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Analisis Spider-Man Miles Morales ,PS5

Peter, la ciudad se queda en buenas manos
Martes 24 de Noviembre de 2020 por David Oña

Vuelve nuestro amigo y vecino Spider-Man, y en esta ocasión el énfasis podemos ponerlo en lo de “vecino”, ya que tal y como se venía advirtiendo, Spider-Man: Miles Morales es, en cuanto a tamaño, un título menor respecto a la primera entrega de Insomniac, pero también lo es en relación a la escala de lo que nos tocará vivir a los mandos. Los californianos fueron muy inteligentes al entregarnos, en su anterior trabajo, un Peter Parker ya hecho, con años de experiencia a sus espaldas y preparado para afrontar un reto de grandes dimensiones. Ahora llega la contrapartida y vuelven a acertar, pero lo hacen dando un paso atrás, bajando a las calles del barrio de Harlem y narrando la que será la primera gran aventura en solitario del “otro Spider-Man”. Uno que todavía se está formando, y que sirve como gancho para traer de vuelta el enfoque adolescente original del mito de Marvel. Miles nos arrastra a su entorno más cercano y el juego se articula, precisamente, en torno a este, en torno a sus amigos y vecinos.

 

Empieza una nueva historia


El primer blockbuster de PlayStation 5 (que a su vez sirve para iniciar un dilatado adiós a PS4) empieza al once, con un prólogo vertiginoso en el cual, a lo largo de una tarde bastante ajetreada en las calles de Nueva York, compartiremos espacio con Peter. Tras someter al villano de turno, nuestro mentor saldrá de escena, pero como cualquier superhéroe autónomo que se precie, ha dejado todo previsto para que su querida ciudad no se quede desprotegida: Miles Morales se quedará al mando, y durante los próximos días él será el único Spider-Man presente, así que ha llegado el momento de demostrar que es apto para el oficio. A este caldo se le añaden diferentes ingredientes. El primero es Roxxon, una tecnológica, con sede en Harlem, que destila un aroma tan fuerte a prácticas ilícitas, que podría captarse desde las oficinas de DC Comics. El segundo ingrediente relevante es, nada más y nada menos, que la banda callejera de los Underground, un grupo fuertemente armado y liderado por un personaje conocido como Tinkerer. Estos últimos se dedican en cuerpo y alma a realizar todo tipo de actividades para sabotear las iniciativas de Roxxon. Como consecuencia, las hostilidades entre ambos bandos no tardarán en afectar a los civiles de la zona, y en medio de todo este barullo, nos encontraremos nosotros, encarnando a un joven de 16 años que se verá desbordado por la escalada de acontecimientos que están por llegar.

 

Peter desaparece pronto de escena, aunque seguirá presente en su papel de mentor a través de las pruebas de entrenamiento


De esta forma arranca una trama que podría pertenecer al arco inicial de una nueva serie de cómics. Una historia que, en los primeros momentos, puede descolocar debido a su torpeza a la hora de tratar momentos cotidianos, con frases nacidas para molar, diálogos insustanciales, y alguna misión inicial tan trillada como innecesaria. Por suerte, el título se detiene poco en este punto, el susto pasa rápido, y cuando las tortas hacen acto de presencia, todo empieza a ir sobre ruedas. Nos enfundaremos el traje, empezaremos a balancearnos entre los rascacielos, y no tardaremos mucho en darnos cuenta de lo trabajado que está este Spider-Man novato. Lo veremos tanto en los andares, como en la forma de balancearse e incluso en la manera de interactuar con los NPC. Todo está meticulosamente medido para que nos percatemos de que estamos avatarizando a un personaje diferente. Algo a lo que contribuye su notable banda sonora y la gestión que se hace de la misma

 

Sin relleno, pero con contenido


Esta nueva musicalidad nos acompañará al por un escenario tan continuista como la propia estructura del juego. Lo cual no es no es necesariamente negativo, primero porque está justificado, y segundo porque esa reducción de escala de la que antes hablábamos, le sienta de maravilla. Sí, es más corto, pero eso tiene una consecuencia, la ausencia de relleno. Aquella sensación de chicle estirado que podíamos encontrar en el original desaparece, cada enfrentamiento tiene su razón de ser, y funcionan tanto a nivel mecánico como argumental. De esta forma, Miles irá desentramando los secretos que se esconden tras Roxxon y los Underground hasta llegar a un final tan chispeante como sus poderes.

 

 

Ahora bien, como todos sabemos, su estructura de mundo abierto viene cargada de contenido secundario, y no tan secundario, suficiente como para alagar la vida útil del videojuego hasta unas, más que decentes, 20 horas. En este sentido nos toparemos con misiones de entrenamiento orquestadas por el propio Peter Parker, con incautación de materiales de los Underground, con las típicas bases de enemigos e incluso con una especie gincana, que nos aportará muchos matices sobre el pasado del protagonista (el tipo de coleccionable que más me ha gustado). A todo esto hay que sumarle los, ya habituales, delitos y las misiones y encargos secundarios derivados de una aplicación elaborada por Ganke (el mejor amigo de Miles). En la app nos irán apareciendo peticiones de los NPC, y aquí el juego aprovecha para fortalecer ese discurso de aventura de barrio, construyendo casi todas sus secundarias en torno a personajes que acabarán resultándonos familiares y entornos que pronto se nos harán reconocibles (os recomiendo no dejar de visitar el apartado de redes sociales). Así, nos veremos envueltos en problemas de gestión con un campamento de indigentes, persiguiendo a una banda de ladrones que opera en la zona, o rescatando al, ya famosos, Spider-Cat. Para redondear el pack básico de mundo abierto, se nos ofrecerán otros quehaceres menos trabajados, y una serie de eventos “emergentes”, perfectos para todo aquel que simplemente quiera disfrutar durante más tiempo del sistema de combate.

 

Algunos personajes se volverán recurrentes, y será fácil tanto ubicar sus lugares habituales como volver a tratar con ellos en el futuro

Lo mejor está en la calle

 

Y es que, pese a no contar con grandes cambios, el título se presta a ello. El set de movimientos parte de la base de la anterior entrega para, más pronto que tarde, añadir los dos poderes que diferenciarán a Morales de Parker: la invisibilidad y la electricidad. El primero, obviamente, viene a facilitarnos las labores de sigilo; mientras que la capacidad de acumular más carga eléctrica de lo habitual, se traduce en una serie de movimientos que nos permitirán electrificar a nuestros oponentes, para así poder causarles más daño mientras se encuentran en ese estado. Además, aporta un plus (casi de inicio) para todos aquellos que tengan fresco el gameplay del anterior, y protagoniza algunas de las ejecuciones y de los momentos visualmente más impresionantes del juego.

 

Algo en lo que, como era de esperar, no se queda corto, ya que cumple a la perfección con el papel que le toca jugar en la ventana de lanzamiento de la nueva consola de Sony, el de producción triple A  accesible, amable y, sobre todo, espectacular. A su vez, y pese a sufrir alguna que otra bajada en el framerate, rinde bastante bien en su versión de PS4, en la cual cabe destacar una drástica disminución en los tiempos de carga respecto al original. Aunque todo esto no quita que, si estáis pensando en dar el salto a la nueva generación, lo más apropiado sería esperar a jugarlo en una PlayStation 5.

 

En las alturas es donde más notaremos que el título se le empieza a atragantar a PlayStation 4, sobre todo en los enfrentamientos en azoteas


Por otra parte, esa pátina continuista se deja notar también en sus puntos más flojos. Pues al igual que su (extremadamente clásica) estructura se amolda bastante bien al universo arácnido, presenta otros dejes que son capaces de bajarnos de la nube en cuestión de segundos. Hablo de los típicos tramos de investigación en los cuales, por vigesimoquinta vez (y enésima en una saga de apenas dos título), volveremos a encontrarnos con recursos tan manidos como el de la clásica guarida con ordenadores encendidos y ventanas de información crítica en pantalla. Vaya por delante que, desde luego, no es un título al que le pida ningún tipo de alarde narrativo, pero no estaría de más que el equipo diera un paso al frente en este sentido y, por lo menos, abandonara este tipo de prácticas.

 

Antes de que se nos agote la carga del lanzatelarañas, permitidme que me detenga en las opciones de accesibilidad, algo a lo que parece que Sony se está acostumbrando y que, pese a no ser un elemento definitorio (en lo que a mí respecta) a la hora de valorar una obra, creo que sí debe ser destacado. En este caso, desde el menú de configuración podremos alterar multitud de parámetros referidos al tamaño de la fuente, marcos que facilitan la lectura, contorno resaltado de los enemigos, diferentes opciones de tonalidades (modo para daltónicos incluído), diferentes tipos de asistencia al control, y todo un abanico de posibilidades que, poco a poco, empiezan a ser más habitual en el medio. Algo digno de ser celebrado.

 

Las secuencias de acción vuelven a ser tan espectaculares como en el original, o más


En definitiva, el último trabajo de Insomniac evidencia el buen estado de un equipo que ha dado con la tecla para producir títulos notables, con una periodicidad que llega a ser incluso anormal en los tiempos que corren. Marvel’s Spider-Man: Miles Morales continúa con la expansión de una franquicia que parece llamada a acompañarnos durante muchos años. En esta ocasión toca un proyecto menor en su escala, pero que sabe jugar bien sus bazas para aprovecharse de ello, y gana en contundencia prescindiendo de elementos de relleno en su trama. Un título notable, en el que se nota oficio, que no revoluciona nada, pero cumple a la perfección con su función de blockbuster, y en el cual sigue siendo increíblemente gustoso interpretar al trepamuros. Una entrega que sirve para que crezca un personaje que tiene bastante que decir en futuras entregas. Un protagonista que, personalmente, me ha resultado más atractivo que el propio Peter Parker. 


Miles Morales ya sabe lo que es quedarse a cargo de la ciudad que nunca duerme. En el futuro le aguardan nuevos retos, pero sin duda, ahora más que nunca, él es nuestro amigo y vecino Spider-Man.

8

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