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Mejores videojuegos del año 2019 según Julián Plaza

El año de las espadas
Miercoles 25 de Diciembre de 2019 por Julián Plaza

Aunque todavía me cuesta saber qué ha sido lo que definirá nuestro recuerdo de 2019, está claro que estamos ante el último año fuerte de la presente generación. Con la nueva década llegan vientos de cambio y será el momento de nuevos nombres, o quizás, simplemente, de caras conocidas con un nuevo número detrás. Seguramente ambas cosas.


Mientras tanto, lo que sí tenemos es la certeza de que han sido doce meses cargados de variedad y con un empuje cada vez más notorio del mundo indie. Al menos así lo refleja mi top. Ha sido el año de los espadazos, la exploración y la innovación; tres pilares con los que no creo que podamos quejarnos. 

 

 

10 - Luigi’s Mansion 3

 

Hay algo en la seguridad que transmiten los trabajos de Nintendo, algo intangible, una fiabilidad que creo que todavía es intransferible al resto de compañías. Luigi's Mansion 3 refleja ese espíritu a la perfección con un juego que, más que a ser conservador, lo que viene a hacer es a reafirmar que las bases de su fórmula funcionan, y lo hacen de manera incontestable. Porque lo bueno de esta tercera parte es su humor, su ingenioso diseño de niveles y su empeño en no dejar de sorprender en ningún momento. Esta ha sido la entrega que ha elevado el valor de esta franquicia, una que seguramente volveremos a ver.

 

 

9 - Observation

 

Si la ciencia ficción espacial quiere ser creíble en los videojuegos, ya tiene un título en el que fijarse. Observation es una apuesta firme por la inmersión. Por eso nos pide navegar por una estación espacial apoyándonos en protocolos y sistemas de seguridad dependientes de las leyes de la física, y por lo mismo nos presenta una recreación del escenario tremendamente fiel a lo que estamos acostumbrados a ver en el cine y la realidad. No interpretamos a un astronauta, lo somos. Un obligatorio para cualquier fan del género que aprecie, también, los puzles distintos.

 

 

8 - Telltale’s The Walking Dead: The Final Season

 

El único juego que me ha hecho llorar este año no se podía quedar fuera. Aquí puede haber un poco de trampa por la mochila que uno lleva a la espalda, porque esto es la conclusión de una historia que lleva años construyéndose y porque Clem es Clem, pero da igual. El cierre finalmente temporal de Telltale como compañía ha eclipsado el que ha sido uno de los mejores juegos narrativos de este año, especialmente por su valor emocional. No deberíamos quitarle importancia, y por eso merece un puesto en esta lista.

 

 

7 - Sayonara Wild Hearts

 

La de Simogo es una obra que puede cambiar confundirse con el típico runner entre carriles que tira de arte para llamar la atención, pero es mucho más. Sayonara Wild Hearts es un videoclip interactivo que va añadiendo pequeñas capas a su fórmula en cada nueva pantalla, hasta terminar en un clímax mecánico, visual y sonoro que merece ver devuelto todo el amor que da. Sí, es una sucesión de QTE's repartidos por una pista en la que vas de A a B, pero eso no le impide ser el título más alegre y honestamente arrebatador de este año.

 

 

6 - Devil May Cry 5

 

El regreso de Dante y Nero, acompañados esta vez de V, es una muestra más del buen momento de Capcom. No solo es un hack’n slash rotundo y cuidado, también es un paso hacia adelante en su género al obligarnos a alternar entre tres protagonistas durante toda la campaña. Ninguno se controla igual y a la vez todos son tremendamente divertidos de manejar, a niveles en los que es difícil no dibujar una sonrisa mientras juegas. A eso súmale unos rostros fotorrealistas y el subidón que te pega Devil Trigger en cuanto suena, que es solo cuando llegas a las puntuaciones altas, y ya puedes imaginar lo que queda: un juegarral.

 

 

5 - Baba is You

 

Cuando piensas que este juego sale de la mente de una sola persona te sientes pequeñito. Hempuli se ha ganado a pulso entrar en el olimpo de grandes creadores indie como Jonathan Blow o Toby Fox con un juego que es puro diseño, hasta el punto que el mismo te deja alterar el mundo. Todo está regido por reglas, empezando por la más básica “Baba is You”, y todas son alterables. El objetivo es alcanzar la meta, el elemento que tenga asignado el "is Win", pero puedes hacer que este sea cualquier cosa, incluso tú, o derribar las leyes que rigen el mundo siempre siempre que se pueda. 

 

 

4 - Outer Wilds

 

Vamos con el mecanismo de relojería más elaborado de la década. The Outer Wilds es una llamada a la exploración espacial como jamás la había visto, un juego que ha recreado todo un sistema, con su rotación y sus distintas gravedades, que se destruye por una supernova y se reinicia cada 22 minutos. Descubrir por qué e intentar salir de este día de la marmota espacial depende exclusivamente de ti. Hacía tiempo que no tenía la sensación de estar dando un salto a lo desconocido, y este juego tiene varios momentos así. Es el título más abrumador del año y, curiosamente, el que más momentos cálidos y pequeñitos me ha dado.

 

 

3 - Death Stranding

 

Sigo pensando que los personajes de Kojima son mejores cuanto más al servicio están de la historia, como ocurre con Metal Gear Solid, y no a la inversa, como es el caso. Death Stranding quiere contar tantas cosas y dar tanto peso a su amplio elenco que al final, y pese apreciar lo poliédrico que es su mensaje, todo se difumina. Con lo que me quedo es con los momentos a solas con Sam. Con las caminatas imposibles, las montañas inexpugnables y los terrenos plagados de EV’s. Con mantener los gatillos pulsados para arrimar bien la mochila y con las nanas a BB. Con todo lo que me ha demostrado que podía hacer pese a parecer imposible y, sobre todo, con lo que solo me ha pasado a mí.

 

 

2 - Sekiro 

 

La aventura en Ashina es la demostración de que no hace falta ser un juego redondo para aspirar a ser lo mejor del año. From Software sigue sentando cátedra, enseñando a quienes le copian que la clave está en reformularse. En buscar nuevas vías y no acomodarse. De la complejidad de las builds, Hidetaka Miyazaki ha ido a la simplicidad del filo de la espada, centrando todo su empeño en recrear duelos a golpe repiqueteo que son intentísisimos, bellos, letales. Porque cuando Sekiro es solo eso, es intratable.

 

 

1 - Astral Chain

 

Ocurre muy pocas veces, pero en ocasiones el juego que necesitas llega en el momento preciso. Para mí, Astral Chain llegó como un alud proponiéndome una japonesada policíaca magnética, absorbente si te va el rollo, con agentes manejando bestias domadas para combatir a invasores de otra dimensión, y con un padrino de bodas inmejorable: Platinum Games. Una vez más, los nipones han diseñado un sistema de combate complejo y divertidísimo del que solo quieres más. Lo bueno es que no para de crecer. Sí, tiene sus cosas y su arranque es con ralentí, pero cuando pilla carretilla no hay quien lo pille.

 

Como acostumbra a terminar pasando, ha sido un año en el que dejo muchos juegos fuera. Me duele no haber encontrado espacio para joyas como Resident Evil 2 Remake, Disco Elysium, Slay the Spire o Lonely Mountains: Downhill, pero cuando la lista se reduce a diez siempre acaba habiendo descartes. Lo importante es que han sido 365 días fructíferos en los que podremos jugar a mucho y muy bueno.

 

Gracias por permitirnos compartir nuestras experiencias un año más.


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