MGSmart | Enigmatics 2: La Niebla de Ravenwood ios
Llevo mucho tiempo queriendo hablar de algo 'típico de móviles', pero las conversiones y los emuladores me han tenido un poquito mareado. El otro día, hablando con una 'vieja amiga', me preguntó si había probado Enigmatics y que por qué no hablaba de ellos en mi sección, y bueno... Va por ti, Eva.
HOPA: Nuevas mecánicas, vieja usanza.
Enigmatics 2: La Niebla de Ravenwood es la segunda parte de Enigmatics: El Fantasma de Maple Creek, título con el que la compañía Artifex Mundi's dio el campanazo y revolucionó el género de los HOPA. Pero vayamos por partes, el HOPA -Hidden Object Puzzle Adventures- es un descendiente directo de los viejos juegos de aventuras y de sus predecesoras, las aventuras gráficas. ¿Recordáis la grandeza del primer Resident Evil, la complejidad de Alone in the Dark o la desesperación en los títulos de Lucas Arts? Pues los HOPA toman todos los elementos que más echamos de menos de los videojuegos actuales y los embadurnan con una pátina de historia que justifique el desfile de búsqueda de objetos, puzzles y problemas que nos encontraremos en nuestro camino.
En el caso de los Enigmatics, la historia es algo más que una leve pátina. Los tipos de Artifex Mundi's son especialistas en coger algo trillado y darle un par de vueltas para conseguir que realmente te atraiga, te atrape y te invite a seguir. Dósis de intriga, terror e investigación se unen a unas cinemáticas y unas animaciones que destacan por ecnima de lo que estamos acostumbrados en este tipo de juegos.
Pero vayamos al grano.
La historia de Enigmatics 2: La Niebla de Ravenwood tiene lugar un año despuñes de los acontecimientos vividos en su secuela, el Fantasma de Maple Creek. En los últimos meses, la detective protagonista de la primera entrega ha ido tras la pista del predicador demoníaco al que se enfrentó en el pasado. Varias han sido las veces que ha estado a punto de atraparlo, pero al final el tipo consigue burlar a la detective y la pista se enfría...
...Hasta ahora. El predicador ha vuelto a aparecer, esta vez en Ravenwood, y una vez más nuestra querida detective deberá seguir su pista mientras se enfrenta a lo sobrenatural con su mejor arma: El ingenio. El juego empieza con una chica sollozante que nos dice que sus padres han sido llevados por la bestia, y a partir de ahí empezará una aventura en la que deberemos movernos de una localización a otra en busca de herramientas y pistas que nos ayuden a culminar con éxito la aventura. En total una nada despreciable cantidad de cincuenta y cinco localizaciones plagadas de puzles, enigmas, búsquedas de objetos y sobre todo unas estupendas cinemáticas y una historia estupendamente ambientada con sólidos escenarios e impactantes gráficas.
¿Me lo pillo?
Enigmatis 2: La Niebla de Ravenwood es un gran título, pero tiene algunas pegas que le hacen bajar muchos puntos por culpa de descuidos que piden acogotar hasta la inconsciencia a los responsables. En primer lugar está la traducción, una auténtica porquería digna de los viejos tiempos de la primera Playstation en la que los culpables no se han preocupado mínimamente de lo que estaban escribiendo. La protagonista habla de sí misma en masculino, algunos personajes masculinos son referidos como si fueran señoritas, y algunos objetos no están bien traducidos, lo que hace casi imposible descubrir qué narices estamos buscando.
Por otro lado, la duración tampoco es como para tirar cohetes, hacia las diez horas si eres un picadito de los logros y te lo tomas con calma, lo que teniendo en cuenta el precio, 4,95, viene a salirte a cincuenta céntimos la hora. Pero la cuestión es que estamos hablando de un buen título a pesar de su traducción, la historia engancha, los puzzles molan, es bonito y te deja un gustito interesante cuando consigues terminarlo.
En resumen, sería interesante que los tipos de Artifex despidieran a los encargados de traducción y contrataran a alguien que sepa lo que hace. Mientras, es un gran juego para echarle un rato, muy diferente a lo que jugamos en las consolas y en PC y, a la vez, algo que os traerá recuerdos del pasado.
¡Nos leemos!
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