MGRetro | Theme Hospital

Hubo una época en los 90 en la que los juegos de simulación empresarial sufrieron un tremendo auge entre los videojugadores, que ansiaban más y más y de sus productos. De entre los cientos de títulos que surgieron, dos sagas parecieron alzarse con el candor del público: La saga Sim, de Maxis, de la que destacaron las múltiples versiones de SimCity, los Sims, y su espectacularmente adictivo SimTower en el que controlábamos un rascacielos ultramoderno; y la saga Theme, de una Bullfrog Molyneuxniana, que despegó con Theme Park, culminó con Theme Aquarium y en medio nos hizo el gran regalo de este Theme Hospital. Como dato curioso, Electronic Arts se encargó de la distribución y absorbió gran parte de Bullfrog, a la vez que se hacía con su 'competencia', Maxis, poco después.  

 

Tenemos un caso grave

Theme Hospital era, por tanto, un simulador de negocios empresarial en el que teníamos que ponernos al cargo de un hospital que parecía beber directamente del espíritu del viejo juego de Operación. Como directores del centro médico debíamos desarrollar y construir nuestro centro, a la vez que recibíamos a los pacientes y tratábamos de solucionar sus males de la mejor forma posible.

 

Al principio, el bajo presupuesto y la escasez de medios apenas nos permitían ser poco más que un ambulatorio con un médico general, una enfermera/oficinista y un pequeño mostrador que hacía triste compañía a la solitaria camilla en la que los pacientes narraban sus problemas. Sin embargo, varios chequeos y algún que otro fallecimiento por negligencia después, la cosa iba cogiendo ritmo con nuevos despachos, áreas más modernas y un buen puñado de profesionales especializados en enfermedades tan absurdas como 'Lengua Caída', 'Invisibilitis', 'Catarro Atípico' o 'Síndrome del Cabezudo'. 

 

 

Sígame, por favor

El gameplay era bastante sencillo, y permitía parar el tiempo para tomar decisiones cruciales. En principio, los pacientes pasaban por el mostrador, donde se les daba turno para el médico general. Una vez pasaban por las manos del 'médico de familia' era posible que se diagnosticara su dolencia, lo que nos llevaba a curarlo si teníamos la posiblidad, o bien a seguir siendo diagnosticado en las salas de diagnosis -rayos X, gammagrafía, TAC, etc-. Una vez identificada la enfremedad el paciente pasaba a la sala de cura o a la farmacia. En caso de no disponer de las instalaciones podíamos mandar al paciente a casa, a un hospital de la competencia o bien hacerlo esperar hasta que construyéramos las salas y el equipamento necesario para poner fin a su sufrimiento... a ser posible de forma no drástica.

 

Theme Hospital se dividía en niveles con una serie de objetivos a cumplir, separados en periodos de un año. Los objetivos iban desde ampliar el hospital y lograr nuevos edificios hasta salvar a un determinado número de pacientes con una dolencia específica o evitar que se murieran x pacientes. Todo esto lo convertía en un simulador empresarial en el que había que tener en cuenta variantes tales como el número de pacientes que acuden, que dependía de cosas como la fama y el precio del tratamiento, la balanza entre gasto y ganancia, la inversión en nuevos profesionales y equipamentos y un sinfin de cosas que convertían la experiencia en algo realmente adictivo.

 

Una vez terminado el año fiscal nos enfrentábamos a la valoración de la junta directiva acerca de nuestro trabajo como directores. Si lo habíamos hecho bien, recibíamos una carta de felicitación por haber cumplido los objetivos y pasábamos al siguiente nivel. Si no lo habíamos hecho mal pero aún no habíamos culminado todas las tareas, el juego continuaba. Sin embargo, si habían muerto demasiados pacientes o terminábamos el año con graves problemas financieros se nos acusaba de ocultar cadáveres o de malversación, lo que nos obligaba a reiniciar el nivel o a cargar alguna partida previamente guardada.

 

 

Mortalmente divertido

Theme Hospital mezclaba a la perfección elementos tan dispares como el humor, el diseño de escenarios, la simulación adminitrativa y toda la locura que envuelve a la vida en un hospital, lo que hizo de él uno de los títulos más atractivos e interesantes en su género. Lanzado en un principio para PC en marzo de 1997, un año después llegaría a Playstation, y Sony lo agarraría con fuerza relanzándolo varias veces en su Playstation Network para Playstation 2 y Playstation 3. 

 

A pesar de pertenecer a un género casi olvidado tiene todas las grandezas que hicieron mítico el estilo en su momento, resulta divertido de jugar, entrañable, y francamente cachondo en algunos momentos de puro absurdo, como cuando una epidemia de pacientes cabezudos amenaza con colapsar la sala de espera o los pacientes con invisibilitis empiezan a hacer de las suyas por los pasillos. Si tenéis la oportunidad de echarle un ojo, seguro que no os defrauda.

 

¡Nos leemos!

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