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Los 25 mejores juegos de

Un repaso al catálogo que definió a la máquina
Viernes 04 de Diciembre de 2020 por David Oña

La generación toca a su fin y, hace apenas unos días, nuestro amigo Rafa nos brindó un repaso a los 25 mejores videojuegos que nos ha aportado Xbox One a lo largo de su trayectoria. Ahora le toca el turno a la consola de Sony, así que nos disponemos a realizar un pequeño viaje por los siete años de historia del catálogo de PlayStation 4. Nos centraremos en lo estrechamente relacionado con la máquina nipona, por lo que las obras con raíces third party quedan fuera de esta lista y abren hueco para otros videojuegos que, aún contando con menos repercusión, reconocimiento e incluso calidad, forman parte de la historia de una plataforma que ya ha empezado a despedirse de nosotros. Qué mejor manera de decirle adiós, que repasando parte del catálogo que ha contribuido a definirla como máquina. Vamos a ello.

 

PlayStation 4


25.- Detroit Become Human

Empezamos esta andadura con una Quantic Dream, que todavía se encontraba bajo el paraguas de PlayStation, y un David Cage que volvió a la carga, fiel a su estilo, con un videojuego dispuesto a tratar diferentes temáticas sociales a través una distopía en la cual, los androides han pasado a formar parte del día a día de los ciudadanos. Un árbol de decisiones muy elaborado, multitud de finales alternativos, y un gran apartado técnico para un título que, a día de hoy, cuenta con tantos defensores como detractores.

 

 

24.- Days Gone

En Bend Studio, al igual que en varios de los estudios internos de la compañía nipona, se han visto obligados a crecer y a afrontar su proyecto más ambicioso. Aquí, el reto tomó la forma de una horda zombi y protagonizó algún que otro gran evento de PS4. Un videojuego de mundo abierto clásico, que persigue esa pátina cinematográfica de la que suelen hacer gala las producciones de Sony, fallido en ciertos aspectos pero con algunas ideas interesantes. Un título divertido y largo que nos permite sumergirnos por completo en un apocalipsis zombi.

 

 

23.- The Order 1886

Seguimos con un producto que ejemplifica lo poderosas que pueden llegar a ser las corrientes de opinión, y que fue fuertemente penalizado por su escasa duración. Ready at dawn recibió la oportunidad de dar un paso adelante en términos de producción, y como resultado nos entregó (a principios de generación) un third person shooter que, pese a no revolucionar nada y contar con sus pocheces, supo construir un universo interesante, apoyado en un buen gunplay y sustentado por un apartado técnico que sigue manteniendo el tipo incluso a día de hoy. Todo ello sin olvidar el trabajo de dirección que realizó Álex de la Iglesia, dando lugar a uno de los mejores doblajes que hemos podido disfrutar en castellano.

 

 

22.- Drive Club

La desaparecida Evolution Studios nos brindó una de las primeras grandes producciones de los estudios internos de PlayStation. Drive Club contó con un lanzamiento un tanto accidentado, pese a ello, y gracias a sus sucesivas actualizaciones, terminó convirtiéndose en un gran arcade de conducción. Espectacular, directo, y con un encanto que recuerda ligeramente a grandes del género como Metropolis Street Racer y Project Gotham.

 

 

21.- Saga Nioh

Continuamos con un género en el cual la marca PlayStation ha intentado hacerse fuerte a lo largo de la generación. Team ninja se presentó en 2017 con Nioh, un soul’s like con personalidad propia, que centra el discurso jugable en torno a las diferentes posturas de combate que podemos adoptar al desenfundar la katana. Este mismo año, el estudio volvió a la carga con la segunda entrega de una saga que ha sabido encontrar su espacio entre la inmensa cantidad de propuestas similares que inundan el mercado. Dos títulos duros pero satisfactorios, que aportan más opciones a los amantes de este subgénero.

 

 

20.- Ratchet and Clank

El romance entre Sony e Insomniac tuvo a este videojuego como uno de los puntos álgidos de esa fructífera relación. El retorno de una de las sagas icónicas de PlayStation 2 cumplió. Un título que vino a llenar el vacío dejado por las sagas de acción y aventuras, con los leves toques de plataformeo, que tan abundantes resultaron en la generación de los 128 bits. Un juego sólido, divertido y perfecto para disfrutar con los peques de la casa.

 

 

19.- Gran Turismo Sport

Kazunori Yamauchi y Polyphony Digital han firmado su generación más irregular, quizá por eso esta sea la entrega más particular de la saga. Un título totalmente centrado en la competición online que, al igual que Drive Club, contó con un lanzamiento un tanto accidentado. Sin embargo, supo encontrar su hueco a base de actualizaciones, y puso sobre la mesa un sistema completamente centrado en conseguir las carreras más limpias del panorama competitivo. Una gran opción para todo aquel que quiera quemar rueda en compañía de otros pilotos.

 

 

18.- Dreams

Y ahora toca una de las mayores rarezas del catálogo de PS4. Dreams supone el experimento más ambicioso de Media Molecule, un producto que puede ser catalogado como videojuego, a la vez que como conjunto de herramientas de desarrollo. Un auténtico abanico de sistemas de edición, que sabe ser a la vez profundo y accesible. Un título que pone su futuro en manos de la comunidad y con el cual se pueden llegar a realizar auténticas virguerías.

 

 

17.- Ghost of Tsushima

Sucker Punch es otro de los equipos first party que, ahora englobados en la marca Playstation Studios, han sabido dar un paso al frente en la actual generación. La desarrolladora afincada en Bellevue (Washington) estrenó hace unos meses un videojuego de mundo abierto clásico, con unos elevados valores de producción y un apartado artístico envidiable, que a través de su romantizada mirada occidental, nos entrega la aventura de samuráis que muchos jugadores llevaban años esperando.

 

 

16.- Until Dawn

Supermassive Games, que al igual que Quantic Dreams, ha cambiado de aires recientemente, sorprendió a propios y extraños en 2015 con una aventura que sabe reunir con acierto todos los tópicos del slasher noventero. Un videojuego ideal para disfrutar en compañía, con un apartado técnico notable, un uso inteligente de la cámara, recursos para sorprender al jugador y la extraña capacidad de tomarse en serio el no tomarse en serio a sí mismo.

 

 

15.- Shadow of the Colossus

Pese a no ser el autor más prolífico del panorama, la sombra de Fumito Ueda es alargada, tanto que Shadow of the Colossus puede ser catalogado, sin temor alguno, como un videojuego histórico. Bluepoint tenía ante sí una papeleta importante, pero la supo resolver con elegancia y respeto hacia la obra original. Este remake supone una forma excelente de que un mayor público pueda disfrutar de todo un clásico del catálogo PlayStation.

 

 

14.- Horizon Zero Dawn

Tras un inicio un tanto frío, con un Killzone Shadow Fall apresurado y presionado por la necesidad de acudir puntual a la fecha de lanzamiento de PS4, en Guerrilla Games se agarraron los machos, pusieron ideas frescas sobre la mesa y dieron lugar a una nueva franquicia que, sin duda, ha llegado para quedarse. Un mundo abierto espectacular en lo visual, que cuenta con un sistema de combate tremendamente interesante a la hora de hacer frente a sus icónicas bestias robóticas. Uno de los grandes éxitos de la marca PlayStation, que además hace poco dio el salto a PC.

 

 

13.- Saga Spider-Man

Si Insomniac plantó la semilla del amor con PlayStation mediante el bueno de Ratchet, su iteración con nuestro vecino y amigo Spider-Man terminó en la adquisición de los californianos por parte de la compañía japonesa. Marvel’s Spider-Man nos permitió, por primera vez, sentir lo que significa desplazarse, telaraña en mano y a toda velocidad, entre los rascacielos de Nueva York. Un buen combate, un sistema de desplazamiento exquisito, una trama comiquera y toneladas de cariño hacia todo un icono del universo Marvel. Y lejos de conformarse con eso, hace apenas unas semanas volvieron a la carga con Miles Morales en una entrega, menor en cuanto a escala, que sabe aportar un carácter diferente a lo que significa convertirse en hombre araña.

 

 

12.- Astro Bot: Rescue Mission

En Team ASOBI hay talento, todos hemos sido capaces de verlo tras poder probar Astro’s Playroom. Pero antes de eso, todo aquel que se hiciera con una PSVR tuvo la oportunidad de sorprenderse con el genial Astro Bot. Un plataformas desarrollado para el casco de realidad virtual de PS4, que da muestras del buen hacer que reside en el estudio. Imaginativo, fino en el control y rico en la variedad de sus propuestas, supone, sin duda, uno de los mejores videojuegos que nos ha dado esta tecnología en la generación que la ha visto explotar.

 

 

11.- Judgment

En Ryu Ga Gotoku Studio no saben estarse quietos, el estudio se ha convertido en una de las mayores alegrías para Sega en los últimos años. Tras una relación estrecha entre la saga Yakuza y las videoconsolas de Sony, en 2018 llegaron con este spin-off bajo el brazo, que funciona perfectamente como puerta de entrada a la prolífica franquicia, a la vez que sabe mantener contentos a los efusivos fans de dicho universo. Un juego en el que investigar, conocer la ciudad y darse de tortas, resulta más que gratificante. Ligeramente más serio que la saga que lo apadrina, aborda un tema candente en la sociedad japonesa (el de la justicia), pero no pierde ese encanto que es marca de la casa, y aporta horas de diversión con una trama interesante y un protagonista carismático.

 

 

10.- The Last Guardian

Nos adentramos en los diez finalistas con el que supone uno de los desarrollos más turbulentos de la historia del videojuego. El bueno de Trico terminó viendo la luz en 2016, y el último trabajo de Fumito Ueda supuso una de las mayores obras de ingeniería que se han realizado a la hora de intentar dar vida a una criatura en el medio. Una juego que gira en torno a la resolución de puzzles y la relación entre el joven que manejamos y la criatura fantástica que nos acompaña. Puso nuestro corazón en un puño, y nos hizo enfadarnos y encariñarnos con nuestro curioso compañero mientras, juntos, intentábamos escapar de una misteriosa fortaleza.

 

 

9.- Final Fantasy VII Remake

Le toca el turno al que quizá sea el remake más esperado de todos los tiempos. SquareEnix puso toda la carne en el asador, y se lanzó a la producción de la primera entrega de un proyecto cuyas dimensiones todavía no tenemos claras. Con un apartado técnico al más alto nivel, Nomura y su equipo se dispusieron a narrarnos la parte correspondiente a Midgar del FFVII original. Un sistema de combate que adapta de forma sensacional los clásicos turnos de 1997, un apartado artístico increíble y una gran habilidad para hacer relevante el haber jugado al título original. Un videojuego capaz de lo mejor y de lo peor, que sin embargo supone un ejercicio meta de lo más interesante.

 

 

8.- 13 Sentinels: Aegis Rim

Vanillaware, para muchos, significa PSVita. Pero la portátil de Sony ya no está entre nosotros, y los japoneses han acudido este año al encuentro del PS4 con un videojuego que mezcla las visual novel, el JRPG y el género kaiju. 13 Sentinels supone un sensacional ejercicio de narrativa compleja, a la vez que resulta un curioso bucle de influencias, en el cual un estudio nipón mira al Hollywood que mejor supo dejarse influenciar por los gigantes monstruos orientales. Viajes en el tiempo, un sistema de combate peculiar y un buen hacer a la hora de escribir que hace que ningún interesado en su temática deba pasarlo por alto.

 

 

7.- God Of War

El retorno de Cori Balrog a una de las primeras espadas de los estudios de Sony PlayStation no podría haberse saldado mejor. God of War es a la vez el reinicio y la continuidad de una de las sagas más icónicas de la marca. Uno de los mayores exponentes de lo que significa exprimir una PS4 que resultó, a su vez, un ejercicio ejemplar de cómo revitalizar un producto agotado. La maduración de Kratos vino acompañada de una cámara pegada a su espalda, unas mecánicas de combate que cambian por completo la acción y la introducción del imaginario nórdico en el universo del espartano. Un título rotundo, maduro y extenso que le ha devuelto a Santa Monica el estatus que había perdido.

 

 

6.- Nier: Automata

SquareEnix, Platinum y Yoko Taro se dieron la mano en 2017 para resucitar la franquicia Nier y volarnos la cabeza a todos aquellos que, en algún momento, decidimos darle una oportunidad. Los hacedores de Bayonetta aportaron la solidez jugable que le faltó a la entrega original, presentando una acertada mezcla entre hack and slash, shot ’em up y JRPG que fue agitada y mezclada por la mano de Taro, derivando una obra tremendamente imaginativa, sorprendente en lo narrativo y rica en su discurso. Uno de los mejores títulos de la generación.

 

 

5.- Persona 5 Royal

Atlus ha demostrado que cuando decide revisar un videojuego hay que prestarle atención, lo hizo con Catherine: Full Body y lo repitió, y de qué manera, con Persona 5 Royale; una puesta a punto que, para muchos jugadores (entre los que me incluyo), supone su consolidación como el mejor JRPG de la generación. Cuenta con un apartado artístico que es toda una lección de estilo, de uso de la colorimetría y de puesta en escena, que se combina a la perfección con su excelente banda sonora. Contenido a raudales, un sistema de combate por turnos ágil, profundo y dinámico, una trama que cumple su función y la habitual habilidad de la franquicia para tocar con acierto diversos temas de calado social, que suponen parte de la identidad de la sociedad japonesa. Un imprescindible para todo aquel que disfrute del anime y del rol nipón.

 

 

4.- Uncharted 4: El Desenlace del Ladron

La ascendencia de Bruce Straley y Neill Druckmann en el organigrama de Naughty Dog fue meteórica tras el éxito de The Last of Us. Tras el adiós de Amy Hennig, ambos quedaron al frente de la saga Uncharted, y se ocuparon de darle el mejor cierre posible a la historia de Nathan Drake. Un videojuego que, al igual que su protagonista, se ve obligado a madurar para adaptarse a lo que su entorno demanda de él y, como resultado, nos entrega la versión más introspectiva del experimentado ladrón. Aventuras, disparos en tercera persona, un gameplay a la altura, un guión bien escrito y todo el poderío técnico al que nos tiene acostumbrados el estudio, todo ello en un título que es puro espectáculo.

 

 

3.- Death Stranding

Entramos en el podio con una obra que para muchos, quizá no debería estar aquí por irregular, y es cierto. Pero por otro lado, nos encontramos ante una de las producciones triple A más arriesgadas de toda la generación, y eso es algo a celebrar. Hideo Kojima y su estudio, Kojima Productions, firman un título que gira completamente en torno a sus mecánicas de desplazamiento, y sitúa el reto en la orografía del escenario y las inclemencias meteorológicas. Personajes carismáticos, un mapa que a todos se nos ha quedado grabado en la cabeza, una trama “made in Kojima”, un multijugador asimétrico bien planteado, una excelsa banda sonora y la capacidad de transmitir, como pocos videojuegos lo han hecho, la sensación de soledad. Tan particular como necesario.

 

 

2.- Bloodborne

Sony pagó sus deudas con el subgénero del soul’s like, y de qué manera. Hidetaka Miyazaki nos dio, en 2015, el que para algunos sigue siendo el mejor videojuego de PS4. La culminación de una forma muy específica de entender el reto, la narrativa y la relación con el jugador. Bajo un maravilloso enfoque lovecraftiano, From software refina la fórmula souls con un título, severo y exigente, en el cual, su autor unifica el mensaje, pule el sistema de juego, y nos entrega uno de los mapeados más memorables de la historia del videojuego. Un imprescindible que, a través de la sangre, hará las delicias de todo aquel que se atreva a participar en la cacería.

 

 

1.- The Last of Us: Parte II

Y llegamos al primer puesto con uno de los títulos más esperados de la generación. Neill Druckmann se quedó al frente de un proyecto que era una papeleta de difícil resolución. El director natural de Beit Aryeh (Cisjordania), sale airoso de la difícil tarea de estar a la altura de uno de los mejores videojuegos de PS3, y nos hace entrega de una superproducción que no descuida ningún apartado. Un videojuego que, de entrada, resulta bastante más rotundo que su predecesor en lo jugable. Ellie culmina su crecimiento a través de una historia madura, en el mejor de los sentidos, que sirve como excusa para señalar el infantilismo que domina la conversación actual de nuestra sociedad. Una auténtica bestia técnica que sabe aprovechar su músculo para aportar información relevante y darle sentido a su gameplay, a la vez que se las apaña para introducir artimañas narratológicas de lo más interesantes. Espectacular, agobiante, intenso y, sobre todo, valiente. En Naughty Dog lo tenían difícil, pero acabaron firmando una obra que quedará grabada a fuego en la memoria del medio.

 


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