MGRetro | Red Dead Revolver

Ya tenemos el anuncio de Red Dead Redemption 2, y mientras el hype nos consume, las ganas de que llegue otoño de 2017 aumentan y el tiempo se nos hace cada vez más lento olvidados casi todos los grandes lanzamientos que están por venir porque el ser humano es así de puñetero, llega el momento de rendir tributo a su antecesor. Y no, no nos referimos a Red Dead Redemption, sino a Red Dead Revolver. 

 

Cabe introducir aquí una aclaración a modo de explicación de lo que fue la gran carrera del oeste en tiempos de Playstation 2 y la primera Xbox. Si bien vamos a hablar del primer Red Dead por su nombre y por ser el primero de la franquicia que luego ofrecería el estupendo Red Dead Redemption, podría decirse que el antecesor de las aventuras de John Marston fue este Revolver cargado de seis tiros, sí, pero también Gun, un juego que llevó más allá el concepto de sandbox y que ofreció un oeste abierto y explorable más en la línea de Rockstar a pesar de haber sido realizado por Neversoft.

 

 

Tras las notas de Ennio Morricone

Cae el sol en el lejano y salvaje oeste. El joven Red Harlow está practicando con su padre, disparando a diversas dianas caseras. El canto de las chicharras enmudece de repente ante el ruido de unos caballos en el horizonte, que no hacen presagiar nada bueno. Suenan unas notas, posiblemente de Ennio Morricone o tal vez de Luis Bacalov. Sergio Leone se frota las manos y piensa que esto ya lo ha soñado antes. Y la vida adulta del joven Red comienza con una explosión de pólvora. 

 

Red Dead Revolver comienza como una historia de venganza muy en la línea de Sergio Leone, una historia en la que acompañaremos al joven Red en todos y cada uno de los momentos que le llevan a ese diparo final, a ver caer al asesino de su familia tras el humo de la pólvora, con el público mudo de su duelo al sol. No falta la música de Bacalov y Morricone en una producción magistral, ni los personajes que nos recuerdan a Clint Eastwood, Lee van Cleef, Eli Walach, Franco Nero o Gianni Garko.

 

Respecto a la acción, la que cabe esperar de todo buen western que se precie y que en su momento, en 2004, elevó a los cielos a los usuarios de Playstation 2 y Xbox que pudimos disfrutar de primera mano de los tiroteos a caballo, los robos de banco, los asaltos al tren, las carretas con caballos desbocados, las estampidas de bisontes y, por supuesto, los duelos más intensos en un juego que iba mucho más allá de todo lo visto anteriormente.

 

 

Desenfunda, vaquero

Red Dead Revolver se establecía como un juego lineal separado en misiones consecutivas, bastante alejado del concepto mundo abierto que luego lograría Red Dead Redemption, si bien permitía bastante libertad en algunos escenarios de la misión a la hora de cumplir las misiones, pudiendo incluo montar a voluntad para movernos por un tiroteo a nuestro antojo o buscar diversos rincones desde los que lograr una ventaja. 

 

Cada misión tiraba del acervo cultural del western para ofrecernos lo que todo buen amante del cine de vaqueros esperaba del juego: pueblos perdidos en el desierto, trenes, desfiladeros, diligencias, ranchos y todo mezclado con situaciones sacadas de lo mejor de la filmografía en la que no faltaban los paseitos por el techo del ten, los duelos y las fases de sigilo.

 

A este respecto, Red Harlow no era el único personaje. Poco a poco íbamos conociendo a personas que más adelante se convertían en personajes jugables tanto en determinadas misiones como en el modo de juego online, un modo muy poco usado por aquella época, que permitía jugar hasta a cuatro jugadores en red.

 

 

Estás lejos de casa, forastero

Más allá del modo de juego, los tiroteos, los duelos al sol y la historia, lo que de verdad enamoró en su momento fue el todo, el conjunto, la magistral forma en la que Red Dead Revolver supo captar el espíritu de la época con la música original del western de Leone y las situaciones y escenarios en los que se desarrollaba la aventura. 

 

Sin duda saldría perdiendo en una comparativa moderna con su hijo, Red Dead Redemption, pero eso no quita para que no podáis echarle un vistazo a día de hoy a una de sus versiones en PS3, Xbox 360 y Playstation 4. Como curiosidad, sigue siendo un título que merece la pena conocer.

 

Eso sí, no os confundáis: Red Dead Revolver es un spaghetti western de los de toda la vida, de esos que se rodaban en Almería y que mi generación disfrutó a golpe de sesión de tarde y la actual, si hace el esfuerzo, aún puede encontrar en canales autonómicos mientras el abuelo duerme en la butaca. Red Dead Revolver es el calor, el sudor, los pañuelos, las espuelas y el olor del albero cocido bajo el sol. No esperéis nada moderno, si Red Dead Redemption es Sin Perdón, Red Dead Revolver es Kid Vengeance sin Leiff Garrett. Y está bien que sea así. 

 

¡Nos leemos!

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