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Analisis Rise of the Tomb Raider ,PS4

¿Qué ha pasado en 11 meses con la nueva Lara?
Lunes 10 de Octubre de 2016 por Víctor Junquera

Por un mes no se llega a cumplir el año de exclusividad de Rise of the Tomb Raider para Xbox One con respecto al lanzamiento en PlayStation 4, y pasado este casi año y viendo cómo esta 'celebración del 20º aniversario' (así se llama esta edición para la consola de Sony) se puede abordar por tantos frentes diferentes, vamos a ir por partes.

 

Para empezar, más que la curiosidad por ver cómo le sentaría el cambio de plataforma a este Rise of the Tomb Raider, que no le sienta de ninguna forma en especial, tenía más curiosidad por ver cómo le ha sentado el paso de este año y volver después de todo lo que ha supuesto Uncharted 4 para el videojuego aventurero. Tenía algo de miedo por comprobar que el nivel de detalle y el tono serio bien llevado de la aventura de Drake terminase por 'hacer de menos' a la de Croft, algo como lo que le ocurrió a muchos entre Dragon Age: Inquisition y The Witcher 3. Pero no, a pesar de compartir temática, siguen jugando en ligas muy diferentes y, por suerte, bien compatibles.

 

Toda la aventura original se mantiene, con todo lo bueno y todo lo malo.

 

Rise of the Tomb Raider sigue siendo una propuesta bien diferente, quizá menos cinematográfica, menos centrada en lo que cuenta y en cómo lo cuenta (que no es precisamente una maravilla de trama con una maravilla de personajes), pero lo compensa con mucho más 'juego', con un buen desarrollo, una buena progresión de las habilidades de la protagonista, con elementos diferenciadores en cada área que aportan variedad, con formas de animar al jugador a ese 'backtracking' (volver atrás con habilidades o herramientas nuevas para descubrir nuevas zonas), con un muy buen equilibrio entre la exploración, el puzle/plataformeo y la acción, acción que dicho sea de paso, sabe también diferenciarse muy bien con el uso del sigilo y el arco que predominan sobre las armas de fuego.

 

Rise of the Tomb Raider arregla muchos de los pequeños problemas del ya excelente Tomb Raider del año 2013 y refina la fórmula, y puedo decir que es tan recomendable en 2016 como lo era en 2015, independientemente de la plataforma o de todo el contenido extra que incluya, algo que se repite de cuando comentamos la versión de PC, sólo con el paso de unos meses.

 

¡Más cartas para más modos insulsos!

 

Pero también es cierto que ese contenido extra importa en mayor o en menor medida. El contenido del Pase de Temporada (todos los DLC aparecidos hasta el momento) de Xbox One y PC ya viene de serie en el disco de la versión PS4 de Rise of the Tomb Raider, e incluso viene más contenido, que llegará próximamente para esos poseedores del Pase de Temporada de las otras plataformas. No es un contenido especialmente relevante viendo que la aventura principal ya es lo suficientemente completa para acompañarnos durante casi una veintena de horas, pero estos capítulos extra aportan otro tipo de momentos interesantes.

 

Destacan sobre todo los dos nuevos, 'Lazos de Sangre' y 'La Pesadilla de Lara', ambos ambientados en una Mansión Croft medio en ruinas, siendo el primero un tour nostálgico por la mansión que, a base de pura exploración nos ayuda a darle un poco más de profundidad a esta nueva Lara, y el segundo básicamente un Modo Horda contra zombis. El primero, por cierto, se puede jugar de una forma ligeramente diferente con PlayStation VR, que ayuda a sentir un poco más desde dentro la exploración de la mansión, aunque con ritmo pausado por el movimiento a base de 'teletransportes', pero siempre mejor que con el movimiento libre que puede marear a muchos.

 

La experiencia VR juega con la ausencia de iluminación para crear tensión. Es un buen guiño explorar la Mansión Croft, pero se queda en algo muy simple.

 

Tocado el punto del paso del tiempo y la no-comparativa con su mayor rival, y tocado el punto de las novedades, sería el turno de tocar las diferencias entre versiones. He jugado a Rise of the Tomb Raider en una PS4 normal, sin HDR, y las diferencias entre versiones son prácticamente inapreciables o imposibles de demostrar. Por un lado da la impresión de que en esta nueva versión hay una muy ligera mejora en la iluminación, ciertos reflejos, ciertos destellos de la bengala en las cuevas más oscuras,... Como digo, prácticamente inapreciables. También podría hablar de tres ó cuatro cuelgues a lo largo de la partida en esta versión que no tuve en la otra, pero pueden ser fruto de la consola o de la suerte, y a nivel de rendimiento en general, ciertas ralentizaciones en momentos puntuales siguen ahí, ni mejor ni peor aquí, sino igual que en la otra versión, pero una vez más, algo personal y difícil de demostrar.

 

La iluminación parece algo mejor por momentos, pero el original ya era muy, muy bonito.

 

Pero dejando claro que esto no es un análisis técnico entre versiones, creo que lo único que cabe tener presente de cara a este Rise of the Tomb Raider: 20º aniversario, es que sigue siendo un grandísimo videojuego, una aventura muy bien llevada tan recomendable hoy como hace un año. Resta por ver, claro, lo que sucederá dentro de un mes con la actualización de compatibilidad con PS4 Pro y los diversos modos de visualización que sí mejoren el juego, pero el juego seguirá siendo excelente, tengas peleas por resoluciones y frames o no. Si ya has tenido la oportunidad de disfrutar de Rise of the Tomb Raider en otra plataforma, esta nueva versión no va a aportar más que una edición física muy bonita y una cantidad de extras poco reseñables. Pero si aún no has tenido oportunidad de jugarlo, no sé a qué estás esperando.

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