Los mejores juegos del año, según Rafa del Río
Llega ese bonito momento del año en que toca echar la vista atrás y ver todo lo bueno que nos han deparado los últimos doce meses en materia de videojuegos, y parece que este 2015 se ha portado especialmente bien, con alguna que otra cosa interesante y mucha alegría por el regreso de grandes de la talla de Halo, Fallout o Metal Gear Solid.
Antes e empezar, me gustaría aclararos que hablo sólo de lo que he jugado, por lo que si echáis en falta algún título de WiiU o Nintendo 3DS, ya sabéis el motivo. Me habría gustado poder introducir en la lista juegos como LISA, Splatoon, Super Mario Maker, Rise of the Tomb Raider y alguno que otro que, como digo, no está presente por no haber podido poner las zarpas en él. Dicho esto... Al lío:
En estas fechas tan señaladas,
a Mundogamers y a mí nos llena de orgullo y satisfacción poder echar la vista atrás y recordar los títulos que, por un motivo u otro, merecen estar presentes en la lista de los juegos del año. Empezando de menos a más, los títulos son los siguientes:
Empezamos la lista con toda una polémica: El juego que todo prometía y que se quedó en una aventurilla de 5 o 6 horas, sin multijugador ni esperanzas de regujado, pero que a la vez dio un golpe en la mesa en cuanto a calidad gráfica y alarde técnico. Puede que The Order: 1886 merezca estar en la lista de os diez peores juegos del año por méritos propios, pero a la vez se ha ganado un sitio en la de los mejores por demostrar hasta donde puede exprimirse la nueva generación. Ahora sólo falta que Ready at Dawn pille la indirecta y lo próximo que haga sea un juego que esté a la altura de sus bonitos gráficos.
¿En serio? ¿Un juego de móvil? Pues sí, un juego de móvil y de tablero que demuestra que es posible hacer cosas muy chulas en las plataformas de juego más despreciadas por los videojugadores de pro. Lara Croft GO es arte en estado puro, estrategia, movilidad, acción y un guiño estupendo que bebe del homenaje más sincero a la Lara Croft que nos puso nervioso cuando apareció de la mano de Core Eidos en los tiempos de la primera Playstation.
No es santo de mi devoción y apenas le habré dedicado un par de tardes, pero el juego de Psyonix ha demostrado que es posible 'innovar' desde el pasado y traer nuevas experiencias al mundo del videojuego con un par de ideas sencillas y una buena puesta en marcha. Rocket League ha sido la sensación del año para muchos gracias a su jugada de ser gratuito en varios sistemas, y la cosa promete con su llegada a Xbox One. ¿El eSport del futuro? Pues la verdad es que tiene todo lo necesario para serlo, y los chicos de Psyonix han demostrado que no van a dejarlo dormir.
Empieza lo gordo con la llegada de un Halo 5: Guardians que ha demostrado haber sabido entender a su público y estar dispuesto a mejorar la saga. Una buena historia, un giro de tuerca a lo que ya todos sabíamos y un intento por retorcer el argumento e ir más allá de los enfrentamientos con el Covenant se unen a un juego muy bien planteado y un multijugador que brilla cuando le añades el extra de La Forja. Sin duda uno de los gordos de Xbox One.
Ha tenido sus más y sus menos con el público, pero llantos por el final a un lado y movidas de Kojima con Konami al otro, lo cierto es que Metal Gear Solid V: The Phantom Pain ha supuesto ver a un Hideo Kojima que ha sabido volver a brillar por su forma de hacer las cosas, su sentido del humor y su personalidad a la hora de establecer sus principios y sembrarlos en medio del desarrrollo de un juego que sabe adaptarse a ti. Como suele decirse, que nos quiten lo bailado.
Mis compañeros van a hablar de Life is Strange, y me parece estupendo porque es un juego muy a tener en cuenta. Tal vez por eso, porque ellos ya han introducido la obra de Dontnod en sus listas, yo voy a optar por otro juego por episodios y colocar al nuevo giro de tuerca del clásico de Roberta Williams en mi lista de favoritos. Está en perfecto inglés y eso me molesta, pero no quita para que King's Quest: Your Legacy Awaits siga siendo una soberbia demostración de cómo hacer un remake, cómo respetar la herencia y cómo adular al videojugador adaptando el juego a las mecánicas atuales. Bien por The Odd Gentlemen, esperemos que el resto de capítulos sigan la estela del primero.
Poco queda por decir del que fue para muchos juego del año y vio su fama rebatida y realzada tras su lanzamiento. No ha llegado a ser polémico por los pelos, pero el que se prometió como última entrega de la serie de Geralt de Rivia y ahora parece ser que no, que habrá más, ha levantado ampollas en el sector por ser, a la vez, un gran juego y un gran juego con algunos problemillas. Sea como sea, The Witcher 3: Wild Hunt sigue siendo eso, una magna obra de la mano de la gente de CD projekt RED. Dimes y diretes a un lado, no hay excusa para no disfrutar de esta magnífica mezcla de ERPG y Red Dead Redemption que ha terminado siendo lo nuevo de Geralt.
Ha sido el campanazo de From Software del año, y aunque reconozco que a nivel personal no le encuentro tanta grandeza como le atribuyen algunos de mis compañeros, no puedo menos que rendirme a su situación como gran exclusivo de Playstation 4, habiendo unido al mercado y a la crítica en grandes alabanzas y logrando sorprender a la propia Sony con su indiscutible éxito. Está claro que las cosas pintan soberanamente bien para Sony y From Software, y no se puede negar que gran parte de la culpa de esta bonanza la tiene Bloodborne.
Entré en contacto con lo nuevo de Larian Studios justo después de Wasteland 2 y mientras preparaba el análisis de Fallout 4, y he de reconocer que, aunque al principio se me hizo cuesta arriba porque estaba deseando dedicarle tiempo y energías a juego de Bethesda, el último capítulo de Divinity acabó por brillar con luz propia y concederme gran parte de las mejores horas de juego de las que he podido disfrutar este año. Divinity: The original Sin es de lo mejor que he jugado en Playstation 4, y significa, junto a Wasteland 2, la entrada por la puerta grande de un género que parcía estar vetado a las consolas en las últimas generaciones. Rol del excelente, jugabilidad elástica, planteamiento vieja escuela y una libertad de acción muy bien llevadas para el que se ha ganado el pusto 2 de mi corazón este año.
Hay momentos en la vida de todo videojugador en los que el hype, la larga espera, las ganas de recordar el pasado y la naturaleza como fan de una saga y de una forma de hacer juegos chocan dirctamente con un título que es todo lo que esperabas y mucho más. Algo así me ha pasado con Fallout 4, un título que, pese a no ser santo de la devoción de todos, sí que se ha convertido en mi indiscutible favorito de todos los tiempos. Con Fallout 4 Bethesda ha descubierto lo que les hace grandes y lo ha puesto sobre el papel con un juego que rinde justo homenaje a la saga, al estudio y a sus fans. Puede que el motor de construcción no sea muy allá y que los companions atraviesen paredes, pero todo esto queda perfectamente equilibrado con un crafteo espectacular, un número imnpresionante de escenarios, una variedad de vértigo y la posibilidad de poner radio Diamond City en tu Pip Boy y dedicarte a explorar sin que nadie te moleste.
Y hasta aquí mi lista, personal e intransferible. ¿Cuáles son vuestros favoritos? ¿He cometido un crimen contra la humanidad al olvidar alguno? No dejéis de comentarlo si lo veis a bien.
¡Nos leemos!
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