1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. WII

Analisis Sin & Punishment: Successors of the Skies WII

Viernes 14 de Mayo de 2010 por Omar Álvarez
Con un equipo como Treasure, no podemos hablar de títulos mediocres o suspensos, como mucho, obras menores. La reputación de esta compañía es tal que no vamos a perder el tiempo en enfocar esta crítica ante un jugador neófito dentro de la estirpe de la compañía: si no has jugado a alguno de sus títulos cumbre, Ikaruga, Sin & Punishment, Radiant Silvergun, Gunstar Heroes, Gradius V o Bangai-O no pierdas el tiempo: escoge uno al azar y disfruta probablemente, de uno de los 10 mejores videojuegos de la historia.

Treasure es capaz de dejarte exhausto visual y jugablemente en pleno 2010 a base de fusilar tu televisor LCD con una orgía de balística y destrucción perfectamente milimetrada y estudiada, de tal forma que tus dos ojos (y ahora gracias al Wiimote, también las dos manos) actúan de forma independiente creando en los niveles más altos de dificultad y en los jugadores entregados (aquellos pocos que se atrevan, claro) a un estado sinestésico, donde ojo, oído y capacidad manual actúan de forma independiente, prácticamente cercano al Nirvana.

Eso es Treasure, ahora y siempre, Sin & Punishment: Successors of the Skies, corrobora y glorifica una actitud necesaria. Pero en S&P2 hay peros. Aunque se trata del mejor shooter on rails desde Panzer Dragoon Orta (y en nuestra humilde opinión, más denso y exigente), Treasure ha cometido dos errores fundamentales: estirar hasta lo infinito los niveles, repercutiendo en su diseño y calidad para aumentar la duración de forma artificial e innecesaria y cometer el error de ofrecer demasiadas ayudas al jugador. No obstante, que nadie se equivoque: si eres un jugador hardcore de pastiche devorador de Call of Dutys, prepárate para llorar de la frustración y avergonzarte de tu torpeza ante un videojuego de verdadera exigencia y entrega, un arcade de corazón noble.

Que Isa y Kachi puedan gravitar crea una mayor sensación de libertad a la hora de desplazarnos por la pantalla (llevando también el juego a momentos de abstracción gravitatoria de lo más interesante) pero elimina el componente de esquive sobre plataformas del S&P original y merma considerablemente la posibilidad de recibir daño.

Los jefes finales son la redención de S&P2: colosales, de una densidad espectacular, mecánicas perfectas y probablemente, los más estimulantes y sorprendentes desde los mejores momentos de la Treasure clásica (incluido el omnipotente Xiga). En los círculos más sectarios de la compañía, muy probablemente veneren más esta secuela por sus explosivos momentos finales y codicioso sistema de rankings, donde se busca la perfección a base de memorizar los ciento y un mil rutinas del juego y evitar el daño a toda costa para no destruir nuestro multiplicador que por sus errores de base, como su duración artificial que impide rejugar a diario el juego completo y crear una experiencia concentrada y potente o la permisividad (que no sencillez ni simpelza). No alcanza el nivel de arquitectura imposible de las de cadenas de Ikaruga, pero si resulta un reto estimulante y justificado.

Los rankings Online son un incentivo perfecto para un shumps y tampoco hace buscar justificaciones: es un shooter espectacular, de un gusto clásico intachable, con una mecánica sólida y que venera el videojuego como entretenimiento abstracto como ningún juego se atreverá este año. El problema es que a nosotros no nos hubiese temblado la mano de otorgar un 10 contundente a un arcade de absoluta pureza y por desgracia Sin & Punishment 2, se entretiene y equivoca al ofrecer la mejilla ante el jugador (o crítico) menos conservador y más conformista. Treasure, por favor, sigue firme porque sin vosotros, estamos condenados a navegar entre la sórdida vulgaridad.

NOTA FINAL: 8.5
8.5

/ 10


<< Anterior Siguiente >>