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Philips 242G5 144HZ

Jugando a 120 fps como John Carmack
Jueves 07 de Noviembre de 2013 por Alejandro Pascual

En la conferencia de la QuakeCon 2012, cuando John Carmack estaba empezando a interesarse por los Head Mounted-Display, pero todavía no estaba seguro de ellos, el debate se centró en algo que, casi dos años después, está a la orden del día: los frames por segundo. Las nuevas consolas están por salir y muchos de sus juegos no llegarán a los 60 cuadros por segundo que ya deberían ser estándar. Por aquél entonces, el director técnico de id Software, co-creador de Doom, Quake y los motores idTech de la compañía, se sorprendía porque las compañías tuvieran tantos problemas con llegar a los 60fps cuando para él abogaba por los 120fps.

 

"Te sorprenderías cómo, simplemente, se maneja el escritorio de tu sistema operativo a esa tasa de frames", dijo Carmack, y es completamente cierto. A más de 120 Hz, nuestro ratón se convierte en una herramienta precisa, las tareas del día se hacen de manera mucho más cómoda y la relación ojo-mano se acentúa exponencialmente.  Desde que Carmack dijo esas palabras, siempre hemos tenido la curiosidad de cómo sería jugar a esta tasa, por lo que aprovechamos la oportunidad que nos puso Philips, permitiéndonos utilizar uno de sus monitores dedicados a jugadores; el Philips 242G5 144 Hz, un monitor LCD que no sólo llega a esa cantidad de cuadros, sino que la supera.

 

El dicho popular es que el ojo humano no es capaz de distinguir tal tasa de frames, pero lo cierto es que esto se lleva diciendo desde que las películass optaron por los 24 fotogramas. Cuando los jugadores llegaron a los 60, muchos apelaban a que no hay necesidad, e incluso a día de hoy algunos jugadores no son capaces de distinguir la diferencia, pero sólo tienes que jugar a un título de lucha para encontrarla. Con los 120 frames ocurre lo mismo; habrá algunos jugadores que no terminen de ver la diferencia, pero para todos aquellos acostumbrados a shooter de respuesta rápida, sólo tendrán que moverse un poco para empezar a distinguir los cambios.

 

 

No busques aquí un diseño provocador, este Philips está hecho para que te centres en lo que ocurre dentro.

 

Para ello, y siguiendo el modelo de Carmack, optamos por hacer nuestras pruebas con Doom III BFG Edition. No sólo por ser el único juego optimizado para esta resolución, sino porque al ser un título menos puntero tecnológicamente, nos permite en nuestro ordenador llegar a esta cantidad de frames, y es que una cosa tenéis que tener en cuenta: si queréis jugar a 120 fps, vais a necesitar un equipo de muy alta gama. Habrá juegos con los que no tendréis tantos problemas, pero jugar a Battlefield 4 a 120 frames pedirá un equipo muy dedicado.

 

Configurando el monitor Philips 242G5 a 144 Hz a través de un cable Dual Link DVI incluido en la caja, ya que con nuestro cable HDMI no podemos alcanzar esta cifra, estamos listos para empezar a jugar a Doom III. El título de Carmack permite además varias configuraciones que pone un tope hasta 60 fps o los libera hasta los 120 fps, con lo cual es mucho más fácil notar las diferencias. Y, si bien a 60 fps como siempre hemos jugado hasta ahora el título se mueve con una fluidez muy aceptada, apuntar y disparar a 120 fps es un espectáculo ante la vista. Se notan y detectas la fluidez con la que va todo y además, esa potencia extra hace que las caídas sean completamente inapreciables. Hacer giros bruscos con el ratón se realiza de forma suave y orgánica, mientras se tiene una cierta certeza de que tu ordenador se está esforzando por primera vez al máximo de capacidad. Incluso en las pruebas con aplicaciones y programas tienes la sensación de que has ganado en potencia, cuando en el fondo es todo un efecto óptico.

 

Como hemos mencionado anteriormente, el 242G5 contiene un panel LCD. Actualmente, parece que tanto monitores como ordenadores están dejando de lado esta tecnología en pos de la más atractiva LED, pero si nos vamos a las especificaciones esto no es tan bonito como parece. Los LED aparentan ser por defecto más atractivos, porque muestran los colores más brillantes, (la propia pantalla de hecho brilla, lo cual destaca, pero es algo molesto con luces encendidas), unos negros bastante precisos y en general todo parece lucir mejor. Sin embargo, la tecnología de un buen LCD que permita configurar completamente todos los colores consigue un ajuste del color y de los negros mucho más ajustado al patrón original creado por el diseñador. Ya lo hemos hablado muchas veces aquí, cómo nos gastamos muchísimo dinero en monitores y televisores que saturamos al máximo, destrozando por completo la configuración de color escogida por los desarrolladores de videojuegos. El 242G5 posee un software llamado SmartControl, que nos permite ajustar todos estos parámetros para encontrar el color adecuado y luchar contra la retroiluminación propia de los LCD, de forma que veas los negros prácticamente puros sin ese brillo extra que produce la exposición a la luz.

 

 

El mando que acompaña al monitor te permitirá modificar las opciones del monitor así como cargar tus perfiles guardados instantáneamente.

 

Esto se notará también no sólo en los videojuegos, sino con las películas. Con las abundantes escenas oscuras que abundan ahora el cine, es más importante que nunca tener un buen ajuste del contraste. En este caso, el monitor logra un color negro mucho más profundo y un contraste superior. SmartImage además ofrece una opción dinámica que permite configurar el contraste y brillo automáticamente según la imagen. Esta opción ha sido siempre muy polémica, provocando sobre todo en televisores un efecto algo molesto, ya que el panel no terminaba de ofrecer la opción correcta, corrigiéndola constantemente. SmartImage sin embargo parece hacerlo de forma mucho más coherente, haciendo que los cambios entre juego, película y sistema operativo sean los correctos. Además de esto, disponemos de diferentes opciones preseleccionadas con las que podrás configurar la gama de color, el brillo y el contraste a tu gusto según el uso que le des al monitor en ese momento.

 

Haber tenido la oportunidad de jugar a 120 fps, a lo John Carmack, y comprobar si realmente era cierto o no todo lo que se decía ha sido una experiencia totalmente satisfactoria. Las pruebas realizadas con el Philips 242G5 han cumplido con las expectativas y denotan que la marca ha sabido reflejar todo lo que un jugador exigente con altas expectativas puede buscar. Está enfocado en ello y por tanto no posee nada que no necesite, como altavoces que no vas a usar o entradas antiguas que tampoco. Sus USB 3.0, SS USB, 2xHDMI, RGB y DVI son más que suficiente para cubrir todas las necesidades. Eso sí, si con algunos juegos que están llegando o están por salir es a veces complicado llegar a los 60 fps según la configuración de tu ordenador, tendrás que tener una máquina adecuada para poder alcanzar la tan deseada tasa. Aun así, lo bueno de poseer un monitor como este Philips 242G5 es que tu tope no será nunca más 60, sino que podrás arañar todos los cuadros de más que tu gráfica sea capaz de dar. Eso, unido a su gran panel totalmente configurable lo convierten en un top en su campo. Probarlo es reírse del eterno debate de los 30 o 60 frames por segundo. 

 

Especificaciones técnicas



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