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Analisis Star Raiders PS1

Domingo 22 de Mayo de 2011 por Víctor Junquera
Atari sigue empeñada en rescatar títulos míticos de sus primeras máquinas de videojuegos, y en esta ocasión se saca de la manga un Star Raiders, algo que no se sabe bien si es un remake, una secuela o un intento de actualizar el título homónimo de 1980 y de darles una falsa alegría a los fans del original. Falsa alegría porque en concepto es similar, pero en ejecución falla estrepitosamente.

Star Raiders nos propone una historia de ciencia-ficción intergaláctica en la que un grupo de mercenarios irá subiendo de rango poco a poco tras acabar con la amenaza de los Zylons en diferentes sectores de la galaxia, a bordo de una nave transformable que se controla pretendiendo simular que tal nave existiese, de una forma lenta y tosca y con una visibilidad reducida, más basada en indicadores.

Lo cierto es que las posibilidades de Star Raiders son más bien escasas. A pesar de un control en el que se utilizan multitud de botones de formas un tanto incongruentes, nuestro único objetivo es acabar con la amenaza enemiga, en forma de torretas estáticas enemigas, pequeñas naves en combates dogfight, o grandes cruceros y naves de batalla enemigas, todo ello a lo largo de casi una decena de horas en una variedad de misiones difícilmente diferenciables.

Tras tres fases de tutorial que nos enseñan las cualidades de cada una de las tres transformaciones de forma muy abstracta, nos lanzan a misiones reales sin haber aprendido nada sobre el juego, sobre los dos tipos de disparo de cada forma, sobre las características de cada una de ellas, sobre el gasto de energía y las estaciones de recarga de la misma... Sólo nos explican cómo movernos, cómo disparar y cómo conseguir dinero para invertir en mejoras, pero sólo leyendo el manual digital podemos saber que en el modo torreta, mover el stick derecho nos hace girar en el sitio, pero ese mismo stick, pulsando un botón, hace que controlemos la inclinación.

De las tres transformaciones de la nave, se crea una escala de utilidad claramente descompensada. El modo ideal para las dogfights, es decir, las peleas entre cazas, es el ideal para prácticamente todo el juego, amén de ser el más equilibrado y de contar con misiles guiados que nos facilitan las pocas tareas que podemos tener, como destruir, destruir y destruir. El modo interceptor tiene una movilidad más limitada, pero cuenta con un láser que inutiliza las grandes naves por un tiempo, lo que nos permite facilidad para ir a atacar los puntos débiles para destruirlas. Finalmente, el modo torreta, poco útil por su movilidad nula, nos da cadencia y potencia de disparo superior, para las situaciones de determinadas fases interiores en las que podemos vernos más rodeados.

Porque poco importa que sea un carguero que una fragata que un destructor imperial, desde fuera o desde dentro, las naves grandes sólo las destruiremos disparando a unos pequeños condensadores verdes no muy fáciles de ver. Difíciles de encontrar como todos los objetivos del juego, como ?llaves? que abren barreras, que aparecen al destruir a un determinado enemigo no especificado. Y media hora te puedes pasar dando vueltas a un asteroide para encontrarla, porque no hay más indicadores que los de los enemigos, estén donde estén, y tras encontrarla, entrar en la base, destruirla y escapar. Pero, ¡ay de tí! como falles al escapar, que tendrás que repetir todo el proceso una y otra vez, y será la única vez que sientas el pesar de perder, ya que durante las misiones normales, que te destruyan es casi una bendición que te ahorra ir hasta una estación de recarga para volver al combate al 100%.

Un concepto extraño mal planteado, de una complejidad que no se merece un desarrollo tan poco variado, en el que lo único extrañamente satisfactorio es acertar a un caza enemigo con un misil guiado, aunque igual sólo te divierte las 100 primeras veces, durante las 7 u 8 primeras misiones, hasta que te das cuenta de que todas serán exactamente iguales, cambiando sólo el número de enemigos. Y que sea un título descargable de poca factura, hace que pasemos por alto (aunque lo mencionemos) un apartado técnico en el que lo único que luce bien es la nave, con un HUD muy mejorable, una banda sonora que brilla por su ausencia, una historia absurda narrada en letras casi imposibles de ver en 40 pulgadas de alta definición y demás perlas. Un rescate poco acertado.

NOTA FINAL: 3,5
3

/ 10


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