Me sincero: no tenía ni la más remota idea de que significa
IL 2 Sturmovik. El sector del videojuego está cambiando y con ello, incluso la forma que tenemos de percibirlo.
Todo lo que llega a nuestras manos tiene un tacto rancio, como viciado. Es prácticamente imposible llegar a un lanzamiento virgen, ya sea por las omnipresentes campañas de publicidad, el huracanado movimiento de información y material gráfico en los foros o bueno, que también es mi trabajo.
Uno no puede abarcarlo todo. La franquicia
IL 2 Sturmovik (que sí listillos, me he informado bien para abordar la crítica) siempre recibió un respaldo secreto por la comunidad de jugadores de PC. Mi sorpresa aún mayúscula cuando descubrí que esta entrega sería exclusiva para consolas ¿Una estrategia para captar nuevos jugadores? ¿La simplificación que necesitaba para llegar al gran público? Más que siniestras metas de mercado,
?Birds of Prey? es un milagro.
Gaijin Entertainment ha conseguido (probablemente provocado por una falta de presupuesto a la hora de empapelar el mundo con su juego) sorprenderme y dejarme patidifuso de la misma forma que, en mi tierna ignorancia infantil, disfrutaba de los videojuegos totalmente desconocidos que me iba topando en el videoclub o similares. Más allá de este subjetivismo irracional que me lleva a contar mi vivencia personal basada en el disfrute del desconocimiento (que recomiendo como saneamiento mental de vez en cuando pero eh, nunca dejad de leer Mundogamers),
?Birds of Prey? es una inyección de adrenalina vital a un género agonizante.
Tenso, con el combate más furioso y ágil que recuerdo en el género desde 1998, sobrevolar los campos holandeses, Stalingrado o bombardear Berlín son algunos de los momentos más puros que he vivido en todo el 2009 como jugador. Los excesos desaparecen, lo
superfluo se obvia para devolver el disfrute en el mero hecho de controlar nuestro avión, derribar a nuestro enemigo mediante el silbante tronar de nuestras metralletas o el placer de un aterrizaje perfecto.
IL 2 Sturmovik para consola es un ganador absoluto. Aunque dispone de varios tipos de control (que nos exprimen como jugadores, desde un modo prácticamente sobre raíles hasta la simulación extrema) la precisión del movimiento del avión, las opciones de disparo y realismo en cuanto a la distancia, excelente curva de aprendizaje en la manioabrilidad encumbran a IL 2 Sturmovik en la cúspide sublime de un género que necesitaba algo tan accesible y rompedor.
El modo realista es sin duda alguna el punto álgido en cuanto a simulación y profundidad. No disponemos de radar, tampoco de una guía que nos indique el daño enemigo, por lo que tendremos que estar continuamente observando nuestros flancos mediante el stick derecho y detectar, mediante el humo y los desperfectos, las posibilidades de supervivencia de nuestro enemigo. Lástima que no podamos realizar una segunda acción mientras giramos la cámara, como reducir velocidad o virar ya que la CPU sólo interpreta nuestro movimiento de cámara.
El apartado visual es sobrio y sin grandes deleites, pero sofisticado y preciso. El juego parece estar tratado como una fotografía analógica de 1960, emulando un tratamiento químico como el proceso cruzado ofreciendo una saturación en los colores especiales, recreando con gran acierto espectaculares atardeceres, sensación de profundidad en los escenarios terrestres, imponentes perspectivas o una falsa sensación de urbe mucho mejor conseguida que en los juegos de última generación de la competencia.
La campaña está muy bien compuesta desde el punto de vista narrativo (las misiones abordan prácticamente las misiones más espectaculares relacionadas con la aviación) aunque se echa en falta cierta variedad en cuanto a objetivos, es uno de los pocos puntos en los que palidece ante la totémica saga Ace Combat, cargada de grandes momentos de épica en forma de objetivos imposibles y grandes batallas. No obstante, huelga a decir que el último tercio es simplemente vibrante, especialmente los
?dogfights? en cielo alemán.
El multi-jugador resulta correcto, fluido con un número razonable de jugadores en pantalla, aunque los modos no resulten especialmente originales (batalla, batalla por equipos, etc.). El modo captura el aeropuerto es sin duda el más interesante porque te obliga a ser un blanco fácil mientras te adueñas del territorio. Se agradece el esfuerzo de Gaijin Entertainment por componer un multi-jugador robusto, aunque la comunidad d de jugadores de IL 2 Sturmovik en consola se evaporará demasiado rápido (me temo que nunca serán tan insistentes y entregados como en PC...).
Probablemente caiga en la sobrevaloración, quizás no esté siendo cauto, pero
?Birds of Prey? es uno de los juegos más frescos del año gracias a un buen hacer y sentido común elogiable. Una campaña de larga duración, un multi-jugador bien planteado, un gran apartado técnico pero sobre todo, una sensación de libertad en el aire como hacía años que no vivíamos. Relájate en el sofá, a poder ser con un buen stick de combate y dedícate a exterminar tropas alemanas; puede que tardemos muchos años en disfrutar de otro arcade de aviación tan fascinante.
NOTA FINAL: 8.5