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Analisis Welkin Road ,PC

Practicando parkour antes de Mirror's Edge Catalyst. 
Miercoles 20 de Abril de 2016 por Álex Pareja

El parkour es una disciplina muy presente en los videojuegos de hoy en día. La capacidad para utilizar el propio cuerpo para superar obstáculos, realizar saltos y maniobras acrobáticas es lo suficientemente atractivo y sugerente como para que los protagonistas de ciertas aventuras lo utilicen. Pero también hemos visto cómo esta disciplina se aplicaba de una forma mucho más técnica en obras como Mirror's Edge, donde había que tener en cuenta muchos factores como la velocidad, la caída y demás características técnicas que lo acercaban, algo más, a una sensación real.

 

Welkin Road, no lo vamos a negar, recuerda y mucho a la franquicia de juegos protagonizada por Faith. Una perspectiva en primera persona muy similar con un movimiento y un protagonismo del parkour parecido, aunque en un contexto muy diferente. En esta ocasión no hay historia, ni somos ningún agente especial o tenemos que utilizar nuestras habilidades acrobáticas para intentar detener a algún grupo de villanos que quieren acabar con la sociedad. Simplemente debemos recorrer unos escenarios cada vez más desafiantes en el menor tiempo posible, con el medidor de tiempo como único rival.

 

 

 

Podéis imaginar, con esta información en mente, que Welkin Road es un juego de parkour muy similar a Mirror's Edge, pero sin enemigos ni elementos decorativos, dando un total protagonismo al control y a los desafíos en forma de saltos o acrobacias, y estaríais muy cerca de comprender cuál es el concepto de juego general. Sin embargo, hay algo que diferencia a ambas propuestas, que es la sensación de fluidez.

 

Si hay algo que destaca al controlar a Faith es la placentera percepción que provoca ir encadenando un movimiento tras otro, sintiéndonos poderosos y encontrando una tremenda satisfacción al desplazarnos por los escenarios sin más. Sin embargo, aunque en Welkin Road también se busca en cierta medida que el jugador consiga encontrar ese ritmo y velocidad para ir encadenando los distintos movimientos, también se siente como una especie de juego de puzles. En los distintos escenarios a los que podremos enfrentarnos habrá algo que nos ocurra siempre la primera vez, que será la necesidad de observar bien los escenarios para saber hacia dónde nos tenemos que dirigir en cada momento y qué acción es la que debemos realizar para superar ese salto o sección en cuestión.

 


Esa decisión varía por completo la sensación que tenemos cuando jugamos, ya que perderemos esa fluidez hasta que no nos aprendamos los escenarios de memoria. Por lo tanto, quiero entender que esa es la meta que quiere lograr Welkin Road si tenemos en cuenta su distribución de los desafíos a lo largo de los escenarios y la importancia mayúscula del tiempo: que nos aprendamos de memoria los recorridos hasta poder conseguir realizar todo el trayecto del tirón hasta conseguir un buen tiempo. Y ya os aviso que no será una tarea demasiado fácil.

 

El problema, precisamente, es que en ocasiones se necesitarán realizar acciones que cortan demasiado el ritmo y que agotan un poco si no se es demasiado experto en su control. Por ejemplo, una de las mecánicas básicas del juego, además de saltar o de impulsarnos a través de las paredes, será colgarnos de esferas voladoras, en las que en ocasiones deberemos subir o bajar nuestro gancho (que en realidad es una especie de poder especial que sale directamente de nuestras manos) y, a veces, es necesario ser extremadamente preciso en las distancias. Es decir, que Welkin Road, quizás, complica en exceso conseguir llegar a alcanzar esa velocidad y ritmo que tan bien le sentaría a la propuesta.

 

 

 

No os mentiré si os digo que he pasado más tiempo estudiando los escenarios y pensando cuál será mi próximo movimiento que disfrutando del parkour en sí mismo, por lo que es algo que debe tenerse en cuenta y darle una máxima importancia: no vamos a sentir lo mismo que con Mirror's Edge, ya que ni el control es tan bueno ni los retos del escenario están tan bien ajustados como para favorecer la fluidez de nuestro movimiento.

 

Creo, bajo mi humilde punto de vista, que ajustar mejor los saltos y estos elementos hubiese hecho un favor muy grande a Welkin Road, ya que en ocasiones parece que el juego se contradice a sí mismo. Por un lado parece obvio que quiere ofrecer al jugador una experiencia frenética en la que cada décima de segundo cuenta, pero por otro lado no para de hacer al jugador que se pare, para echar un vistazo al escenario o para ajustar casi al milímetro sus movimientos.

 

 

 

A esto también habría que sumarle ciertos problemas y bugs que, al menos a día de hoy, se reproducen con demasiada frecuencia: problemas visuales en los escenarios y, lo más importante, inconvenientes en los controles cuando cambiamos algunas de las funciones de las teclas. Para que os hagáis una idea, intenté un par de veces cambiar la tecla de una de las acciones y cada vez que lo hacía, el juego no me permitía realizar esa acción (ni con la nueva tecla ni con la anterior) y tampoco me dejaba volver a los ajustes predeterminados de control para solucionarlo, teniendo que salir del juego y volver a entrar para encontrar una solución. Tampoco se puede jugar con mando, así que Welkin Road solo es recomendable para aquellos jugadores que se manejen bien con el teclado y el ratón.

 

La dificultad cada vez será mayor y se convierte en un problema para conseguir alcanzar esa fluidez y velocidad necesaria para conseguir un buen tiempo en el cronómetro, por lo que los amantes de este tipo de retos podrán disfrutarlo. Al resto no se lo recomendaría, ya que hay propuestas mejores a nivel de parkour y también a nivel de puzles o de retos planteados a través de los escenarios. Creo que al juego le falta personalidad y saber encontrar su lugar, con discordancias evidentes en lo que plantea y en lo que luego experimentamos cuando jugamos. Tampoco es demasiado espectacular a nivel visual, con escenarios muy parecidos entre sí donde apenas varían los colores entre ellos y poco más.

 

 

 

Un intento de transmitir las sensaciones propias del parkour mezclado con la paciencia propia de los puzles, en una obra donde debemos aprendernos de memoria los escenarios y sus retos para lograr alcanzar una fluidez en nuestros movimientos necesaria para poder llegar a divertirnos de verdad.  

5.5
/ 10

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