Analisis F1 2020 ,PC,PS4,XONE
El año atípico (y horrible) que estamos viviendo está afectando al deporte y al entretenimiento general. La Formula 1, una de las competiciones automovilísticas de más recorrido de la historia, ha sufrido estas consecuencias. Pero no ha sido impedimento para que Codemasters vuelva a ofrecernos una nueva entrega de su franquicia para que podamos abstraernos de esta situación delante de la consola. Y F1 2020 ofrece una experiencia sólida que gira en una dirección diferente pero comprensible.
El mercado de los videojuegos deportivos (y de los videojuegos en general) está apostando por nuevas vías de financiación, maneras de activar su economía de forma adicional. Es normal encontrar diversos títulos de múltiples géneros generando contenidos para mantener al jugador pegado al mando durante todo un año; experiencias casi perpetuas. El tono sobrio, serio y realista que ha portado esta saga desde hace años vira en esta nueva dirección, con Pases, niveles y contenidos visuales adicionales como recompensa para los jugadores que dediquen un mayor número de horas.
Esto propicia otra de las novedades principales de F1 2020: el modo Mi Equipo, que nos invita a ser pilotos y gerentes simultáneamente de una nueva escudería de la competición. Este modo nos instará a administrar un equipo desde el inicio, eligiendo el nombre, los colores de la escudería, del monoplaza, fichar pilotos, invertir dinero en mejoras, gestionar el calendario con citas, patrocinios, entrevistas… Aunque la sensación general es la de enfrascarnos en un modo poco realista, conveniente para esos nuevos añadidos comerciales, viviremos las verdaderas necesidades de un equipo de esta competición. Moveremos cantidades ingentes de dinero para poner nuestros coches cada fin de semana en la pista, creando nuestra propia historia en el deporte y tratando de mejorar año tras año. Para mí, la modalidad más interesante del juego al completo y la que más horas empuja a dedicar.
Pero tramitar todos las necesidades de nuestro equipo no implica que perdamos otros modos clásicos como Mi Carrera (donde empezaremos como pilotos desde cero en la F2 tratando de demostrar nuestra valía) o las modalidades clásicas unidas a las partidas multijugador. Todo en F1 2020 sigue la estela vista en las anteriores entregas pero mejorando paulatinamente en todos los aspectos, incluyendo esa desviación lógica del camino a nivel comercial.
Se nota que es la entrega más pulida a los mandos y las sensaciones que produce conducir uno de estos bólidos son fantásticas. Aunque no es el simulador más realista del mercado, F1 2020 cuenta con un nivel de ayudas suficiente para contentar a todo tipo de jugadores: a los que busquen un verdadero y absoluto reto y a los que necesiten ir poco a poco. Vuelvo a encontrar mi pesadilla anual con esta franquicia, donde hay que dedicar muchas horas iniciales a ajustar las ayudas y, sobre todo, la dificultad de los rivales. Es difícil gestionar este aspecto para que la experiencia sea verdaderamente realista, siendo necesario que tu habilidad (y la calidad del monoplaza) se vea reflejada en la pista de forma verídica. Pero una vez encontrado el punto de felicidad solo quedará un año de gozo por delante.
Da igual que sea una carrera, unos entrenamientos libres donde probar diferentes reglajes, una sesión de clasificación o una pachanga online: F1 2020 es tremendamente satisfactorio. Cuenta con las licencias oficiales de la competición así que tendremos a nuestra entera disposición a todas las escuderías y pilotos actuales, junto a algunas sorpresas clásicas a las que nos tienen acostumbrados en los últimos años.
Si eres seguidor de la competición real, F1 2020 conseguirá marcar una pole en tu corazón de fanático, pero también lo hará si buscas una experiencia profunda y divertida de simulación. Es un lugar extraordinario donde conducir a velocidades de vértigo por las más de dos decenas de los circuitos más importantes del mundo, que vuelven a estar recreados a las mil maravillas. El juego sabe premiar a cada tipo de jugador dependiendo del empeño y realismo que quiera asumir.
Quizás haya un pequeño punto negro entre tanta alegría, que vuelven a ser los daños que se producen en los vehículos y los enfrentamientos en carrera con los demás pilotos. Aunque es verdad que el comportamiento artificial ha mejorado respecto al año pasado, F1 2020 vuelve a soltar a algunos rivales agresivos de más, o a plantarnos en situaciones donde se hace complicado no tener un accidente. Parece que son plenamente conscientes de ello al habilitar un sistema de flashbacks que nos permite regresar unos segundos atrás para evitar estas situaciones, pero hubiese preferido un mayor nivel de pulido en lugar de convertir a nuestro coche en un DeLorean. Estos pequeños instantes restan todo el realismo y destruyen la concentración a la que te sometes en cada vuelta al circuito.
Pero no nos engañemos: después de este terrible año, F1 2020 llega permitiendo disfrutar de este deporte como si nada hubiera pasado y con la mejor entrega de su historia. Es fabuloso a nivel jugable como simulador y como título dedicado a esta competición, al igual que ofrece multitud de modos y formas de que cada jugador (más o menos experto) pueda disfrutar durante otro año más de una obra desarrollada con cariño. La sobriedad comienza a dar paso a la realidad del mercado, con Pases y bonificaciones estéticas que ya hemos visto en multitud de otros juegos y géneros, pero ese pequeño bache apenas hace vibrar al monoplaza que nos dirige a una competición diseñada a nuestra medida.
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