Analisis God of War 3 Remasterizado ,PS4

Hace cinco años, y después de una espera de tres años tras la segunda entrega, God of War III marcaba un nuevo listón a nivel técnico en los videojuegos. El tercero de Kratos (cuarto en realidad, contando el primero de PSP) tuvo el espectáculo como su principal virtud, y GoW III es un juego que incluso a día de hoy rinde como uno de los mejores de la generación. Pero ese espectáculo de proporciones y esos enfrentamientos colosales sobre escenarios en movimiento eran, básicamente, sus únicas virtudes.

 

 

Cuesta ver que Kratos tenga un lugar hoy en día en el panteón de los personajes de videojuegos. Tiene una infinidad de adeptos, pero se mire por donde se mire, es anticarismático con ganas, y con el paso de los años ha empeorado. Se le ha buscado un transfondo a Kratos a través de flashbacks y relaciones entre personajes, pero al sólo es un personaje cuyo único motivo es la venganza, que arrasa con todo lo que se le ponga por delante, sea humano o no, hostil o no, y que básicamente sólo busca formas cada vez más ultraviolentas de defenestrar a todo el panteón griego. Con lo bien que se ha llegado a elaborar a los antihéroes, quizá Kratos necesitase una vuelta de tuerca, o sencillamente hacer de él un personaje completamente plano, como los de antaño, sin explicaciones ni motivaciones para superar esos desafíos.

 

Pero esto es lo que ha sido siempre God of War, una saga que quitando la revolución de su primera entrega, siempre se ha basado en justo eso, el espectáculo y el gore, dejando de lado el querer seguir siendo el referente de un género con mucho potencial desaprovechado. Aún así, God of War III tuvo muchos aciertos al solucionar problemas de la saga, como sus no muy buenos puzles, o el forzar a utilizar armas diferentes con diferentes tipos de enemigos. Pero otros problemas empeoraron, y la amalgama de QTEs es algo de difícil excusa.

 

 

Hay pequeños aciertos en la sensación del juego en las manos, hay QTEs bien implementados, como el mítico y polémico 'pulsa L3 y R3 para aplastarle los ojos a Poseidón', pero cuando todo combate tiene numerosas interrupciones para pulsar botones en mitad de una secuencia y se corta tantísimo el ritmo, la calidad como videojuego va cayendo cada vez más y más, y justo por eso, God of War III es precisamente el más plano de la saga, por mucho que juegue a ser el más espectacular.

 

Porque otra cosa no, pero en cuestión de diseño de escenarios, en Sony Santa Monica son auténticos genios. Diré que nunca me ha gustado el diseño de personajes y esa reinterpretación 'cani' del imaginario de la cultura clásica, pero no entro a valorar algo tan personal, pero en cuanto a localizaciones y escenas, es un puro espectáculo, siempre vibrante, siempre con algo impresionante de fondo, con algo colosal destrozando una ciudad, estatuas gigantes en movimiento, dioses apabullando con sus elementos,... God of War III puede ser una aventura terriblemente lineal, pero al menos siempre hay algún regalo para los ojos.

 

 

Aquí tiene mucho que ver esta versión Remasterizada. El lavado de cara a 1080p, 60fps constantes y con mejores texturas y efectos se nota, y le sienta bien de cara a este espectáculo. Pero a God of War III Remasterizado le ocurre lo que a muchos otros remasters y remakes que en imagen estática sí tienen aspecto de nueva generación, pero que en cuanto se mueven se le empiezan a ver todas las costuras, y en este caso lo que más 'canta a antiguo' son los modelados de todos sus enemigos y las animaciones de Kratos, bruscas y sin enlazar. El modo foto, es un añadido curioso, pero no es muy útil en un juego con planos fijos, sin posibilidad de rotar y hacer algo diferente de lo que se ve en pantalla.

 

 

God of War III no ha envejecido tan bien como podría parecer. El recuerdo impresionante de la versión de PlayStation 3 era suficiente para alimentar las ganas de un God of War 4, ganas que ahora se han diluido entre QTEs excesivos, intentos de interacción con un escenario con muchos puntos brillantes que agarrar y poco margen de maniobra, y una mentalidad obsoleta. Quien no haya tenido una PS3, por supuesto, tiene aquí una buena opción para pasar el rato. No es el mejor hack'n'slash, pero es un pasatiempo entretenido si no eres de estómago sensible ante el gore (muy +18). Sigo creyendo que hace falta un nuevo God of War, pero este God of War III Remasterizado al menos ha de servir como recordatorio de que la fórmula necesita una renovación.

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