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FIFA 14 vs PES 2014: Conclusión ps3

Sábado 12 de Septiembre de 2015 por Toni Piedrabuena

No hace tanto tiempo Electronic Arts vacilaba de sacar 25 copias de FIFA por cada PES vendido, algo que ofendió mucho a Jon Murphy, que se rasgó las vestiduras para justificar esas soberbias declaraciones de Electronic Arts. No sabríamos qué haría el representante de la serie ante los datos de ahora, del todo escandalosos si tenemos en cuenta el dibujo que nos muestra VGChartz sobre las ventas de los dos máximos imponentes del fútbol virtual: algo más de 5 millones versus escaso cuarto de millón. La batalla no está nivelada, pero no es algo del año 2013, viene sucediendo desde hace unos cuantos años. Si comparamos los datos ofrecidos por la web podemos dibujar un gráfico que muestra un resultado dantesco para Konami:

 

 

Es representativo, pero por ser justo con la realidad, vale la pena tener en cuenta dos puntos: VGChartz nos ayuda a dibujar la realidad, pero no es tan fiable como nos gustaría y FIFA normalmente se vende en más consolas que Pro Evolution Soccer. A pesar de esos dos puntos, no deja de ser significativo lo que se está dibujando en el presente gráfico: desde 2007 hasta 2012 se han perdido, aproximadamente, 6 millones de unidades en el camino, y aunque las ventas del título de Konami siguen siendo importantes, es un hecho terrible. Si aplicásemos las pérdidas de PES a las ventas de FIFA de cada año entenderíamos una parte de lo que está ocurriendo con los presentes juegos, y es que el clásico 'yo es que soy de PRO de toda la vida' hace años que perdió fuelle. De hecho, la frase está en proceso de jubilarse.

 

La presente contienda representa el que podría ser uno de los últimos combates antes de entrar en la nueva generación. Poco más de un mes después del lanzamiento de FIFA 14 y Pro Evolution Soccer 2014 toca deliberar, y mal que nos pese a todos, el producto de EA Sports sigue sin rival en el terreno de juego. Y no es que lo diga yo, es que las comparaciones en ventas asustan: FIFA podría estar sacando cinco millones de diferencia, y sabiendo de la importancia de las ventas en la primera semana, el hecho de que PES todavía no haya alcanzado siquiera el millón de unidades no garantiza nada bueno para los intereses japoneses. Lo peor es que el presente episodio no da esperanzas de que la cifra vaya a mejor, más bien al contrario, pero dejemos de lado los números: hablemos de fútbol.

 

Comienza el partido


FIFA 14 gustó a la crítica, pero pasó por unos primeros días traumáticos para el círculo de jugadores de competición. Se quejaron todos y cada uno de los jugadores importantes. Quise conocer la opinión de Marc Arisa, uno de los mejores jugadores de la actualida. Arisa me resumió las quejas en algunos puntos: presión automática de la IA ‘sin que toques ningún botón, lo que impide sacar el balón jugado y el juego de toque’; manejo de los jugadores deficiente ‘no puedes hacer ningún tipo de cambio de dirección ni giro sin que el jugador parezca que se tropiece con el balón’; la efectividad de los pases al hueco altos, centros y remates en los que aseguraba que ‘el 85% de los centros son rematados por los atacantes. En muchos casos, los defensas se quedan parados y ni saltan’. Concluía que ‘gana el futbol de contraataques y balones largos sin sentido’.

 

Me quedé helado cuando vi todo lo que comentaban los jugadores. Es obvio que ellos lo ven a un nivel que muchos ni soñaríamos, cierto, pero siendo de los que más saben del juego había que escucharlos y atesorar sus quejas. Dicho y hecho: EA Sports se apresuró en sacar un parche y poner solución a algunos problemas y arreglando muchos de esos errores. Los profesionales supieron aceptar el cambio y hoy no hay tantos borrones. Veremos cuando pasen los meses y le saquen jugo al asunto. Más allá de esos niveles de juego profesional, los más humildes disfrutábamos de FIFA 14 con esas mejoras que comentábamos en líneas generales en nuestra reseña.

 

La primera imagen promocional de FIFA 14

 

La pelota generacional echará a rodar el próximo 21 de noviembre, y aunque las diferencias entre generaciones no parece que vaya a ser excesivamente notoria, sí que hay curiosidad por poder echar el guante al juego y ver cuánto ha mejorado tras la decepcionante primera impresión en la Gamescom. Os informaremos de ello en cuánto se lancen las máquinas, pero más allá de mayor fluidez y alguna exclusividad no parece que vayamos a vernos obligados a dar el salto generacional por FIFA de momento. A PES, como ya sabéis, ni está ni se le espera: la apuesta pasaba por jugársela en la presente generación y entrar por la puerta grande en One y PS4. Lo segundo puede ser, pero lo primero es más que discutible.

 

Son muchas las circunstancias que invitaban a esperar algo grande del nuevo PES 2014: esperada renovación y una serie de promesas avecinaban buenas intenciones por parte de Konami. Parecía una ocasión estupenda para redefinir la situación vista a lo largo de la presente generación de consolas y dar un atisbo de esperanza para lo que vendrá en los próximos años para la nueva generación. De hecho, despedir la presente generación con algo de dignidad habría sido maravilloso pero desgraciadamente la sensación que me ha despertado PES es que se ha querido usar al jugador de conejillo de indias, y que todo lo que intenta renovar la franquicia puede estar bien, pero necesitaba cocerse más en el horno.

 

Al final no fue suficiente

 

Y es que hay errores flagrantes más allá del hecho de que se hayan quitado todos los estadios que se añadieron en la anterior edición o la sonora falta de efectos climatológicos. Hablamos de una jugabilidad que ha hecho huir a muchos seguidores de la propia franquicia a las primeras partidas, un cambio traumático que ha obligado a muchos jugadores a lanzarse a los brazos de la edición del año pasado buscando el juego que necesitaban. ¿Conformismo o miedo al cambio? Puede que un poco de todo: cuando la fuga de jugadores se puede demostrar con datos de venta es que en Konami, definitivamente, algo se está haciendo mal.

 

Lo más discutible en la presente entrega es esa sensación de haberse hecho con prisa, y huele a que podría haberse prolongado más el desarrollo del juego para sacar partido a las bondades del Fox Engine, que se nota, pero que no parece todo lo depurado que podría estarlo en el presente hardware. Sigue ralentizándose en momentos de celebración, faltas o saques de esquina, y eso es difícilmente excusable. Todo el trabajo que se hizo en los últimos años en los parecidos con los jugadores se ha tirado a la basura, ofreciendo hoy algunos parecidos con jugadores de equipos importantes absolutamente bochornosos. De las licencias sonrojantes solo te quedas con la Champions, la Europa League y la Libertadores, más allá de eso London Blue y compañía.

 

El futuro

 

No se verán las caras en la nueva generación, por lo que en ese campo tendremos un ganador por ausencia. Todos queremos pensar que el futuro de PES será brillante, pero es obvio que algunos nos cansemos de pensar siempre en esa clave de futuro para encontrarnos ante nada. Ahora es el momento de pensar en futuro: la apuesta hecha con el Fox Engine es para pensar en grande, pero es que la brecha entre plataformas se va haciendo cada vez más y más grande, y si las ventas de Pro Evolution siguen bajando, es obvio que Konami no quiera seguir invirtiendo como hacía antaño.

 

Si no hacen algo y se sacan de la chistera un conejo grande como una liebre para el próximo año el futuro de la serie japonesa peligra. Y hablo de peligrar, no de perder contra FIFA o contra quién sea: si siguen en ese camino conseguirá echar abajo una de las franquicias más sanas de la generación PlayStation 2. A día 28 de octubre las ventas de PES no pasan de las 300.000 unidades, si con la llegada del nuevo episodio no han llegado al millón, id contando las ediciones que queden, ya que su vida tenderá de un hilo, y una retirada a tiempo, como bien sabe Electronic Arts con la NBA, es una victoria. Al menos a la hora de pagar las facturas.

 

Lo vivido por Konami con FIFA lo vivió EA con NBA 2K a finales de la década pasada. Tras unos años de silencio vuelve para la nueva generación. PES aguanta

 

En el peor de los casos, la desaparición no favorecería a nadie: acomodaría a FIFA en una posición de monopolio muy negativa para los amantes del género y evitaría que el género innovase por otros fueros alejados al del equipo canadiense. Debemos apoyar a PES, pero siempre que nos ofrezca algo digno con lo que pujar: si su apuesta es lo que vemos en el presente juego, naturalmente, deberíamos pensar si poner nuestros cincuenta euros en el mostrador. Yo, desde luego, no lo haría. FIFA 14, como dije en su reseña, no mejora con tanto ruido como en otros episodios, pero suma en prácticamente todos sus apartados y hace del título una de las mejores obras futbolísticas de la generación.

 

FIFA gana un año más. El buen hacer de Electronic Arts vence sin muchas florituras al nuevo Fox Engine y esa extraña apuesta que quizás fructifique (o no) en el futuro, pero que en clave presente necesita mucho por mejorar. Y yo era de Pro y no me importaría volver a serlo, pero con motivos, nunca por despecho. Merecemos mucho más.


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