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MGIndie | Battleblock Theater

Are you not entertained, kitty cat?
Sábado 21 de Marzo de 2015 por Diego Emegé

Los juegos flash ya no son el crisol de talentos independientes que fueron antaño, cuando Newgrounds vio nacer grandes y memorables nombres que luego Steam y el XBLA lograron establecer por siempre. No obstante, Battleblock Theater mantiene claramente un vínculo con esa época dorada, y responde con orgullo al legado que se le proporcionó. Puede que la tecnología haya cambiado, pero es un juego nacido en la cultura aquellos Meat Boy y N+. The Behemoth son los responsables de él, y también de Alien Hominid y Castle Crashers (que, por cierto, ya repasamos por aquí), y deja claro lo mucho que pueden conseguir los desarrolladores independientes con un solo juego. Es una aventura de plataformas, con modos cooperativo y competitivo, es un paquete de herramientas creativas y también es un espectáculo de variedades.

 

Para ubicarnos, pinchemos en carne: somos un prisionero anónimo y perdido en un teatro ruinoso regentado por gatos que trabajan bajo el influjo de un sombrero maldito. Estos señores del mal gatunos no tienen otra cosa mejor que hacer que confeccionar mortales y difíciles retos de plataformas para entretenerse viendo a los prisioneros tratar de superarlos.

 

El juego, en su forma más simple, nos pide coleccionar unas gemas verdes en cada nivel para desbloquear la salida. Es esa clase de juego que nos anima a explorar cada rincón de cada nivel para hacernos con cada una de las gemas escondidas, ovillos dorados y, también, a hacerlo en poco tiempo. La progresión es una mezcla de movimientos ágiles y precisos (hay saltos, saltos dobles, elementos del entorno, la posibilidad de correr, etc.) y la resolución de puzles que se basan en los bloques que forman el escenario.

 

 

Hay bloques sólidos, nubes, bloques de lava, bloques explosivos… Y ninguno de ellos es dañino. Solo el líquido nos hace morir. Todos estos tipos de bloques fomentan un juego ágil y muy dinámico. Esa es la característica principal que distingue a Battleblock Theater del resto. La forma en que los bloques nos conectan con el entorno responde a una lógica interna muy consistente, y es la que se utiliza para crear retos que cada vez son más ajustados.

 

Un ejemplo: en algún nivel podemos ver cómo una plataforma aparece y desaparece con un ritmo marcado claramente, pero no por un reloj que cuenta los segundos a nivel de código, sino por otro bloque localizado más adelante en ese mismo nivel. Ese bloque lanza un rayo que activa esa plataforma regularmente. Para resolver el puzle, hace falta bloquear el rayo en el momento exacto para evitar que se active la plataforma. Así, podemos acceder a una gema o algún ovillo dorado para poder saciar nuestras ansias completistas.

 

 

Esa mezcla de agilidad y mecánicas de bloques ajustadas son la mejor carta de presentación del juego, pero luego tenemos también un modo de edición muy amplio que permite potenciar todas estas características exponencialmente. Así, en Steam, tenemos una sana comunidad de jugadores que comparten sus creaciones a través del Workshop y aseguran que la longevidad del juego sea eterna.

 

Battleblock Theater está muy bien presentado: es divertido, agudo y narrado por un caballero que se merece un premio inmenso. Su energía es tan contagiosa que es difícil no perder la noción del tiempo al jugarlo. Cuenta con unas escenas de teatro de marionetas que nos estampa en la cara una sonrisa constante, pero también durante la partida el juego nos regala momentos hilarantes en los que el narrador se desmarca con canciones o comentarios que, sencillamente, dejan por los suelos a cualquiera (por Dios, oíd esto). Podría decirse que hay mucho de Los Teleñecos en Battleblock Theater, y no estaríamos exagerando.

 

 

Lo mejor de todo es que la aventura se puede compartir con un amigo, tanto de forma local como en red, y al hacerlo el juego se ajusta para adaptarse a nosotros, con nuevas propuestas en el apartado de mecánicas, con lo que nos obliga a trabajar el uno con el otro, y eso es maravilloso. No tanto así es el modo competitivo, que se queda un poco corto, especialmente si lo comparamos a otras experiencias más recientes, como Nidhogg o TowerFall. Sé que puede ser un poco injusto, pero seguimos contando con un juego tremendamente divertido así que ni lo mencionemos.

 

Battleblock Theater es un paquete de entretenimiento puro y duro, hecho con mucho saber hacer en cuanto a las mecánicas que engloban el movimiento, unos bloques muy estudiados, y, sobre todo, un guion y un gusto por la comedia de calidad que muchos querrían tener. Una vez más, quedo en deuda con vosotros, por animarme a probar estos juegos que, de alguna forma, se me han traspapelado malamente. ¡Buen fin de semana!


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