Por regla general, en MundoGamers no somos muy dados a abrir nuestros análisis haciendo un repaso a la historia de cada saga. Más que nada porque, en nuestra opinión, es algo un poco tedioso, tanto para el redactor (que deja de lado el sentido del análisis: la crítica puntual) como para el lector, que suele querer saber qué tal está un juego en cuestión, no los doscientos anteriores. Y hay que tener en cuenta que vivimos una época de secuelas. Pero hoy no nos queda más remedio que hacer una excepción, porque se mire como se mire, Tactics Ogre es un juego lleno de historia.
Tactics Ogre vio la luz originalmente en Súper Nintendo, a mediados de los años noventa, aunque después también haya llegado a aparecer en PlayStation o GBA, entre otras consolas. Y, a pesar de que en realidad se trate de un título de bastante éxito en Japón (no diremos de culto, porque últimamente todo parece de culto), en Europa es poco menos que un desconocido.
La versión que ahora llega a PSP no es la original, sino un cuidado remake más acorde con los tiempos que corren. La historia del juego sí es más o menos la misma que en Súper Nintendo, salvo por pequeños añadidos. La aventura empieza en la isla de Valeria, un lugar azotado por la guerra y la inestabilidad política donde vive Denam Pavel, el protagonista, quien decide unir sus fuerzas con las de su hermana Catiua y su amigo Vyce. Esta es la excusa épica para presentar todo tipo de conflictos y razas en un mundo tan imaginativo como marcan los cánones de los juegos de rol. No obstante,
su argumento es uno de los mayores alicientes de Tactics Ogre. Es muy fantástico, sí, pero lleno de contrastes y momentos complejos y emotivos a partes iguales. Dicho de otro modo: escapa de los tópicos y convencionalismos que tantas veces inundan este tipo de juegos. Otro de sus aspectos importantes, que ayudan también a diferenciarlo de tantos otros títulos, es el gran número de personajes que aparecen en él. Muchos de ellos se pueden seleccionar dentro de nuestro equipo y, por lo tanto, son manejables. Pero igualmente los villanos resultan interesantes y muestran perfiles muy atractivos.
Por lo demás,
Tactics Ogre es un juego de rol táctico en toda regla. Los combates se llevan a cabo por turnos, en escenarios que se dividen durante las batallas en diferentes casillas. Como es habitual dentro de este género, el componente estratégico es una parte importantísima. Hay que pensar mucho cada jugado antes de ejecutarla.
Cada personaje, además, cuenta con sus propias características; no sólo tienen sus armas exclusivas, objetos y habilidades (que se pueden potenciar a medida que se avanza en el juego), sino también un rango de acción determinado. Y ya entrando en faena, durante nuestro turno el número de opciones a realizar es bastante alto: atacar cuerpo a cuerpo, golpear a distancia, curar a los personajes, moverse, etc.
Todo da como resultado combates atractivos y profundos, que requieren un alto nivel de concentración y, por qué no decirlo, paciencia. Como decíamos antes, el juego es una versión mejorada de la original de Súper Nintendo. Esto se traduce no sólo en misiones y personajes inéditos, sino también en un lógico lavado de cara gráfico. El aspecto del juego viene a ser algo así como un cruce entre la nostalgia y las posibilidades que ofrece el hardware de PSP, incluso con más de lo primero que de lo segundo.
Aunque ahora los entornos se muestran en tres dimensiones, el aspecto general del juego y los propios personajes (sprites) recuerdan mucho a los típicos títulos de vista isométrica de la época de los dieciséis bits. Lo cual no tiene nada de malo, ojo?
El principal problema de este Tactics Ogre es su idioma, ya que está sin traducir. Y, siendo sinceros,
su trama y por consiguiente sus diálogos no son lo que se dicen sencillos de entender, a no ser que uno tenga un buen nivel de inglés. La complejidad de la historia y de su desarrollo lo convierten casi en exclusiva en un juego para usuarios bilingües.
Aún sin dejarnos llevar por la nostalgia,
Tactics Ogre: Let Us Cling Together es un buen ejemplo de cómo trasladar a los tiempos actuales un clásico sin que éste pierda su esencia o alterar lo más mínimo sus virtudes originales. Unas virtudes que a día de hoy siguen intactas. Siempre y cuando te guste el género, con este título te vas a encontrar una aventura profunda, larga y muy recomendable. Eso sí, insistimos: viene sin localizar a nuestro idioma. Una auténtica lástima?
NOTA FINAL: 7
<< Anterior
Siguiente >>