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MGReplay | No More Heroes

Suda51 le dio un uso digno al Wiimote
Martes 07 de Octubre de 2014 por Diego Emegé

No More Heroes tiene seis años, seis meses y 20 días. Fue mi sueño húmedo cuando Wii era un proyecto conjunto entre Nintendo, creadora, y Diego, comprador, que no llegó a buen puerto hasta unos años después del lanzamiento de la consola. Fue, creo recordar, mi primer juego de Wii (a excepción de los Wii Sports de turno), y nunca lo había acabado hasta ahora. «¡MAL, DIEGO, MAL!» Ya lo sé, leñe; dejadme vivir, que no todo es jugar y por esto mismo existe el MGReplay.

 

Suda51 es uno de mis creadores favoritos y eso es algo que no escondo jamás de los jamases, porque Killer 7 me marcó profundamente y ya no he sabido superar el mono de Suda51, a pesar de que muchos de los fetiches del llamado Tarantino de los videojuegos me rechinen tanto que a veces me entran ganas de partir la pantalla de lo kitsch que puede resultar todo el producto Suda, y de lo infantiles que pueden llegar a ser las visiones de los personajes que crea. Pero claro, uno se pone a jugar a No More Heroes y muy pronto se le olvida, porque acepta el trato y se deja llevar por el mundo tonto y hortera que Goichi le ha preparado, porque en el fondo es un niño que tiene claras sus obsesiones y que se ha ganado el hacer juegos que beben directamente de ellas.

 

Seguro que muchos os acordaréis de esta melodía...

 

Travis Touchdown es reflejo del propio Suda51, a su manera. Es un friki apasionado por los cómics, la lucha libre mexicana y el porno. Su momento llega cuando se lleva una katana láser en una subasta por internet y el muy cazurro se mete de lleno en una nueva carrera profesional como sicario. Como tal, se debe afiliar a la Asociación de Asesinos Unidos y decide subir puestos asesinando al resto de sicarios por encima de él, un total de 10 extravagantes asesinos.

 

No more héroes es a primera vista un juego de mundo abierto, ubicado en una localidad de aspecto californiano llamada Santa Destroy, donde se mueve todo este comercio de la sangre, pero en realidad la acción es tremendamente lineal, salvo por ese núcleo que solo nos sirve para transportarnos de un punto al siguiente de la historia. Es verdad que existen cartas coleccionables que pueden fomentar ese punto de exploración en el mundo abierto, pero la labor puede ser tan tediosa que es mejor no contar con ella. También existen misiones secundarias que podrían justificar el tamaño del mapa: un total de 20, pero todos son encargos peculiares, pero repetitivos en esencia.

 

Lo cierto es que el juego es repetitivo. Sigue un método muy estricto de hacer las cosas. Tras terminar la primera batalla que nos clasifica para pertenecer a la AAU, nos sueltan en Santa Destroy sin un duro, mientras que las tasas para acceder a la siguiente batalla resultan especialmente prohibitivas en nuestra situación. Por ello, el bueno de Travis se ve obligado a dejarse explotar recogiendo cocos, recogiendo la basura o cortando el césped de los vecinos de Santa Destroy lo más rápido que pueda. Es aburrido, repetitivo y, ciertamente, una de las razones por las que el uso del Wiimote gana en variedad en No More Heroes.

 

Con ustedes la bandera de Santa Destroy, tierra de cocos y homicidios legales

 

Tras cada trabajo, los patronos nos recomiendan para que accedamos a encargos de sicario mejor remunerados. Dos de estos trabajos nos darán suficiente cash para seguir con la historia. Tanto los encargos de recogidas como los de asesinatos pueden convertirse en un gran tedio, porque paran la historia de lleno, sin dejar lugar a reflexiones o planteamientos de lo que puede estar ocurriendo en esa AAU. Creo que esta fue una de las razones por las que dejé de jugar en su momento a No More Heroes, porque realmente hay que tener paciencia con Suda y su forma de contar la historia, que a veces significa aguantar trivialidades para luego valorar más el juego principal.

 

En cuanto a las batallas y los combates, se aprovecha mucho el Wiimote, pero como las mecánicas son sencillas y muy fáciles de pillar, el acto de matar, una vez más, es repetitivo. Esto no quiere decir que no sea tremendamente gratificante acabar con cada enemigo. Suda sabe cómo hacer que las muertes enemigas se representen con gran pompa y espectáculo, y desde mi punto de vista así da gusto matar a 10 o a 100 enemigos. El modo New Game +, no obstante, se convierte en todo un reto que, sorprendentemente, refresca la experiencia porque se nos permite mantener los dineros, los coleccionables y las mejoras de armas. Adiós a trabajos cutres y hola a los asesinatos mejor pagados, porque aunque ricos, queremos comprar camisetas, que nos llenan de un SWAG exquisito.

 

No More Heroes es una experiencia Suda51 en toda regla. Es rara de narices, hortera, un incordio de jugar a ratos y, al mismo tiempo, una mierda muy buena de la que no podemos desprendernos, especialmente cuando descubrimos ese modo New Game + que nos da alas. Sé que lo que digo es contradictorio, pero esta obra de Suda es única en su especie y tenéis que probarla para entenderlo. Para terminar mi recomendación mando un aviso para navegantes en Wii, porque existe una versión censurada que nos deja sin sangre y, en consecuencia, le quita sentido a algunas muertes de los jefes finales. Por otra parte, en PlayStation 3 salió la correspondiente versión remasterizada, que incluía todo lo bueno de No More Heroes más sangre, más el mejor control de Move.

 

La elección es vuestra, pero si os metéis en No More Heroes hacedlo asumiendo que los cocos no se van a recoger solos. El próximo martes, Fallout 3


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