1. Mundogamers
  2. Articulos
  3. PS3

Los personajes femeninos más carismáticos de los videojuegos ps3

Sábado 12 de Septiembre de 2015 por Manuel Martinez

Hace una década habría sido más difícil escribir un artículo de mujeres carismáticas en los videojuegos, por el hecho de que todavía no se mostraban tantas personalidades femeninas tratadas con profundidad y humanidad. Haberlas, las había, y algunas están presentes en el siguiente artículo, pero en los últimos tiempos hemos asistido a la eclosión de un tipo de personajes femeninos que no habría tenido cabida en el sector hace unos años. 

 

Uno de los motivos por los que se ha dado tal evolución es la preocupación por parte de los desarrolladores de mostrar personalidades cada vez más realistas, no desde el punto de vista de olvidar los componentes de fantasía o magia, sino de inteligencia artificial, de reacciones humanas y coherentes que establece fuertes lazos entre el personaje y el jugador. Muchos hablan de que la cada vez mayor presencia de jugadoras empuja a los estudios a plantearse desarrollar personajes femeninos con mayor presencia y personalidad, pero me consta que las jugadoras no desdeñan un videojuego por la única razón de que no aparezca una buena protagonista con la que identificarse, al contrario, y personalmente apunto más hacia razones evolutivas lógicas del medio. 

 

Lo que está claro es que, tanto en personajes masculinos como femeninos, ya no vale con poner un puñado de polígonos que reflejen el modelo idealizado de hombre y mujer, porque el jugador medio cada vez es más exigente y demanda una experiencia más original, más profunda, más compleja, más emotiva y especialmente trascendente. En una gran medida, pero obviamente no en todos los videojuegos, esa responsabilidad para lograr trascender recae en la construcción de los personajes mediante una exploración de nuevos lazos emotivos entre personaje y jugador, que cada vez quedan más lejos de la clásica, y básica, relación de atracción sexual para dar paso a novedosas relaciones de tipo paterno-filial, familiar, amistosa o antagonista. Lo que comienza a traducirse en la aparición de personajes femeninos difícilmente olvidables y no por su escote, que lo pueden tener sin problema, sino por su carisma. 

 

Clementine en The Walking Dead es uno de los mejores ejemplos para analizar el cambio de rol operado recientemente entre los personajes femeninos. El jugador se encuentra en la clásica obligación de proteger al personaje femenino, como en muchos otros videojuegos, pero en esta ocasión el lazo establecido no es el habitual, el de atracción sexual, sino que se establece una relación paternal. Sin un tratamiento profundo de Clementine, con una personalidad propia y una dualidad entre inocencia infantil y autonomía resultante de las circunstancias, el juego episódico se habría venido abajo, porque alcanzar su supervivencia es el principal objetivo. El resultado es el de un personaje inolvidable, que se percibe como vivo y real, que evoluciona y que por tanto acabamos amando. 

 

 

La relación paternal entre el jugador y el personaje femenino es una de las más arriesgadas en videojuegos, porque dentro del abanico de jugadores la mayoría ni lo ha experimentado, ni tiene ningún tipo de curiosidad por la paternidad. Sin embargo, cada vez es más habitual y exitosa, como la relación establecida entre Joel y Ellie en The Last of Us, donde de nuevo nos encontramos con personajes femeninos potentes. Ellie funciona como perfecta acompañante a la que proteger, porque se ha construido a partir de una base clásica de personaje vulnerable que gratamente evoluciona hacia la independencia y autonomía, de hecho su proceso de madurez es lo que la convierte en un personaje tangible. Es real, porque reacciona exactamente como lo haría una niña de su edad bajo las circunstancias en las que se encuentra, ha sido creada para conquistar el corazón del jugador, y de Joel, sin que se de cuenta del proceso, y al igual que Clementine, no sólo consigue cumplir su función en el juego, sino traspasar los límites como entidad individual de gran presencia. 

 

 

Pero no sólo de niñas viven los videojuegos, un personaje femenino y maduro no tiene porqué renunciar a sus atributos sexuales, una mujer lo es con todo el equipo, y lo interesante de éste tipo de personajes es que son capaces de compaginar su sexualidad con su desarrollada personalidad

 

Lara Croft es el paradigma de personaje hipersexualizado, su evolución en cuanto a personalidad es paralela a la de su escote. Pero no debemos olvidar que es una de las primeras heroínas de los videojuegos, mostrándose siempre fuerte y autosuficiente, al contrario que la mayoría de princesas en apuros cuyo rol únicamente consistía en esperar a ser rescatadas. Hasta cierto punto es comprensible que los comienzos de Lara estuvieran marcados por sus atributos sexuales, ya que de otra manera pocos jugadores se habrían puesto en la piel de una mujer, pero lo más interesante es su evolución. De nuevo nos encontramos ante otra prueba de que la tendencia actual a la hora de retratar personajes es el realismo, la nueva Lara ha dejado atrás la frialdad que la convertía en una máquina de matar, ahora es una joven que se entusiasma cuando hace un descubrimiento, ríe, llora, sufre, se ensucia, experimenta el dolor y la traición, la ira y la violencia, y eso es lo que realmente la ha llevado a ser un personaje tridimensional y no los polígonos que habitan debajo de su camiseta. 

 

 

Si la hipersexualidad de Lara era tomada demasiado en serio, la de Bayonetta es una parodia de la visión infantil que los videojuegos tienen de las mujeres, queremos pensar que más bien tenían. La bruja no reniega de su feminismo, es consciente del poder que conlleva y lo explota hasta alcanzar cotas magistrales, Bayonetta usa todas sus armas, a su manera, y en el proceso se ríe de ángeles, de jugadores y de toda esa hipersexualidad arcaica. Sólo alguien con una personalidad y carisma tan marcadas puede llevar la vestimenta que lleva y puede convertir la elegancia de movimientos en algo mortal sin perder el respeto del jugador por el camino. 

 

 

Por otro lado tenemos a Morrigan de Dragon Age, que sigue el prototipo de personaje con gran carga sexual, pero presenta un desarrollo muy profundo e interesante. La bruja de la espesura de Korcari ha sido criada por una madre que le profesa un dudoso amor, nunca ha estado en contacto directo con la civilización ni ha podido entablar amistades, su aislamiento la ha convertido en una mujer fuerte, desconfiada, misteriosa e independiente, lo que obliga al jugador a ganarse su confianza a lo largo del juego, así como a aceptar su pasado y situación para comprender su personalidad. Pero lo que hace de Morrigan un personaje extremadamente atractivo es su actitud de indiferencia hacia el jugador, puesto que tradicionalmente los videojuegos han ofrecido personajes femeninos que fácilmente caían rendidos a los pies del protagonista, siguiendo la errónea idea de que la conquista rápida y fácil es atractiva, y no, con Morrigan hay que currárselo casi tanto como en la vida real porque es un personaje inteligente. 

 

 

Junto con los personajes femeninos sobreprotegidos y los altamente sexuales, conviven las mujeres de rol fuerte, generalmente solitarias y de rasgos ligeramente masculinos, dicho prototipo de personaje nos ha acompañado desde hace bastantes años, pero su evolución a lo largo del tiempo ha traído una mayor riqueza de matices. Debemos aclarar que cuando nos referimos a rasgos ligeramente masculinos indicamos una cierta despreocupación por la explotación sexual de sus personas, al estilo de un personaje prototípico masculino, y una actitud poco femenina. 

 

Samus Aran es una de las heroínas más antiguas de los videojuegos, ni siquiera se supo que era mujer hasta que al final del primer Metroid se reveló su sexo, un antecedente que puso de manifiesto el tipo de tratamiento que tendría Samus a lo largo de la serie. Al contrario de lo que se pueda pensar, la falta de datos sobre su personalidad no hace sino potenciar ese aura de carisma que acompaña al personaje, dejando al jugador rellenar los huecos con su imaginación y por tanto haciéndolo suyo. Pero si algo sabemos de Samus es que no es una mujer normal, es una heroína en el más amplio sentido, posee una agilidad, fuerza, técnica y resistencia muy superiores a la de un humano corriente, lo que la ha llevado a experimentar situaciones que la han curtido como una de las mujeres más fuertes que se pueden encontrar en los videojuegos

 

 

El caso de Faith, en Mirror’s Edge, puede parecer fuera de lugar en la clasificación de personajes femeninos fuertes, pero lo cierto es que su habilidad como runner, y sobre todo su agilidad, se encuentran por encima de las posibilidades de cualquier ser humano, así como su modelado deliberadamente atlético y alejado de las curvas, la podrían situar en dicha clasificación. Faith no sólo muestra una superioridad física, sino también psíquica, con una capacidad de concentración que le permite vislumbrar el camino a seguir y reaccionar inmediatamente ante cualquier situación. Sus extraordinarias habilidades permiten al usuario disfrutar controlándola, pero el hecho de jugar en primera persona se torna decisivo, al apropiarse tanto de la experiencia como del personaje por completo. Sin olvidar lo atractivo de su actitud inconformista, fuera de la legalidad y rebelde del sistema imperante, lo que la retrata como una mujer de firmes convicciones y claros objetivos

 

 

Pero quizá la reina de los personajes fuertes sea The Boss. En la intrincada iconografía de la serie Metal Gear, ella es un pilar fundamental para comprender la historia y los ideales del controvertido Big Boss. Su importancia es tan colosal como su leyenda, pero en su construcción, afortunadamente, se imprimieron rasgos humanos y emociones soterradas que la llevarían al olimpo de los personajes mejor perfilados. El gran engaño que lleva a cabo, su sacrificio, su superioridad ideológica, física y mental, acompañados de la variedad de matices, que la llevan desde el rol maternal al de imbatible enemiga, la convirtieron en uno de los personajes femeninos más profundos y complejos que hemos visto en los videojuegos. 

 

 

Hay muchos más personajes femeninos que merecerían haber aparecido aquí, muchas de ellas no pertenecen a ninguna de las categorías que hemos establecido para facilitar la lectura, y precisamente por su condición de únicas y originales son personajes a tener en cuenta. Pero nuestro deseo es que se siga apostando por retratar mujeres interesantes, que realmente aporten grandes experiencias a la cultura del videojuego, y que obliguen a romper los moldes y a hacer trascender las historias.


<< Anterior Siguiente >>