1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. 3DS

Analisis Kid Icarus Uprising 3DS

Martes 20 de Marzo de 2012 por Víctor Junquera
Por mucho que os podamos intentar explicar lo que supondría la excelencia, podría entraros por un oído y salir por el otro, sencillamente porque es algo horriblemente subjetivo. Todo lo es, en realidad, pero partiendo de que la objetividad real no existe, sabemos que todas estas líneas que terminarán con una cifra pueden parecer fruto de la subjetividad más absoluta, pero por una vez os pedimos que nos creáis más a nosotros que a los vídeos o las imágenes que podáis haber visto sobre Kid Icarus: Uprising. No le hacen nada de justicia.

Y ya lo comentábamos semanas atrás entre las múltiples virtudes que habíamos podido ver en sus primeras horas de juego, pero ya no queda ni uno solo de los motivos que pudiesen haber creado cierta suspicacia, y es que desde que en 2010 viésemos por primera vez este título como primer anuncio para Nintendo 3DS, ha cambiado mucho. Concretamente, ha mejorado mucho, y no se puede negar que la mano de alguien como el creador de Super Smash Bros es un referente de calidad a tener en cuenta.

25 años más tarde de la entrega original de NES, que hoy día podemos disfrutar de multitud de formas diferentes, volvemos a toparnos con un ejército del mal que quiere acabar con los humanos y sus defensores, pero la historia real es que un Olimpo semi-ficticio (cuando ya el Olimpo es bastante ficticio, pero esto tiene una explicación) se pone patas arriba y nosotros tenemos que solucionar las cosas, como si de God of War se tratase, pero convirtiendo todo ese gore en humor y sin QTEs.

Y es que Kid Icarus: Uprising podría perfectamente ser el juego con el mejor guión que Nintendo haya creado jamás, con un no parar de conversaciones entre protagonistas y enemigos en las que hay centenares de referencias al mundo de los videojuegos, bromas y chascarrillos, incluso comentarios de concienciación con la situación actual, entre crisis, reciclaje y mucho más. E incluso el propio juego asume que es un mundo virtual, en el que a la vez también han pasado esos 25 años, y todo este tipo de detalles hacen una trama impecable y, sobre todo, llena de humor.

Pero que tenga una historia interesante dividida entre los niveles del juego que nos tendrá enganchados desde el tutorial hasta los mismísimos créditos no es lo único que hace a este Kid Icarus: Uprising un juego casi perfecto. Últimamente se tiende a que un juego cuente con ?de todo un poco, y la mayoría de las veces esto hace que varias partes de ese todo estén descuidadas. Aquí no hay fallo, tenemos absolutamente de todo, y todo funciona a las mil maravillas. Duración, rejugabilidad, coleccionismo, guiños, extras, coleccionismo externo en forma de cartas coleccionables, multijugador online y mucho más que tendréis que ver con vuestros propios ojos. Y con vuestros propios ojos podréis disfrutar del título con mejor acabado de 3DS y casi podríamos decir de lo que se haya visto nunca en una consola de Nintendo. No, no es tan redondeado y tan perfecto como Super Mario Galaxy, pero (volviendo a incidir en que las imágenes no hacen justicia) que la pantalla nos muestre constantemente escenarios apabullantes y planos de ensueño mientras esquivamos y acabamos con las decenas de enemigos que pueden llegar a aparecer en pantalla sin que la fluidez se resienta un mínimo es algo, desgraciadamente, difícil de ver.

Cada fase se divide en tres secciones: vuelo, combate en tierra y jefe final. En la primera parte es inevitable hacer la comparativa con Sin & Punishment y su secuela, aunque no sería justo para las obras de Treasure que se quedan muy cortas en frenetismo. Volamos por un camino prefijado mientras movemos a Pit por la pantalla con el joystick, apuntamos sobre la pantalla táctil y disparamos con el botón L. El combate en tierra firme y contra los jefes los hacemos de forma similar, pero avanzamos a voluntad con el joystick, y giramos y apuntamos con el stylus. Puede parecer raro, pero es muy fácil acostumbrarse y hay un montón de opciones de calibración e incluso de utilización de botones para el apuntado en vez de la pantalla táctil. Tal vez pueda parecer que el segundo joystick le vendría que ni pintado, pero aquí sólo se usa para los jugadores zurdos, porque la precisión y la rapidez que exige el juego no se puede lograr si no es con el stylus.

En cuestión de opciones y posibilidades, pensad en Super Smash Bros. Brawl. Muchos modos de control, muchos extras, muchos guiños y mucho detallito que sólo alguien como Sakurai es capaz de meter en un cartucho, y la recolección de trofeos y los mosaicos de ?logros? son prueba de ello, pero no son lo único que da toda la variedad al juego. Aquí entrarían las armas, las más de 90 diferentes, y dentro de éstas, los millares de posibilidades que nos da el poder encontrarlas con determinadas estadísticas y beneficios adicionales, mezclarlas para hacer armas nuevas con mejores estadísticas y una mezcla de perks, convertirlas en corazones para comprar armas nuevas, intercambiarlas por StreetPass,...

Y el cambio de arma se nota casi tanto como si cambiásemos de personaje. Modificando agilidad, peso, velocidad de ataque, rango de alcance tanto a distancia como cuerpo a cuerpo, forma de los ataques especiales,... Y a las armas tenemos que sumar los dones divinos, habilidades especiales que utilizar en momentos concretos para acciones como mejorar la esquiva, curarnos, lanzar un rayo especial, y hasta un centenar de efectos diferentes que colocar en una plantilla como si de un tetris se tratase.Y esto supone muchas más formas diferentes de superar los niveles y muchas formas diferentes de hacer frente a los rivales en el multijugador, haciendo que cada personaje sea completamente diferente. Y el multijugador, ¡menudo vicio! Un multijugador competitivo real en 3DS, con tanta variedad de estilos de juego entre armas y dones, y variedad de escenarios y situaciones que es imposible tener dos enfrentamientos iguales, enfrentamientos por los que además nos premiarán dependiendo de nuestro rendimiento. Tanto en un sencillo todos contra todos como en el modo Luces y Sombras que mezcla competición con cooperación por equipos la experiencia es lo mejor que hemos podido tener en una portátil, pero claro, no es tan simple como un Mario Kart.

No queremos cerrar este análisis sin insistir: olvidad las imágenes y olvidad los tráilers que sólo os hablan de las primeras fases. Kid Icarus: Uprising es mucho más duradero de lo que nadie pueda pensar y guarda tantas sorpresas que es un no parar de buenas sensaciones. La variedad es inimaginable y cada uno de los niveles es mejor que el anterior en la primera vez, pero al rejugar se va viendo el perfecto equilibrio entre todos, y hay muy pocos títulos que puedan decir eso.

De verdad que estamos maravillados con Kid Icarus: Uprising, no sólo por esa cantidad abrumadora de detalles y posibilidades, sino por su puesta en escena tan impecable. A la historia y los escenarios, a cada cual mejor (y es que no hay una sola fase mala o de relleno), se le suma una banda sonora digna de un juego de ángeles y dioses, y esperamos que pasen los años y que estas composiciones transciendan, y que por ejemplo, el tema de Pit Sombrío (el alter-ego maligno del protagonista) cause el mismo efecto que el Gerudo Valley de Ocarina of Time.

Apartado sonoro que podría haber sido perfecto de no ser porque todas las voces están en perfecto inglés. Que bien, no hay excusa para no saber inglés hoy en día, pero quien no pueda estar atento a la acción y a los subtítulos a la vez se perderá grandísimos diálogos. Y ésto es, junto a la dificultad de hacerse con el control (que acaba resultando perfecto para este juego, pero entendemos que es duro al principio) lo único que aleja a Kid Icarus: Uprising de la perfección como videojuego.

Perfección porque nos da todo lo que podríamos necesitar, y nos lo concede en nuestras manos, pero no os vamos a engañar. Por mucho que el juego se las dé de sencillo intentando atraer a todos los públicos, ni el nivel más fácil de los 100 niveles de dificultad posibles es sencillo ni es un juego que poder llevarte a cualquier parte. Es el concepto de juego hardcore aplicado al stylus, y para eso se necesitan maña, reflejos y precisión. Es el mejor juego de Nintendo 3DS.

NOTA FINAL: 9,5
9

/ 10


<< Anterior Siguiente >>