1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PS4

Analisis Hardware: Rivals ,PS4

No es fácil convertirse en un Rocket League.
Jueves 14 de Enero de 2016 por Álex Pareja

A veces mezclar dos conceptos simples para crear juegos que terminan siendo extremadamente divertidos funciona, como podría ser el caso reciente de Rocket League, fusionando los coches con el fútbol. Sin embargo, en otras ocasiones se intenta crear un efecto similar con un resultado muy distinto, como es el caso que hoy nos ocupa. Hardware Rivals intenta mezclar la velocidad con los disparos y los modos multijugador típicos de la mayoría de shooters online que se os ocurra. Como un Twisted Metal descafeinado, sin tanta violencia y claramente enfocado a que pueda ser disfrutado por todo tipo de públicos. Pero al final nos deja clara una cosa: hay mezclas que funcionan y otras que no lo hacen tanto. En este caso, la unión no se ha gestado lo suficientemente bien.

 

 

La simpleza es una de sus mayores virtudes (aunque también de sus defectos), ya que no hay mucho que aprender en su funcionamiento a pesar de que podemos aguantar una enorme cantidad de tutoriales que nos enseñan a realizar prácticamente cualquier tipo de acción. El resto lo tenemos lo claro: personalizamos a nuestro piloto y a nuestro vehículo, escogemos un modo de juego y nos ponemos a competir contra otros rivales de todo el mundo.

 

Cada vehículo cuenta con un arma principal, a la que podemos añadir otras que nos podemos ir encontrando por los mapas. Se hace indispensable encontrar estas otras armas secundarias, ya que su poder es mucho mayor y nos será de utilidad para acabar con el resto de rivales. Porque al final el objetivo del juego en casi todos sus modos es claro: acabar con los otros jugadores y evitar que ellos hagan lo propio contigo.

 

 

El primer punto de conflicto lo encontramos en lo complejo que resulta poder controlar y realizar todas las acciones de forma correcta a la vez, a pesar de que Hardware Rivals intenta por todos los medios ser un juego simple. No es del todo sencillo acelerar, frenar, girar, apuntar o disparar con dos armas distintas al mismo tiempo, sobre todo si tenemos en cuenta que todo se gestiona desde los gatillos. Se hace complicado encontrar a un rival y poder dispararle, por ejemplo, mientras le perseguimos con soltura.

 

La mayoría del tiempo estaremos luchando contra este control tan poco pensado e inútil en un juego de estas características, chocando con la principal meta marcada por Hardware Rivals: ser accesible y divertido de forma rápida para todos los usuarios. Eso era lo bueno de Rocket League: tienes un coche, una pelota y sabes lo que tienes que hacer utilizando apenas tres botones. Aquí te faltan dedos para poder hacerlo todo correctamente, demostrando que esa simpleza general no se ha sabido adaptar bien para generar un videojuego divertido.

 

 

Según vamos superando pruebas conseguiremos subir de nivel y desbloquear nuevos elementos para nuestros vehículos, como mejoras o elementos estéticos. Tiene cierto valor, pero tampoco funciona en exceso, ya que Hardware Rivals es incapaz de marcar al jugador ciertos objetivos o motivaciones que realmente le inciten a seguir echando partidas. Subes de nivel, sí, puedes desbloquear ciertas habilidades, vale, pero cuesta encontrar razones para ello.

 

Los mapas son poco numerosos y tampoco es que estén demasiado inspirados. No hay demasiada diferencia entre ellos ni se aprovechan del todo las capacidades de los vehículos más allá de poner ciertas rampas para conseguir algunas armas, que al final importan poco porque también te las encuentras por el suelo sin necesidad de hacer movimientos complicados. Tampoco hay demasiadas razones para que los mapas sean tan grandes y no haya posibilidad de descubrir por dónde llegan los enemigos o tratar de intuir hacia dónde se encuentra su nueva zona de reaparición; hubiese sido estupendo que Hardware Rivals hubiese sabido utilizar con más inteligencia los escenarios y las posibilidades que proporcionan los distintos vehículos en ellos.

 

 

Más de lo mismo con los modos de juego, que pueden quedarse cortos para más de uno. Todos contra todos, por grupos, controlar las zonas... de nuevo, una falta de personalidad y de ambición por querer aportar algo más. Esa es la sensación que genera Hardware Rivals por cada uno de sus poros: no ir más allá en ningún aspecto porque tampoco lo pretende, pero siendo tan simple no consigue funcionar.

 

No todo es horrible, ni mucho menos, siendo un juego entretenido con el que puedes echar algún que otro rato divertido. Prueba con amigos o con los pequeños de la casa, si es que consiguen disfrutar de esa disposición de los controles tan discutible. Por lo demás, Hardware Rivals no destaca en nada, siendo muy difícil hacer algún tipo de recomendación. Querer convertirse en un nuevo Rocket League es mucho más complicado que hacer todo esto sin más. 

5.5
/ 10

<< Anterior Siguiente >>