Analisis Exit the Gungeon ,SWITCH
Si disfrutasteis de Enter the Gungeon, uno de los roguelike más exitosos y profundos de los últimos años, Exit the Gungeon os va a encantar. Se trata de una extraña continuación de ese juego, ya que aunque prosiguen los sucesos acontecidos (ya hemos entrado en la mazmorra y ahora hay que salir de ella) su propuesta jugable no tiene casi nada parecido. Sí, sigue siendo un bullet hell muy intenso y complicado pero con variaciones muy marcadas.
Ahora no controlaremos a los personajes en un entorno 3D y avanzaremos por distintas estancias, ahora todo es 2D y pasaremos casi todo el tiempo subiendo en un pequeño ascensor que se irá llenando de enemigos a los que tendremos que llenar de plomo. O de misiles. O de mocos. O de abejas. O de lo que sea que dispare nuestra arma en ese momento. Necesitaremos de toda nuestra habilidad, saber hacer, y desbloqueo progresivo de objetos para avanzar cada vez más. Y no será nada fácil.
Como ocurre en todos estos títulos, la clave está en ir avanzando poco a poco. Al principio nos matarán muy rápido y tendremos que empezar una y otra vez las partidas. Es satisfactorio comprobar cómo cada vez nos hacemos mejores jugadores, entendemos la mecánica de disparo, esquiva y salto, conocemos las acciones que realiza cada monstruo y avanzamos un poquito más cada vez. Iremos desbloqueando nuevas armas, objetos y personajes que nos irán ayudando en nuestras siguientes internadas. Todo va de entrar en la mazmorra, intentar avanzar lo máximo, morir y repetir. No hay mucho más en realidad.
Al igual que ocurre con Enter the Gungeon, todo se genera de manera procedural y aleatoria. Cada intento de huir será distinto al anterior, aunque aquí he echado de menos mucha más diversidad. Por su propia naturaleza, Exit the Gungeon no puede variar demasiado su estructura cada partida (es un ascensor que sube y pequeñas salas que varían, eso sí, dependiendo del personaje que controlemos) pero lo único que varía de verdad son los enemigos que van apareciendo y el orden de los jefes. Ya está. Y con esas siempre tendremos que hacer lo mismo: disparar sin descanso y evitar la lluvia de balas de nuestros rivales.
Repetir y repetir es satisfactorio cuando conseguimos avanzar y desbloquear nuevas funciones, pero pasadas unas horas esto puede jugar en su contra. Reconozco que mis últimas runs han sido tediosas y que el botón de reinicio, que en cualquier otro roguelike siempre es una tentación que evitar, se ha convertido en una que genera cierta pereza. Tampoco ayuda que su sistema de armas sea tan plano: dispondremos de un arma "mágica" que va variando su tipo de disparo cada pocos segundos. Es decir, no ocurrirá como en Enter the Gungeon donde es importante equiparse con distintas armas y saber utilizarlas en los momentos adecuados.
Por eso es necesario entrar (o salir, mejor dicho) con una predisposición especial. Exit the Gungeon es repetitivo, pero lo es mucho más que otros títulos del estilo donde también repetimos y repetimos hasta que conseguimos la victoria. Esto también provoca que se sienta como un pequeño spin off y no como una continuación de Enter the Gungeon, pues se queda muy por detrás en cuanto a cuidado y profundidad.
A pesar de todo ello, Exit the Gungeon es un título muy divertido y muy exigente. Gustará a todos aquellos que hayan disfrutado de decenas, centenas o miles de horas a Enter the Gungeon y también a los jugadores que quieran encontrar un verdadero reto y dispongan de muchas horas por delante que, en su mayoría, serán un intento tras otro de conseguir avanzar un poquito más que en la partida anterior. Tiene el potencial, el equipo de desarrollo y las posibilidades de convertirse en un grande del género y se queda por el camino, pero eso no quita la satisfacción de sentir que vas siendo mejor jugador poco a poco y la diversión frenética que encontramos cada vez que inicamos una nueva partida. Voy a intentar salir de nuevo, deseadme suerte.
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