1. Mundogamers
  2. Articulos
  3. PC

MGIndie | The Talos Principle

El más hermoso de los acertijos
Sábado 25 de Octubre de 2014 por Diego Emegé

Estoy disfrutando mucho de mi experiencia con The Talos Principle. No sabía muy bien qué esperarme hace meses cuando lo presentaron. Reconozco que me sentía algo reticente ante la idea de que Croteam se hubiera metido a fabricar puzles y los hubiera colocado en un contexto metafísico-existencialista-teológico-espongiforme. Al fin y al cabo, son los creadores del puto Serious Sam, un juego que no hace más que parodiarse a sí mismo. En anteriores MGIndie he hablado de él, antes y después de haberlo probado en la Gamescom. Entonces ya empecé a pensar distinto de él, pero ahora mi punto de vista ha cambiado radicalmente.

 

The Talos Principle es un juego de puzles en primera persona con un toque de mundo abierto y que se engloba en una misteriosa historia en la que las grandes cuestiones de la vida toman un papel protagonista. Encarnamos a un robot que tiene la misión de explorar una recreación digital de varias etapas de la historia siguiendo las instrucciones (o eso parece) de una voz que parece pertenecer a un dios llamado Elohim.

 

Hasta el momento mi experiencia se ha reducido a la primera etapa del juego, en la que visitamos hasta 9 niveles ambientados en un mundo de ruinas romanas. Estos primeros pasos sirven para empezar a ubicarnos o a creer saber dónde estamos. Los primeros momentos sirven de tutorial para aprender a movernos, a mirar y a entender las mecánicas de los puzles. Para que lo entendáis fácilmente, sabed que se parecen ampliamente a las de Portal, en el sentido de que cada puzle se desarrolla en una zona dividida por barreras de energía que tenemos que gestionar para llegar a nuestro objetivo. Mientras que en Portal ese objetivo era pasar a la siguiente zona, en Talos es un objeto llamado sigil, que no es otra cosa que un tetrimino.

 

En este templo se disfrutan de las bacanales y orgías matemáticas más locas del multiverso

 

Aparte de las barreras de energía también hay otros elementos que forman el conjunto de las mecánicas, como placas de presión, desniveles o rayos activadores y otros más peligrosos, como robots-bomba flotantes o torretas que detectan el movimiento. Para sortear estos obstáculos hay tres objetos principales que usar: un bloqueador de señales eléctricas, que se usa para dejar inservibles puertas, torretas y demás; una suerte de teodolito para redirigir láseres y activar puertas; y, por último, una magnífica caja, que podemos aprovechar para bloquear el paso, activar las placas de presión y sortear desniveles. Cada puzle nos proporciona un sigil. Cuando agrupamos varios podemos usarlos para desbloquear nuevas zonas mediante la realización de un puzle clásico en un panel.

 

En lo que respecta al trasfondo de The Talos Principle, siento que aún es pronto para que evalúe con certeza de qué trata el juego, además, estoy bajo un embargo para no contar en exceso. De todas formas, sí que os puedo comentar que el juego tiene varias formas de transmitir la historia. Lo primero que nos llega es la voz de ese ente llamado Elohim, que podría ser como nuestro tutor en el juego. Es quien nos da instrucciones y quien representa el papel de Dios. Por otra parte, tenemos unos terminales en cada nivel a los que podemos acceder para obtener información, que se nos proporciona en forma de registros escritos o de archivos del ordenador. Esta es información de apariencia inconexa, pero ayuda a dar pinceladas sobre lo que hay detrás de toda la historia.

 

También están los registros sonoros, que aparecen en el mundo, directamente, como elementos luminosos y bien claros. En ellos podemos oír los registros de una mujer que parece contar el progreso de un experimento o estudio. Por último existen los códigos QR que se pueden pintar en las paredes. Estos no son otros que mensajes que los jugadores pueden dejar usando botes de pintura que están escondidos en los escenarios. Cuando encontramos un bote, podemos pintar uno de estos códigos en cualquier pared eligiendo uno de varios mensajes predefinidos, pero con sentido referente al entorno.

 

¿Alguna vez habéis soñado que salíais desnudo a la calle? Él lo está viviendo

 

Este concepto se une al hecho de que, de cuando en cuando, podemos ver las representaciones digitales de otros robots a su ritmo. Aún no me aventuro a decir si los mueve la máquina o son otros jugadores, pero desde luego da la sensación de no estar solo en el mundo y de ser solo una de muchas hormigas que mueven la comunidad.

 

En lo que respecta al aspecto sensitivo, The Talos Principle es todo un deleite. Aprovecha la última versión del Serious Engine para recrear unos escenarios hermosos. En la Gamescom, Tom Jubert, escritor del juego, me comentó que los chicos del apartado artístico se habían basado profundamente en montones de ruinas romanas y castillos franceses para poder recrear esos escenarios tan vistosos, y se nota que su labor ha sido meticulosa. A pesar de repetir algunos recursos por los mapas, logran construir entornos muy bonitos y en los que apetece sentarse a leer un libro. También tienen un sistema de climatología dinámica con el que los efectos de luz ponen de su parte para conseguir que, por ejemplo, las nubes proyecten sombras dinámicas que dan mucho a la atmósfera. Por último, la música es una compañía exquisita que ayuda a centrarse en los puzles, pero también relaja enormemente.

 

The Talos Principle puede parecer pretencioso con su planteamiento como «juego de puzles filosófico», pero creo, sinceramente, que tiene mucho que contar. Para empezar, los puzles están resultando cada vez más interesantes y bien planteados, a pesar de que no aporten mucho al universo de los puzles; y en lo tocante a la narrativa, creo que el hecho de que los responsables sean Tom Jubert, escritor de FTL y The Swapper, y Jonas Kyratzes, responsable de Infinte Ocean, va a terminar siendo más relevante que la creación interactiva.


<< Anterior Siguiente >>