Analisis Yakuza 5 ,PS3

Se ha comentado muchas veces que la franquicia Yakuza nacía para convertirse en los nuevos Shenmue, por su concepto de mundo abierto y las posibilidades que proporcionaban a los jugadores. Lo cierto es que no tiene mucho que ver, y yo los definiría más bien como la experiencia más representativa de un mundo abierto realizado por un estudio japonés, que evidencia claramente las diferencias con otro título de las mismas características realizado por un estudio occidental. 

 

Yakuza 5 es la última entrega de la franquicia que acaba de llegar a PS3 en nuestro territorio, aunque lo ha hecho 3 años después de que hiciera lo propio en Japón. Y aquí, posiblemente, nos encontremos con el muro más grande que algunos jugadores deberían ser conscientes de que hay que escalar para poder disfrutar del juego: volver a utilizar una consola de anterior generación, con un juego que ya no sorprende ni mucho menos lo mismo que podría haber hecho en su debido momento, y con una franquicia en la que hay que tener cierto bagaje previo para poder disfrutar de las historias que se nos quieren narrar. 

 

 

No quiere decir que el juego no sea autoconclusivo y no se pueda disfrutar de él en caso de que no hayamos jugado a ninguna de las entregas anteriores, pero sí se convierte en un requisitio bastante importante. Yakuza 5 no tardará en hablarnos sobre ciertos personajes, grupos, mafias y acontecimientos de los que no tendremos ni idea, confundiendo un poco hasta que no consigamos asentarnos y entender la manera en la que el juego expone la historia al jugador. Cinemáticas muy largas, muchos minutos de conversaciones que en ocasiones no cuentan nada excesivamente relevante... el ritmo de juego es lento, y sí que es un requisito imprescindible contar con un buen nivel de inglés para entender todos los textos, que básicamente son el motor que hace avanzar la obra. 

 

En esta ocasión nos pondremos en la piel de varios personajes, cada uno con su propia historia, motivaciones e importancia dentro de la trama. Yakuza 5 consigue, con cierta maestría, combinar su vida personal con la historia que el juego nos cuenta. Y esa combinación también se deja ver cuando tomamos el control de los personajes, ya que deberemos hacer distintas acciones cotidianas con ellos, como ir al trabajo, comprar un regalo, ir a comer... a su vez, sabe ir incorporando nuevas piezas del puzle que forma la historia. De esta forma la trama se va construyendo alrededor de la vida personal de cada uno de estos personajes, y el jugador es testigo de ambas facetas que se fusionan con coherencia. 

 

 

Tenemos cierta libertad, en escenarios abiertos, para dirigirnos a donde queramos. Podremos dirigirnos al punto que hará que la historia principal avance o podremos entretenernos con las inmensas posibilidades que ofrece a nivel secundario. Habrá muchos personajes que nos encontraremos por los escenarios y que nos propondrán misiones, la mayoría de ellas muy sencillas y de poco interés. Pero también podremos entrar en multitud de locales de muy diversos tipos, gastarnos nuestro dinero como queramos y disfrutar de estas urbanizaciones japonesas.

 

El combate es una parte importantísima de Yakuza 5, ya que la mayoría de misiones y de situaciones de peligro se resolverán a golpes. Con un sistema de combate muy sencillo, podremos enfrentarnos con los enemigos utilizando nuestros puños, armas o elementos del escenario. Además, obtendremos experiencia con la que obtendremos puntos que a su vez podremos utilizar para aprender nuevas habilidades de combate. El jugador podrá decidir si quieres hacer estas mejoras a mano o de forma automática, para que el juego nos haga mejorar sin que nos preocupemos demasiado de ir visitando los menús reiteradamente.

 

 

Estos enfrentamientos son divertidos, pero tampoco son extremadamente buenos, y al final llegan a ser más cansinos de lo que gustaría. Además, hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones los enemigos nos asaltarán mientras nos dirigimos a algún punto del mapa, por lo que podemos llegar a combatir muchas veces en muy cortos períodos de tiempo. Y sí, a veces cansa tener que luchar contra un gran grupo, avanzar unos metros y volver a enfrentarnos con otro.

 

Cada uno de los personajes que controlamos a lo largo de la historia cuenta con su propia manera de ser, a pesar de que al jugador se le proporciona la opción de elegir por él en algunas conversaciones o situaciones. También varía su propia vida cotidiana y la manera de afrontar los problemas, lo que al menos garantiza cierta variedad en Yakuza 5 que no se hubiese conseguido centrando la atención únicamente en un solo protagonista. Los que disfruten de este tipo de planteamientos, seguramente, disfrutarán del que podría considerarse el título más completo de toda la franquicia.

 

 

Pero quizás haya demasiados impedimentos que hacen que Yakuza 5 solo pueda ser disfrutado en su plenitud por un grupo reducido de jugadores: aquellos que lo esperaban con ganas, que conocen las entregas anteriores y saben a lo que se van a enfrentar, con un ritmo de juego muy lento, secuencias larguísimas y miles de conversaciones en japonés en las que deberemos leer los subtítulos en inglés. El resto se encontrará con una obra muy particular, que derrocha personalidad propia y que sin duda nos proporcionará muchas horas de entretenimiento, pero que quizás hoy en día no sorprenda demasiado en ninguno de sus apartados.

 

Si eres un fan de la saga, Yakuza 5 es más que imprescindible. Si tenías curiosidad por la franquicia y crees que no te van a molestar demasiado sus impedimentos, lo vas a disfrutar seguro. Si tienes demasiadas dudas, yo no me preocuparía, ya que tampoco te estás perdiendo nada excesivamente especial a día de hoy.  

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