Generalmente cuando un videojuego está basado en una película resulta casi tan malo como una película basada en un videojuego. No descubrimos nada señalando esto, pero en un caso como el del juego Rango no nos queda más remedio que recordarlo, por enésima vez. Pero lo más curioso es que este nuevo título, basado en la nueva producción del director de Piratas del Caribe, Gore Verbinski, y ?protagonizada? por Johnny Depp, no es el caso más decepcionante de cuantos nos hemos encontrado últimamente. Más bien al contrario.
Rango: El Videojuego no es un título malo que se justifique por estar enfocado a niños, sino un lanzamiento premeditadamente pensado para los más jóvenes. Que no es lo mismo. Es cierto que lo nuevo de EA peca de conformista y no ofrece ni aporta nada al mundo de las plataformas, pero cumple con creces su papel, el de expandir adecuadamente la experiencia de la película. Para ello se basa en una variada sucesión de plataformas que, paradójicamente, puede recordar a los primeros títulos tridimensionales del género.
Nada más empezar, el juego muestra cuales son sus pilares jugables: saltos, secciones que escalar, recogida de ítems, etc. Nada que no se viera ya en los tiempos de treinta y dos bits (o antes, si se me apura). El caso es que el juego resulta ameno y entretenido, en parte gracias a los momentos de acción que también se suceden. En ellos dejamos de tener control sobre el personaje (parece que no se puede quererlo todo, vaya) para centrarnos en disparar a los numerosos enemigos que aparecen en pantalla. Por último el juego también presenta persecuciones montados en distintos animales (murciélagos, correcaminos, etc.). Todo el que haya visto la película podrá hacerse una rápida idea, porque también existían momentos así.
En cuanto al argumento, destaca por estar lleno de sentido del humor y ofrecer una historia diferente a la de la película, en este caso relacionada con unas misteriosas piedras alienígenas verdes que, tras caer en malas manos, están sembrando el pánico en Dirt. Como sheriff, es Rango quien se tiene que ocupar del asunto, claro está.
El guión no es nada del otro mundo, pero teniendo en cuenta que ya la película es una continua sucesión de clichés no hay mucha diferencia en este sentido. El principal hándicap del videojuego es su reducida duración.
Dada la escasa dificultad que presenta y su linealidad, no es muy difícil llegar al final tras unas pocas horas de juego. Una vez más esto se justifica con la excusa de ser un título de marcado corte infantil, pero sólo a medias.
Como críticos, nuestro principal cometido es el de resaltar aquellas producciones que ofrezcan algo diferente a lo ya visto mil veces. No es el caso de Rango en absoluto. Pero, por el contrario, es indudable que el juego cumple con su objetivo:
si tienes ocho años y te lo has pasado bien con la película, lo más probable es que disfrutes del juego. Al fin y al cabo no se trata del único lanzamiento convencional dentro del sector (por desgracia), pero quizás sí del más comprensible.
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