Analisis Life Is Strange ,PC,PS3,PS4,X360,XONE

Tomamos decisiones de forma diaria, algunas más importantes y otras menos, pero lo hacemos. Antes de decididir, lo único que damos por hecho es que sea cual sea nuestra decisión traerá consecuencias. Y no sabemos, a priori, si esas consecuencias serán buenas, malas, mejores o peores. Pero ahí está la gracia de, en definitiva, vivir: que todo es impredecible dentro de este caos que algunos creen que es tan lógico. 

Life is Strange destaca por muchísimas cosas, pero la primera de ellas es, precisamente, en la toma de decisiones. No existe una respuesta buena ni otra mala, sino que existen decisiones que nos conducirán hacia unas consecuencias o hacia otras. Muchos tendréis dudas sobre este sistema teniendo en cuenta que Max, la protagonista del juego, puede retroceder atrás en el tiempo casi a voluntad. ¿Para qué sentir presión ante una decisión si sé que puedo regresar atrás en el tiempo y elegir otra en caso de que no me haya gustado la primera elección? Ahí, amigos, radica su grandeza: que aunque podamos volver atrás en el tiempo, nunca sentiremos que existe una decisión buena y otra mala. Deberemos asumir que la vida, en sí, es extraña en ese sentido. 

Todos hemos soñado alguna vez con poder manejar el tiempo a nuestro antojo. Poder volver regresar atrás en el tiempo para variar algunos de los hechos que no nos han gustado especialmente. Pero Life is Strange nos manda el mismo mensaje de forma continua: en realidad, eso no sirve de nada. Una decisión conlleva unas consecuencias, y variar esa decisión puede conllevar a otras consecuencias bien distintas que no tienen por qué ser mejores. 

El juego nos permite utilizar este sistema de rebobinado temporal en casi cualquier situación, y sabe aplicarlo en las distintas situaciones que nos plantea: en la toma de decisiones, en las conversaciones, en algunos puzles... hay veces en que funciona mejor que otras, eso sí. En las conversaciones está bien implementado, mientras que en la mayoría de puzles o de situaciones desafiantes no: todo se basa en el ensayo y el error, haciendo una cosa y si no funciona regresando atrás para probar otra distinta. Una pena que en términos jugables el tiempo no haya sido tan bien aprovechado. 

Porque Life is Strange, además, evoluciona el concepto de aventura narrativa que otros estudios, como Telltale Games, parecen haber quemado en exceso con la repetición de la misma fórmula una y otra vez. En el juego de Dontnod Entertainment tendremos mayor libertad para movernos por los escenarios, que serán más grandes de lo normal y con los que podremos interactuar para diversos fines, casi todos narrativos. Podremos, por ejemplo, encontrarnos con ciertos personajes con los que charlar, o trastear con el ordenador de un compañero para cotillear sus correos electrónicos. Estas acciones son totalmente opcionales (nadie nos obliga a realizarlas y podemos ir de cabeza hacia el objetivo principal y ya está) pero afectan a la trama, ya que Max contará con más información o menos, además de que ciertas de estas decisiones tomadas con libertad conllevarán también una serie de consecuencias. 

Es una gozada que un juego de este estilo consiga evolucionar ciertos conceptos y hacer que sea disfrutable. No tenemos la sensación de que todo es excesivamente lineal y de que estamos, simplemente, viendo un vídeo continuo con el que algunas veces interactuamos. Es una pena, repito, que en este sentido (y en todos, en realidad), Life is Strange se muestre muy irregular: Habrá episodios y momentos concretos en que disfrutaremos mucho de esta libertad, de interactuar con los escenarios, de algunos puzles... mientras que habrá otros en que todo esté muy mal aprovechado. 

Pero, sin duda, lo que más destaca de Life is Strange (por delante de una trama que también tiene sus altibajos) es la relación entre Max y Chloe. Estas dos chicas, adolescentes, forman un vínculo a lo largo de las horas de juego y sin duda se trata de lo mejor que ha conseguido crear Dontnod en la obra. De hecho, sin ningún miedo a equivocarme, puedo decir que el juego mejora enormemente cuando las dos chicas comparten escena, mientras que empeora cuando el juego trata de centrarse en otros menesteres. 

Life is Strange es un juego muy emotivo y muy valiente, por muchas razones. Trata temas muy complicados (el mundo adolescente, de por sí, es muy difícil de abordar) con acierto, junto a otros todavía más sensibles -que no comentaré para evitar los spoilers- que yo no había visto tan genialmente ejecutados hasta ahora. No puedo más que levantarme para aplaudir a la gente de Dontnod por haber querido hacer una obra tan personal y tratando tantos temas que otros muchos evitan. Además, por qué no decirlo, creo que es una evolución jugable lógica a lo que Telltale Games lleva ofreciendo ya durante años sin ninguna gracia. 

El juego, además, sabe mantener su esencia y personalidad a lo largo de las horas, transmitiendo un fuerte mensaje que queda bien claro al terminar el juego. Trastear con el destino, si es que éste existe, puede traer consecuencias, como he comentado antes. Life is Strange se apoya en la relación entre Max y Chloe (que es, de lejos, lo mejor del juego) mientras introduce otros conflictos de mayor o menor importancia con los que debemos lidiar. 

Life is Strange me ha gustado tanto que me encantaría obviar sus errores. Me encantaría poder deciros que todo es genial, que es uno de los mejores juegos que he jugado en mucho tiempo y que no hay nada malo que desentone... pero entonces os estaria mintiendo, por mucho que me pese. Como he dicho antes, el juego es bastante irregular, con altibajos en todos los sentidos. Sobre todo, hay que destacar muchos puzles y muchas fases jugables que son bastante horribles, y aunque no afectan del todo al juego en sí (la trama sigue siendo en todo momento la protagonista) y se agradece que hayan tenido el valor de introducir este tipo de cosas en un juego de este estilo, hacen que al menos para mí no consiga ser perfecto del todo. 

Pero hacedme caso: yo jamás regresaría atrás en el tiempo para evitar jugar a Life is Strange. Es algo de lo que no me arrepiento lo más mínimo. Sé que nunca olvidaré a Max y a Chloe y lo que me han hecho sentir a lo largo de estas horas y de estos meses (yo que lo he jugado respetando el tiempo de espera entre capítulos). No os lo penséis: es inmensamente recomendable para todos aquellos que disfruten de este tipo de experiencias y que, además, se hayan cansado de encontrar siempre las mismas fórmulas por parte de otros estudios que no arriesgan lo más mínimo. 

La vida es extraña, y somos conscientes de ello de forma diaria. Qué bien que una obra tan personal y tan emotiva sepa trasladarlo estupendamente.