Mejores videojuegos del año 2020 según Adrián Suárez

Aquí van mis mejores videojuegos del año. Antes de empezar, quiero recordar que ni las ediciones ampliadas ni las remasterizaciones que no transformen al juego que rehacen en otro cuentan. Por lo que no veréis aquí ni a Persona 5 Royal ni a Yuppie Psycho, dos titulazos reformulados en 2020, que os recomiendo, pero que no cumplen las reglas del juego. Dicho esto, aquí van mis diez favoritos de este año que se va.

 

 

 

Me ha encantado la propuesta de Sakuna; en especial su arranque y su romantización de la vida en el campo, de la familia, de los amigos... Flojea un poco más en su combate, pero es un título que te abraza, que te da paz. Una experiencia en el que las charlas y la quietud son importantes. Nuestro avatar, una diosa, se hace más fuerte cuánto más se dedica al campo. Al hacerlo, su familia come mejor. Poco a poco, la diosa se vuelve más humana. Delicioso.

 

 

 

Morbid me ha pillado de sorpresa la semana pasada. Es una aventurilla con mucho deje de Bloodborne y de los Zelda clásicos: un amplio mundo que recorrer, muchos parrys y volteretas que dar, muchísimo Lovecraft... Me ha gustado su reinterpretación de la dificultad típica de los Souls, su duración más breve, su combate... Me ha parecido un juego muy honesto, una de esas aventuras en dos dimensiones que te liquidas contento, que no te cambian la vida pero que te sientes muy cómodo al recomendar. Faltan más juegos como este: directos, divertidos, bien ejecutados, y a otra cosa.

 

 

Me apasionan los juegos de cartas y Legends of Runeterra me ha tenido enganchado muchísimas horas. Su sistema de juego me parece tremendamente ágil y versátil, su forma de conseguir cartas nuevas es muy amable con el jugador, y puedes ser competitivo a poco que le eches unas cuantas horas. En mi opinión, LoR es el mejor juego de cartas digital que hay ahora disponible en el mercado. En tablet se juega de escándalo.

 

 

Cuando terminé el juego, lo aborrecí. Sus mazmorras son horribles, sus misiones secundarias son horribles, su relleno es horrible... Pero, con el paso del tiempo, todos esos peros se fueron minimizando. Ahora mismo, Final Fantasy VII Remake es, para mí, ese delicado paseo con Aerith por los tejados, el valor de Tetsuya Nomura planteando este mundo paralelo, la fabulosa reescritura de Jessie y las ganas que tengo de jugar a la continuación.

 

 

 

El regreso de Streets of Rage me ha parecido sensacional, redondo e incontestable. Lo he devorado en Switch. El beat'em up es un género muy difícil de abordar a día de hoy, y esta cuarta parte me ha parecido un melocotonazo tremendo. Divertido de dominar y muy ameno para jugar con amigos. 2020 puede haber sido un mal año, pero ha supuesto el regreso de SOR. Compensa.

 

 

 

Menuda cosa deliciosa este juego, menuda la osadía de Yakuza de transformarse en juego de rol y qué bien le sienta. El juego de los japoneses miserables, de los olvidados por el mundo y que luchan contra él haciendo el idiota. Like a Dragon homenajea a Dragon Quest y lo usa como excusa para traernos el mejor juego de la serie. Lo que yo le aplaudo es su valentía, que tiene a raudales.

 

 

 

No me entusiasmó tantísimo este juego como creí que lo haría, pero me ha gustado mucho. Para mí, este es el año de premiar el riesgo, y esta segunda parte tiene las pelotas de romper con la idea de flow, usando el cambio de protagonista para crear un ritmo de juego tosco, lento e incluso frustrante a veces. La narrativa se desordena y se pone la zancadilla para que parezca que estamos cruzando un lodazal profundo. Cuesta avanzar. Esta parte II es emocionalmente agotadora. Jamás lo rejugaré, pero me ha encantado ver lo que Druckmanm se ha atrevido hacer. Eso sí, Team Ellie.

 

 

 

Lo que creí que iba a ser un remake pochito, poco talentoso, solo centrado en lo gráfico y con solo ganas de poner brillitos aquí y allá, se me ha revelado como una reinterpretación muy personal y occidental del universo de Miyazaki. Sigue siendo un coñazo ir a visitar a Astraea, la IA de los desholladores es una lástima, Latria es otra cosa distinta... Pero ojalá más autores se atrevan a darle un giro de tuerca así a estos juegos tan influyentes. Ojalá SEGA reinterpretando a Super Mario Bros. 

 

 

 

Ojo al trampantojo que se marcado Supergiant Games con su falso roguelike que en realidad es una aventura que en realidad es... Qué más da lo que sea. Hades cruza géneros, los confunde y los manipula para construir un discurso fabuloso lleno de momentos inesperados. Y lo hace siempre hilando fino la seda de la narrativa con la lana de la jugabilidad. El resultado es una cosa divertidísima, muy original y tremendamente inspirada.

 

 

 

Como decía, este año es el de premiar el riesgo. George Kamitani sabía que se la iba a pegar con 13 Sentinels: Aegis Rim, con este galimatías en el que trabajó durante años para conseguir algo que para mí es mágico: hacer que la narración sea un juego para el jugador. Para mí, 13 Sentinels Aegis Rim es uno de los mejores juegos de la historia. Tiene ritmazo, es evocador, es potentísimo, es inesperado... Es lo que le pido a la narrativa en un videojuego. Y lo tienes que jugar.

 

Estos son mis diez juegos favoritos del año. Gracias a ellos, lo hemos pasado bien durante este año difícil. Ahora solo le pido algo a la vida: Miyazaki, sal a bailar, que tú lo haces fenomenal.

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