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Podcast Max Payne 3

Sábado 12 de Septiembre de 2015 por Enrique Luque de Gregorio

¿Qué hubiera pasado si Super Mario Bros nunca hubiese visto la luz? ¿Tanto habría cambiado el mundo de los videojuegos? Sinceramente, yo creo que no. Es una opinión completamente personal (que de eso se trata este espacio), pero me da la impresión de que alguien, antes o después, hubiese inventado algo parecido. En cualquier caso, de lo que no hay duda es que ciertos juegos han cambiado y orientado esta industria como auténticos gurús del ocio electrónico

¿Qué hubiera ocurrido si Tomb Raider jamás se hubiese desarrollado? ¿Cómo habría sido la época de los salones recreativos sin Double Dragon? 

El Efecto Mariposa

Si uno echa la vista atrás, es fácil darse cuenta de qué lanzamientos han ido marcando el porvenir de este mundillo. Las influencias de Call of Duty, Halo, God of War, Devil May Cry, Street Fighter, etc. son realidades que notamos, aceptamos y jugamos día a día. Y ya las conocemos; están claras. Pero ahora bien, ¿imagináis un universo alternativo en el que otros títulos hubiesen realmente marcado las tendencias actuales? Como si se tratara de un efecto mariposa, ¿cómo serían los videojuegos si otros lanzamientos convertidos, por el conformismo de la industria y la indiferencia de los usuarios, en meras anécdotas a pie de página hubiesen marcado el camino a seguir? 

En 2001, cuando jugué a Max Payne (al primero), un título apoyado por la industria y el público en su momento, tuve claro que ahí estaba el futuro. Pensé que Max Payne, con sus flashbacks, su profunda narrativa, sus personajes carismáticos, sería la referencia de una nueva generación de juegos. Me equivoqué estrepitosamente. Hoy, diez años después de su lanzamiento, su influencia en la industria ha sido prácticamente nula, hasta el punto de que ni siquiera sus secuelas le han hecho sombra. Drogas, sectas, asesinatos, infidelidades, satanismo real… todos estos siguen siendo temas tan convencionalmente evitados ahora como lo eran antes del juego. 

El Efecto Mariposa

Otro buen ejemplo podría ser Forbidden Siren (2004) Éste, pese a su endiablada dificultad, contenía elementos que en su momento me dejaron con la boca abierta: protagonistas con historias dramáticas y personalidades muy marcadas, acontecimientos vistos desde una narrativa revolucionaria, a través de diarios, un desarrollo realista, en el que uno se sentía realmente como un “superviviente” anónimo en mitad de una pesadilla. Cuando jugué a Siren, no me quedó ninguna duda que Resident Evil había muerto, y que una nueva generación de juegos de terror había nacido. Me volví a confundir.

Ejemplos como estos hay muchos, la mayoría de ellos graves. Si la gente hubiera pasado del mediocre apartado técnico de Raw Danger (2004), posiblemente hoy estaríamos hablando de un nuevo concepto de juegos: títulos en los que uno no sabe qué va a ocurrir a continuación. Lejos de los desarrollos mascados y destrozados por lo clichés que vivimos actualmente. O si se hubiera prestado más atención a las sutiles insinuaciones de Rule of Rose, o al estilo delirante de los infravalorados Condemned. Y algo parecido podría decirse de los géneros, ¿y si las aventuras gráficas se hubieran convertido en los juegos de moda y no los shooters? 

El Efecto Mariposa

Un ejemplo más actual sería Deadly Premonition (2009), posiblemente el título más inteligente y revolucionario de la actual generación de consolas. Cuando un miembro de esta redacción me lo recomendó, fui escéptico. Pero, más allá de sus paupérrimos gráficos (que llegaron con diez años de retraso), el juego incluía las mejores conversaciones que se han visto en el sector, multitud de ideas sorprendentes, una trama adulta y llena de elementos diferenciadores y, posiblemente, el protagonista más atractivo de la historia de los videojuegos, con problemas mentales incluidos. 

A día de hoy Deadly Premonition no es más que “un juego con malos gráficos que copia a Resident Evil”. Ver para creer. 

Está claro que, en esta industria, ven la luz juegos mejores y peores, buenos y malos. Títulos más elaborados, con gráficos más o menos cuidados, entretenidos o simplemente aburridos. Pero de lo que no hay duda es que, en la mayoría de los casos, uno sabe qué se va a encontrar de principio a fin antes de encender la consola, argumentos incluidos. En mi caso, estoy pasando unas grandes navidades, con juegazos como Skyrim, FIFA 12, Rage o Batman, pero es imposible no pensar de vez en cuando que otro mundo hubiese sido posible. ¿Existirán universos paralelos? ¿Habrá jugadores, en alguna parte, con una industria distinta? ¿Qué hubiera pasado si otros juegos hubieran sido las auténticas referencias? ¿Imagináis un sector en el que las balas tuvieran un por qué?

Quién puede saberlo…


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