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Análisis de Persona 5 Royal, una revisión profunda y sobresaliente

Pequeños y grandes cambios
Martes 17 de Marzo de 2020 por Adrián Suárez Mouriño

Atlus ya avisaba con su revisión de Catherine que las versiones definitivas de sus juegos más recientes no solo iban a consistir en añadir leves modificaciones, sino que iban a ser profundas reescrituras autoconscientes de que existía una versión original. Persona 5 Royal es eso y mucho más, tanto es así que aunque hayas invertido 150 horas en el lanzado hace cuatro años, te merecerá mucho la pena volver a jugarlo de nuevo. Si eres un recién llegado a la franquicia, te encontrarás con el JRPG más redonde de esta generación.

 

Los cambios en Persona 5 Royal son muchísimos. Para nuestro territorio hay uno que es obvio y el primero a destacar: la traducción al español. Sus responsables se han afanado en enfatizar y localizar con acierto la personalidad de cada personaje. Los he sentido más claros y naturales porque su espíritu se ha interpretado con muchísimo mimo. En Persona 5 Royal, si hay que decir tacos, se dicen, si hay que protestar o vociferar por algo se hace, y en nuestro idioma. No es solo una traducción literal, es una localización exquisita que se agradece; aunque suene raro al principio eso de que en lugar de Velvet Room nos den Habitación Terciopelo.

 

Otros cambios muy sonados son el de la nueva personaje que aparece tempranísimo en la aventura con la misión y vocación de vertebrar mejor su conjunto. Funciona bien y encaja estupendamente tanto con la trama principal como con el conjunto de relaciones que se presentan. Ahora tenemos también un nuevo semestre que alarga la experiencia así como zonas nuevas para expandir nuestra vida social. Ahora hay mucho más y se han añadido pequeños cortes de vídeo y reescrituras para que el grupo funcione mejor como pack. Charlan más, se llaman más y ayuda a que los quieras más.

 

 

En el análisis original que hice de Persona 5 indicaba que los de Persona 4 me parecían más carismáticos. Es como si Atlus también se hubiera dado cuenta y se hubiera tomado estos años entre la edición original y la Royal en aprender a trasladarnos mejor las personalidades de cada uno de ellos, y la cosa funciona. También ayuda, claro está, que los que somos muy de Persona, los echáramos de menos. El reencuentro ha sido formidable.

 

Pero además de estos grandes añadidos: un personaje, zonas nuevas de vida social y de exploración, nuevos cortes cinemáticos para reforzar la narración, lo que es sorprendente es la inmensa cantidad de pequeñas y minúsculas modificaciones aquí y allá que han hecho de una buena experiencia una que es soberbia.

 

Lo cierto es que no me gustaría desgranarlos todos con demasiado detalle. Una de las cosas que más he disfrutado como entusiasta de la entrega anterior ha sido descubrirlos mientras estos se producían y no quiero arruinaros esto. Valga decir que Persona 5 Royal sabe que tiene un combate muy bueno y que su idea de explotar las debilidades de cada personaje te invita siempre a matarlos de un único turno con daño máximo. Eso lleva al juego a introducir nuevos tipos de enemigos en las batallas, nuevas personas y nuevos minijuegos para convertir esto en un puzzle. Ahora los combates son aún más partida de ajedrez que antes.

 

Esto también se expande a los bosses. Ahora tienen nuevas fases, nuevas dinámicas y nuevas rutinas que te sorprenderán. Lo interesante es que está todo tan bien integrado, es tan natural pero a la vez se siente tan agradecido que te preguntarás: ¿esto estaba ahí antes o es nuevo? Y esa es la gran virtud de esta edición, que sabe recompensar con continuas adiciones a la fórmula original.

 

También hay cambios en la propia estructura de la exploración. Ese nuevo cable que tenemos sirve para verticalizar nuestro avance y llegar a zonas nuevas. En ellas encontraremos objetos coleccionables protegidos por nuevos bosses y que nos ayudarán a poder permanecer más tiempo en los palacios enemigos. Y esto se agradece porque consigue revitalizar la exploración de una mazmorra que ya conocemos, dejarnos estar más tiempo en ella sin volver al mundo real, arriesgar más y disfrutar. Por cierto, con lo de ‘arriesgar’, que sepáis que tenéis varios modos de dificultad para convertir a Persona 5 Royal en una experiencia casi imposible; perfecto para una nueva run que os obligará a ser maestros del combate.

 

 

La zona de Mementos también se ha visto alterada con cambios. Llega con moneda propia que se esfuma si te vas para que te la juegues avanzando. También se han incluido reglas propias de juego para que esta mazmorra que era más para pasar el rato que otra cosa en el original, ahora sea estupenda.

 

Como veis, todo es sensacional en Persona 5 Royal: una traducción y localización estupenda y un montonazo de cambios, tanto centrales de la experiencia como pequeñitos aquí y allá. El juego premia haberse pasado el anterior pero no le recuerda a los recién llegados que no han jugado a aquel.

 

El único problema que tiene la aventura siguen siendo algunos tiempos muertos en su desarrollo que ahora se disimulan con una vida social con más opciones. Los gráficos, aunque muy hermosos en su arte, se siguen viendo algo justos en lo técnico, y que a muchos tantas horas de juego le echarán para atrás. Pero todo eso son problemas menores. Atlus da una lección magistral de cómo se ha de revisar un juego y de cómo hacer una edición completa. Hay muchísimo cariño y mimo en Persona 5 Royal. Es el mejor JRPG de esta generación y nadie debería perdérselo.


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