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Dos horas con la NES Mini

Otra consola para estas Navidades
Domingo 02 de Octubre de 2016 por Tipo de Incógnito

Todos sabemos que la nueva consola 'de verdad' de Nintendo para el próximo año es la NX. No sabemos todavía cúal será su nombre final, aunque sospechamos muchas cosas – como que será una consola híbrida con mandos que se encajan y desencajan de sus laterales –; pero sí sabemos que antes de esta nueva consola llegará una bien vieja. Nintendo se ha inventado una forma de rentabilizar su amplio catálogo de juegos al margen de las tiendas virtuales: volver a lanzar sus consolas de hace 30 años.

 

La NES Mini es, ni más ni menos, la explotación más bruta de la nostalgia de una generación de jugadores que haya visto jamás, porque es una NES adaptada para jugarla en televisores de hoy en día con un par de cambios mínimos y toda la autenticidad que se puede esperar de un producto oficial que corre juegos desfasadídimos. Con 30 juegos que resumen muy bien la experiencia de juego de finales de los 80 y comienzos de los 90, un precio más o menos asequible (60 euros) y una fecha de lanzamiento perfecta, el 11 de noviembre; esta bien podría ser la mejor consola que veamos en las tiendas estas navidades. 

 

 

No hay mucho que os pueda explicar de la NES Mini que su nombre y los tres datos que ya os he facilitado no dejen claro. La consola emplea un único puerto HDMI para conectarse a televisores modernos y está potenciada mediante un cable microUSB, por lo que puede funcionar con la energía que le dé la propia tele o podéis enchufarla tranquilamente al cargador del móvil que tengáis al lado del sofá. 

 

La única pega a nivel de hardware que le veo es que los mandos tienen unos cables cortísimos, de apenas un metro y medio, por lo que lo que vais a tener que colocarla en la mesa del café o algo por el estilo para jugar con ella sentados en el sofá. Esto sería una faena de no ser porque apretar el botón de Reset de la pequeña NES es algo obligatorio: es la única forma de volver al menú donde están los juegos, donde la última partida que hubiéramos echado 'flota' con una captura de pantalla sobre el susodicho menú por si queremos guardar la partida para volver después a ella.

 

La imagen de todos los juegos es simplemente perfecta, calcada a la NES original

 

Aunque los más puristas dirán que esto rompe la experiencia, porque jugar a MegaMan 2 pudiendo guardar cuando nos dé la gana es una ventaja que no se tenía en el pleistoceno; es una concesión a la modernidad que sin duda necesitan sus otros 29 juegos. Ya no estamos hechos para usar códigos en un tablero y recuperar la partida. O, mejor dicho, los niños que podrán jugar por primera vez al Metroid auténtico y a otros títulos muchos menos conocidos en el formato con el que se concibieron no van a entender que los juegos de NES no guardaban la partida casi en ningún caso por sus limitaciones técnicas. 

 

Esto me hace pensar en si realmente los 30 juegos escogidos, que son muy variaditos, van a estar a la altura de la nostalgia o del primer contacto que muchos van a tener con ellos. Personalmente, flipé en colores cuando jugué a Star Tropics, juego del que jamás había oído hablar y que no creo que sea capaz de digerir salvo si puedo dejarlo en cualquier momento y recuperarlo cuando mi alma haya vuelto a mi cuerpo. Vaya pedazo de juego raro de narices. 

 

Star Tropics quizá sea el juego más raro, sí, pero del mismo modo que veo a mucha gente jugando a Super Mario Bros., The Legend of Zelda, Donkey Kong Jr. o Excetibike; no sé qué tal se las va a apañar el amplísimo público al que esta consola se dirige con otros nombres como Ninja Gaiden, Gradius, Tecmo Bowl o incluso Super Mario Bros. 2. Por supuesto, dudo que a Nintendo le asuste del todo esto, porque una consola que parece de jueguete, pero que funcione a las mil maravillas y no cuesta demasiado cara, es un regalo navideño que seguro que incluso harían mis padres. 

 

Un vistazo a la interfaz

 

Y aquí está el quid de la cuestión. Sony quiere que sus jugadores sean profesionales. Microsoft quiere dejar mal a Sony por Twitter con una consola inferior en la actualidad salvo porque reproduce Blurays en 4K; ¿Y Nintendo? Nintendo va a arrasar estas Navidades como no está escrito vendiendo una consola de 60 euros que les habrá costado 5 euros fabricar, que tiene tecnología de hace 30 años y que incluye solo 30 juegos no ampliables que cuanto peor se vean gracias a los filtros 'old school' que incluye la consola, más van a gustar al público de 30 para arriba años. 

 

¿No es irónico? Como fan de Nintendo, aunque también un gran crítico de sus errores, veo aquí una estrategia tan sencilla como efectiva, que es donde esta gente mejor se mueve. Y si pensáis que la gente que no tiene ni idea de videojuegos no se va a volver loca con una consola de los años 80 que parece un juguete, os insto a ver las ventas de los BB8 teledirigidos que se vendieron en las Navidades de 2015 con el lanzamiento de la última de Star Wars. 

 

 

Puede que la NES Mini tenga gracia durante el mes de diciembre y un poco de enero, y que después pase a coger polvo al lado de las consolas 'de verdad', pero no creo que eso importe en absoluto a Nintendo ni a quienes la compran para pasar el rato al lado de la estufa mientras comen sobras del día 24 de diciembre. 

 

Y para los demás, para los que somos un 1% en comparación y que entendemos el valor de un producto que rescata la experiencai de juego más auténtica de estos clásicos, pues tenemos una consola maravillosa que vamos a querer tanto como querremos a la SNES Mini que se va a lanzar en noviembre de 2017. Podemos hacer una apuesta multimillonaria si queréis con esto, ¿eh?

 

Me apuesto todo lo que tengo a que Nintendo la lanza el año que viene casi en el mismo día que lanzarán la NES Mini. Esto es un producto que se vende solo y que tiene un valor muy distinto para el que no sabe demasiado de videojuegos y para el que lo sabe todo de la NES.


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