Analisis NBA 2K20 ,PS4,XONE

Es complicado encarar la valoración de un título deportivo a estas alturas de la generación, sobre todo cuando se trata de esta saga en concreto. NBA 2K20 es la nueva entrega de una franquicia que lleva años en la cúspide de los simuladores de baloncesto y casi me atrevería a decir de los juegos deportivos en general. Este alto nivel provoca que cada año las entregas den saltos de calidad mucho menos palpables, por lo que encontrar verdaderas revoluciones o novedades de peso se hace complicado. 

En resumidas cuentas podría deciros que NBA 2K20 es una estupenda actualización de NBA 2K19, con pequeñas novedades y mejoras jugables que hacen (todavía) más disfrutables los encuentros, más otros que rejuvenecen a su manera los distintos modos de juego. Una mención especial para el añadido más importante de este año: la WNBA, la división de mujeres, cuidada la máximo desde su presentación hasta sus partidos. 

 

 

Sabiendo esto ya podéis suponer por dónde van a ir los tiros de esta nueva entrega: las novedades jugables son pocas pero notorias para los jugadores más habituales y es una compra asegurada si disfrutáis de la saga año tras año durante incontables horas. Si por el contrario sois jugadores más casuales, de esos que juegan una pequeña temporada al año o muy de vez en cuando, se me hace complicado volver a recomendaros su adquisición a precio completo. Pero esa decisión está en vuestras manos, por supuesto. 

NBA 2K20 es un espectáculo absoluto. Es cierto que con el paso de los años y a estas alturas de generación este altísimo nivel gráfico y visual sorprende menos, pero ello no implica que deba obviarse. Todo lo que ocurre en pantalla durante los partidos es la culminación de una saga en el terreno gráfico y jugable: es lo más parecido a un partido real que he experimentado en toda mi vida. El movimiento, las animaciones, los tiros, los choques, forcejeos, caídas, reacciones… ya no existe esa sensación de movimiento artificial o de animaciones que se desarrollan a trompicones; todo es orgánico, fluido y gozoso a los mandos y a los ojos. No se puede poner casi ningún pero al juego dentro de la cancha salvo algún que otro pequeño bug ocasional, que son muy testimoniales. 

 

Los típicos modos de juego que ha acompañado a la saga durante estos últimos años están aquí, en NBA 2K20, con novedades sustanciosas y otras más pequeñas que van a saber apreciar los jugadores más habituales (como comentaba más arriba). Hay infinitas horas de contenidos sea cual sea vuestra preferencia, ya sea la de tratar de vivir temporadas de la NBA a nivel realista, crear a un jugador para vivir su propia carrera en la liga o disfrutar del modo Mi Equipo y abrir sobres para tratar de crear al mejor equipo posible con jugadores del presente y del pasado. 

Hay dos puntos negros en NBA 2K20 que siguen arrastrándose desde las entregas anteriores, aunque en esta ocasión hayan tratado de camuflarlo lo mejor posible. Se trata de las microtransacciones y del nuevo modo Mi Carrera. Empezando por este último, me ha dado mucha pena comprobar cómo la introducción a este modo de juego en el que creamos a nuestro propio jugador, ayudándolo a introducirse en el mundo de la NBA, se ha terminado transformando en un desfile de publicidad de marcas, agencias, artistas y todo tipo de compañías (sin mucho disimulo). Todas las secuencias cinemáticas y la historia propuesta para narrar los inicios de nuestro jugador en su búsqueda por un puesto en el Draft de la NBA parece una simple excusa para que esto suceda. Además, no está justificado ni tiene mucho sentido que un jugador universitario, todavía sin haber demostrado sus galones en la NBA, comience a tratar con marcas y compañías de tal importancia. Un gesto que me parece feo tratándose de una obra que no sólo pagamos a precio completo, sino que también ofrece de forma agresiva las ya mencionadas microtransacciones. 

 

El modo Mi Carrera o el modo Mi Equipo, entre otros, son el ejemplo perfecto para hablar del problema de NBA 2K20 con sus micropagos y la manera de ofrecerlos. Es absolutamente imposible, en estas modalidades, disfrutar de ellas al máximo, teniendo a un jugador con una media respetable y un equipo capaz de competir a nivel multijugador con otros rivales, sin pagar dinero real. La progresión a la hora de obtener monedas es muy corta en comparación con la utilidad de su inversión, provocando disgustos justificados. Entiendo que la publicidad y los micropagos son un bien preciado por la compañía y, en parte, la razón por la que el título está tan cuidado, pero siguen siendo gestos poco honrosos: comprando un videojuego deberías poder disfrutar al máximo de todas sus posibilidades sin tener que pagar de forma adicional y sistemática. 

Pero luego vuelves a la cancha y la realidad está ahí: NBA 2K20 es el mejor simulador de baloncesto que jamás ha existido. Jugar es una gozada, realizar cada movimiento con cualquier jugador es placentero y disputar cada partido es pura felicidad y espectáculo. Las novedades son pequeñas pero notorias si sois jugadores habituales, junto a la loable inclusión de la WNBA. Sin embargo, esa parte oscura que durante años acompaña a la franquicia no debe ser olvidada ni camuflada por su casi perfección jugable. 

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