego. Acaba siendo un poco molesto, pero no empaña lo que por otro lado es una magnífica experiencia, si funciona. Porque la parte realmente mala de todo esto es que muchos juegos que realmente se podrían beneficiar de una configuración así no la soportan correctamente. Y mientras que es mejor ver más pantallas que solamente una, ver un marco negro o errores de renderizado me sacan del juego, pierde la ventaja de la inmersión totalmente, y acabo fijándome más en las partes malas que en las buenas. ¿Por qué, Diablo 3? ¿POR QUÉ?


Lo que nos lleva al siguiente paso. ¿Qué hacer con el desastre de escritorio que tengo ahora?


Lo malo de los monitores en 3D es el panel, un horroroso panel TN que distorsiona los colores en cuanto te mueves un poco. Sí, decir que los colores no son precisos es ser generoso, y la calidad de imagen se resiente mucho. IPS es más a lo que ya estoy acostumbrado ahora, y lo que me hace ver mi escritorio actual como algo que me pone realmente nervioso. Nervioso en plan compra compulsiva.


Las opciones ahora mismo pasan por tener una pantalla grande que ocupe todo mi campo visual, algo cercano a 40 pulgadas, pero el problema es, claro, los 1080p y el tamaño del punto, que me haría ver unos píxeles del tamaño de mi cabeza, pero que durante el juego (ahora mismo, con bastante retraso, soy muy de Skyrim con mods) cubriría de sobra toda mi extensión visual, pero no me decido por la resolución. 


Lo siguiente que estoy dispuesto a probar son los monitores de 27 pulgadas con resoluciones de 2560 x 1440. Estos monitores tienen por lo general un panel IPS excelente, que me haría sonreír cada vez que mirase la pantalla, pero claro después de tener 2 monitores no sé si no me parecería todo demasiado pequeño. Bueno, sí que lo sé.


La tercera opción, que es la que cobra más fuerza, es un monitor de formato 21:9 de 29 pulgadas. Hay excelentes soluciones de LG y DELL ya disponibles, aunque aún caras. La resolución es de 2560 x 1080p, con lo que la amplitud del campo visual es más ancha de lo normal, y saldría ganando al poder usar toda la amplitud de mi escritorio para jugar. Además, todo en gloriosos paneles IPS por ahora. Pero eso será cuando consiga vender mis 2 odiados monitores, así que mientras tanto mi único consuelo es mi flamante GTX 680


Eso si no me da el pronto y adquiero el tercer monitor 3D.


¿Por qué está tardando tanto en salir el dichoso Oculus Rift? ¡Está siendo mi ruina!


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