Analisis Heroes of the Storm PC

El pasado día 1 de junio celebrábamos el lanzamiento oficial de Heroes of the Storm, un juego que ha conseguido llamar la atención de bastantes usuarios en su fase beta. Se trata de un nuevo MOBA que se une a la competencia del gigante de Riot Games, League of Legends. No sabemos si a nivel competitivo Blizzard conseguirá alcanzar a la Liga de Leyendas, pero la sencillez en lo que a mecánicas se refiere le está dando a Heroes of the Storm el éxito al que la compañía ya está acostumbrado en todos sus títulos.

 

 

A grandes rasgos, este juego es otro MOBA más, el típico cinco contra cinco en un mapa con varias calles. El atractivo está en los personajes, los héroes que protagonizan los combates: Diablo, Malfurion, Nova, Sylvanas, Kerrigan, Erik, Baleog y Olaf, Raynor, Jaina, Malfurion... Sí, los protagonistas de Heroes of the Storm son los personajes de todo el universo de Blizzard. Más de un fan de Warcraft ha tenido que venirse arriba ante la posibilidad de manejar a Arthas o a Kael'Thas. Lo mismo para cualquier fan de Starcraft o de Diablo (de cuyo mundo encontramos a las clases principales de la tercera entrega, aunque con nombre propio). En el nexo podemos ser Thrall y acabar con la vida de Azmodan, o transformarnos en un bebé múrloc y liársela parda a Tyrael.

 

Pero si algo destaca en Heroes of the Storm es la aparente simplicidad del juego. En este título no tenemos una tienda en la que comprar objetos. La única build que tenemos para que nuestro personaje avance en la partida es el sistema de talentos. Conforme vamos subiendo de nivel, se nos muestran varias opciones, tanto en habilidades como en pasivas para nuestro héroe. El daño, la estrategia que debemos seguir y prácticamente todo el rol del personaje dependerá de las habilidades que elijamos. Esta mecánica de talentos nos permite, a la vez, acostumbrarnos más fácilmente al héroe que seleccionemos y al juego en sí. Veo Heroes of the Storm un MOBA muy recomendable para todo aquel que no haya jugado nunca a nada de este género. Aquí no tenemos la duda de “Si me he comprado este objeto, ¿sería mejor que lo combinara con esto o mejor con este otro?”, sino que cada x niveles tendremos que elegir uno entre dos o tres talentos.

 

 

20 minutos da para más de lo que te imaginas. 20 minutos en League of Legends nos puede aclarar la decisión de rendirnos o no, pero normalmente el enfrentamiento se alarga hasta los 40. En Dota 2, 20 minutos no son ni la mitad de la partida. En Heroes of the Storm, en 20 minutos la partida está más que sentenciada. En el MOBA de Blizzard lo que prima es la rapidez, estar en continuo movimiento, aquí no encontramos la típica fase de líneas, no hay ninguna importancia en darle el último golpe a un súbdito. Sí, te llevas experiencia, pero igualmente te la llevas aunque te centres en pegar a los héroes.

 

Rapidez y estrategia, porque los mapas en Heroes of the Storm cambian, no jugarás siempre en el mismo. En cada uno de ellos, la estrategia a seguir será diferente: En uno tendremos que adentrarnos en las minas y acabar con los esqueletos para poder invocar a un terrible gólem; en otro tendremos que capturar un templo antes que nuestros rivales y defenderlo de cualquier ataque, aunque sea el propio guardián del lugar el que nos quiera ver muertos. También están los campamentos de mercenarios o los jefes, que, aunque lo parezca, poco tienen que ver con la jungla de otros MOBAs. El ganarse el favor de los mercenarios puede ayudar a equilibrar una partida o darla por terminada de una vez, pero en la mayoría de los casos necesitaremos a casi todo el equipo para conseguir la “confianza” de estos mercenarios.

 

En cuestión de jugabilidad, sigue siendo un MOBA como otro cualquiera. Nuestros dedos se situarán en Q, W, E y R a la hora de usar nuestra ultimate o, como se llama aquí, Habilidad Heroica. Los talismanes u objetos que cada personaje tenga en su poder (talentos que pueden escogerse al subir de nivel, recordemos que aquí no hay tienda) irán en las teclas de número. Por lo demás, un control sencillo, lo típico. No necesitaremos un ratón con 800 botones para ser pros, nos vale con uno de seis euros.

 

Por lo general, es todo muy intuitivo, para que no tengamos que preocuparnos demasiado por “¿A qué cojones tengo que darle yo ahora?”. De hecho, si no fuera por la mecánica de los diferentes mapas y objetivos, resultaría bastante aburrido en el juego de líneas.

 

Además de los diferentes tipos de mapas (a los que, supongo, añadirán más poco a poco ahora que el juego está en su versión completa), tenemos diferentes formas de jugar. Uno de los detalles que más me ha atraído es el poder jugar con los personajes no gratuitos en un modo de prueba. En League of Legends tienes que esperar a que el personaje esté gratis para probarlo, o comprártelo directamente y arriesgarte que sea horripilante. Pero el modo de prueba y el entrenamiento son sólo el principio. Tenemos la opción de jugar partidas rápidas, la Liga de Héroes, las comúnmente conocidas como rankeds individuales, y la liga de equipo.

 

 

Probablemente Heroes of the Storm sea el juego con mejores gráficos dentro de este género. Los personajes están muy bien definidos y el entorno es exquisito. Ningún otro MOBA puede presumir de la perfección técnica de la obra de Blizzard. Ni siquiera Dota 2 puede competir con el Nexo. Por otro lado, los requisitos no son para nada exigentes: 4 GB de Ram, mínimo 2, una tarjeta gráfica decente pero no exageradamente cara (a partir de la GTC 650 en el caso de NVIDIA), Intel Core 2 Duo, aunque lo recomendable es i5... Vamos, no es que esté hecho para todos los ordenadores, pero no hace falta tener un ordenador de última generación para poder jugarlo.

 

El diseño de cada personaje es único y todos y cada uno de ellos encajan a la perfección en el escenario, sea un barco pirata o la guarida de la Reina Araña. En definitiva, es un juego visualmente muy atractivo.

 

Resumiendo: Heroes of the Storm es el MOBA perfecto para adentrarse en el género: Sencillo, entretenido y bonito. Aunque sea únicamente por el gusto de apalizar a Arthas una y otra vez con Sylvanas, merece la pena.

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