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Analisis Rory McIlroy PGA TOUR ,PS4

Sustituyendo a un tigre por un norirlandés.
Jueves 30 de Julio de 2015 por Bruno Louviers

Aunque no lo parezca, EA publica más juegos de desportes además del FIFA. Aunque el juego de fútbol es un fenómeno en nuestro país y en parte de Europa, en EEUU y alguna que otra parte suelen jugar también a otros deportes en sus consolas, como el fútbol americano (no confundir con el rugby, me cago en ****) o el hockey sorbre hielo. Curiosamente, hay también gente que aprovecha para jugar al golf sin dejarse un dineral en palos ni sacarse la carrera de médico, y por eso existía Tiger Woods PGA Tour.

 

Desgracidamente, como parece que Tiger Woods tenía varios problemas personales que han afectado a su imagen como marca, EA le dio la patada y lo ha sustituido por un señor que yo no conocía de nada que se llama Rory McIlroy y que, al menos por lo que dice en su página de Wikipedia, es un golfista importantísimo que ha ganado muchas cosas y que está a la altura de Woods en muchos aspectos. Así que el juego de golf de EA de este año se llama Rory McIlroy PGA Tour por él. 

 

El juego no se ve nada mal, aunque creo que podría dar para mucho más

 

Hecha esta introducción de parvulario, toca hablar del juego en sí. Como señor completamente nulo en el golf, no sabría deciros si la representación de la resistencia de Hierro 3 está fielmente reproducida o si la representación de los campos de golf es fidedigna en cuanto a la respuesta de la hierba, la arena o el green. Por fortuna, de videojuegos me parece que sé un poquito y he podido adivinar yo solito que para lanzar la pelota muy lejos hay que usar cierto palo y que la arena no es un buen sitio para apuntar con la pelota. Es decir, que aunque no tengas ni idea de golf, el juego se puede jugar sin problemas.

 

Y claro, desde la perspectiva del videojuego, este PGA Tour es un poco malo. Es curioso porque no hay nada malo en cómo se juega. Puedo entender, incluso sin haber jugado jamás al golf, el interés en tener tres sistemas de control completamente distintos que, sin embargo, son una curva de dificultad fantástica. Hay un modo para tontos como yo, luego otro para cuando los tontitos ya somos capaces de no cagarnos encima y dar a la pelota con seguridad y, por último, un modo más avanzado del cual he huído como del coco porque me agotaba de lo complejo que era.

 

 

El golf siempre se ridiculiza como deporte, pero debe ser difícil de narices

 

Posiblemente, jugar en el modo clásico, el último de los que menciono, es el que permite una experiencia más profunda y completa en este Rory McIlroy PGA Tour, pero no está precisamente al alcance de cualquiera. Por eso tener las otras dos alternativas es una maravilla. Acompañado de los buenos gráficos, que tampoco son excelentes, pero desde luego no son malos; es imposible sentirse tonto por estar mandando con precisión a una pelota minúscula a lo largo y ancho de un campo de hierba recién cortada.

 

El problema es que esta experiencia determinada por las sensaciones de precisión, de alcance y de mimo, no avanzan pese a las horas. Esto se debe, por un lado, a la escasez de mapas y de personajes. Me reí mucho jugando con un viejete en un mapa del Battlefield, pero no tanto cuando descubrí que solo hay 12 pistas en total y que esa cifra se correspondía con el número total de golfistas del juego. Jamás dos docenas se notaron tan escasas, aunque parece que habrá actualizaciones gratuitas para paliar esto.

 

El otro problema reside en el modo carrera, que no ofrece ninguna clase de motivación para siquiera repetir. Clasificarse para un PGA Tour es sorprendentemente fácil, hasta el punto de ser ridículo y poder saltar de amateur a profesional de entre los profesionales con una horita de juego. Ganar puede costarte un poco más, pero la recompensa es un texto y algo de equipamiento nuevo, pero nada anima a repetir, a intentar ser mejor o a intentar subir las estadísticas de tu personaje. Ese pique que todo juego de deporte suele tener en su modo "sé el mejor de los mejores" no está aquí presente.

 

Murcia, qué bella eres. Perdón.

 

¿Para qué seguir jugando entonces si no se te ofrece un contenido suficientemente vasto como para engancharte? Entiendo como algo básico intentar dar algo más a los fans de un deporte, pero Rory McIlroy la verdad es que se conforma con muy poquito. Y los retos o el modo Night Club, que intenta meterle un poco de Mario Tennis al juego, tampoco llenan demasiado. Para colmo, el multijugador cuenta con muy pocos modos de juego y ha perdido algunos de los mejores de las anteriores ediciones, así que yo definitivamente no entiendo nada

 

Así que no, Rory McIlroy no es un mal juego de golf porque tiene buen control, se ve bonito y jugarlo no resulta aburrido en sí. El problema es que tiene tan poquitos complementos que es poco más que un esqueleto con un poquito de músculo sobre los huesos. Uno tiene un límite de veces en las que puede picarse para conseguir el menor número de golpes por campo, algo que, por cierto, me lleva a otra reflexión: ¿os habéis parado a pensar que el objetivo del golf es jugar lo menos posible al golf? Quizá eso es lo que EA Sports se planteó con este juego...

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