MGRetro | Super Sidekicks 2
Siempre lo he reconocido: lo mío con Super Sidekicks es una rareza similar a nacer con seis dedos. Y sí, puede que sea extraño que un aficionado al fútbol y los videojuegos pueda preferir la primera a la segunda parte, pero si algo no se puede dudar de SNK es que supo hacer en Neo Geo una serie de franquicias con diferentes generaciones entre sí que diferenciaba, en mucho, entregas pretéritas y futuras de una serie. Por ejemplo, los KOF 94 y 95 contra los 96 y compañía, de Fatal Fury Special a 3 y Real Bout, de Samurai Shodown 2 a su tercera parte. Uno de los pocos juegos lejos del territorio de la lucha que optó a evolucionar fue Super Sidekicks, que cambió del día a la noche del primer juego a la secuela.
Dichas evoluciones se llevaban al territorio jugable y técnico. Los juegos cambiaban tremendamente de una entrega a otra. Uno de los más peculiares fue el sufrido por la franquicia KOF en el año 96, que prácticamente se reconstruyó desde cero para crear los cimientos de los que serían, sin duda, sus capítulos más celebres: KOF 97 y KOF 98. No fueron pocos los que durante el lanzamiento de la entrega del año de la Eurocopa de Inglaterra rechinaron: para muchos era peor en muchos de los apartados expuestos por el año anterior, comenzando por la animación de sus personajes, el tamaño de sus sprites o sus propias mecánicas, menos exigentes que en el capítulo de Rugal.
Más allá de los gustos personales, Super Sidekicks 2 mejoró en todo. Se lanzó a finales del 94 y tomó el Mundial de Estados Unidos como referencia en la que basarse. Por supuesto, no contó con las licencias oficiales del torneo americano, pero sí supo colocar habilmente los emparejamientos de la cita en sus fases preliminares. Inolvidable ronda para España: un triste empate para los de Clemente contra Corea del Sur a una hora intempestiva, un meritorio empate con la todopoderosa Alemania y una victoria 1-3 contra Bolivia con un jovencísimo Guardiola y Caminero dándolo todo. En octavos nos cargamos a Suiza y en cuartos Italia nos jodió la vida y Tassotti a Luis Enrique la tocha.
La revancha te la servía SNK en su nuevo y flamante videojuego arcade. Puedo deciros que en mi vida como jugador, pocos juegos me han llegado a causar un impacto gráfico así en mi primera partida. Pensé que era una de las cosas más bestiales que había visto jamás en máquina, consola u ordenador. El diseño de los jugadores, el ángulo de la cámara o el propio devenir del partido, que parecía el de un partido real, supuso al joven Chan, que contaba 8 añitos, no haber visto nada igual en su vida. No acababa ahí: el software añadía un tercer botón a la acción con el que podíamos hacer auto-pases y correr más, con lo que la mecánica cambiaba por completo a la vista en el primer Sidekicks.
Dicha producción basaba sus pases a unas mecánicas que permitían pasar el esférico al lugar marcado por una flecha que rodeaba al futbolista. La única forma de pasar a nuestro antojo era con el botón de chute, algo que se debía dominar y saber sacar partido para poder convertirlo en el pase más útil del juego. La cuestión es que ahora teníamos libertad absoluta para pasar a nuestro antojo a cualquier dirección, y que el balón podía ser compartido de múltiples formas más allá del pase, ofreciendo nuevas posibilidades al control de la obra. La idiosincrasia del disparo también variaba, pero añadía una nueva variante a la ecuación del chut, la ocasión.
Un espectáculo técnico en el que veíamos la acción en tercera persona y apuntábamos a puerta para lanzar nuestro certero disparo al fondo de las redes. Su utilidad era discutible, pero su espectacularidad estaba fuera de toda duda. Lo he dicho mil veces en MundoGamers y caerá una última vez la presente afirmación: no hay nada que se le acerque a las celebraciones de goles de SNK. En Super Sidekicks 2 no decepcionaron y las nuevas animaciones suponían una poesía al arte del chicharro. Una maravilla técnica inimitable a día de hoy, por mucho que Konami o EA se empeñen. Falta épica, y los ingredientes de los de Osaka parece que se extinguieron con su desaparición.
La franquicia avanzará en años venideros, sumando nuevos capítulos y aprovechando nuevas citas mundialistas, pero pocos serán tan míticos como la segunda parte de la serie de SNK. Una producción brillante y una obra absolutamente mítica todavía jugable a día de hoy. La desgracia del presente monumento al fútbol y al mundo del videojuego está en lo difícil que es acceder al software hoy en día. Pocos recopilatorios lo tienen en su lista y parece que Playmore ha olvidado por siempre su existencia. La única forma de jugarlo es mediante emulador, y eso complica un tanto las cosas para jugadores menos avezados y dispuestos a romperse los cascos por jugar a un juego con más de dos décadas a sus espaldas.
Sin embargo, si te apetece saber cómo vivíamos el fútbol y cómo entendíamos los videojuegos balompédicos a mediados de los noventa, necesitas cascar un chicharro para ver su celebración y entender que en los últimos tiempos, en materia futbolística, algo se ha perdido. ¿Quién podrá recuperarlo?
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