Al ya extenso catálogo de gallinas de los huevos de oro de Nintendo, no podemos evitar incluir una saga debutante en Nintendo DS, pero que
pese a su juventud ha sabido ganarse un hueco en los corazones y las estanterías de todo tipo de jugadores, independientemente de género, edad y gusto. Porque no es sólo que el Profesor Layton y todo su entorno destilen clase, sino que el buen hacer de Level-5 consigue engancharnos una vez más, tanto a la historia de sus protagonistas como a sus retos y misterios por resolver en forma de puzles, rompecabezas y acertijos.
El Profesor Layton y el Futuro Perdido es la tercera entrega de esta saga de aventura gráfica de
point and click en la que lo más importante no es utilizar el objeto adecuado en cada momento, sino tener la respuesta para cada acertijo de los que proponen los habitantes de una Inglaterra imaginaria con una dedicada obsesión por los puzles. Tras
La Villa Misteriosa y
La Caja de Pandora,
El Futuro Perdido ofrece una visión más profunda del universo Layton, y por supuesto, más enigmas.
En esta ocasión, la historia trata a los jugadores de un modo más familiar, y
. En El Futuro Perdido, llegamos a conocer más a fondo a los protagonistas, gracias al hecho de que se encontrarán con ellos mismos de la forma más insospechada, en un viaje por el tiempo que supondrá nuevos misterios por resolver. Ahora, Layton y Luke son más que los medios por los que circular en el hilo conductor del juego, sino que ellos mismos son un enigma más.
Porque al fin y al cabo, se trata tanto de la historia que se nos narra como de nuestra misión a realizar, que no es otra que resolver y resolver acertijos. Habiendo hablado largo y tendido de la primera y segunda parte y sus diferencias cuando a puzles nos referimos, esta tercera entrega nos plantea más de 160 desafíos nuevos, con una dosis mucho menor de acertijos populares que en La Villa Misteriosa, y similar a La Caja de Pandora en cuanto a misterios situacionales. En esta ocasión, priman los puzles en los que influye la perspectiva y la situación espacial, así como retos de observación, en los que la respuesta más obvia puede llegar a ser inalcanzable si malinterpretamos una palabra del enunciado, o si no nos percatamos de que podemos rotar o invertir las piezas de un rompecabezas.
Nuestras armas serán nuestra capacidad lectora y cierta agudeza mental, pero sobre todo, un renovado bloc de notas integrado en cada puzle, que se superpone a la imagen a resolver permitiéndonos escribir sobre ella, en distintos grosores y colores para tomar todas las notas necesarias. Esto pretende suplir la falta de información en determinados puzles, aunque, una vez llegados a la desesperación, siempre podremos gastar unas cuantas monedas en pistas, siendo la primera de cuatro prácticamente inservible, y la última la solución al puzle ligeramente encubierta.
Tanto la ambientación de una Londres clásica pseudo-industrializada como la música que acompaña en todo momento forman un conjunto con un estilo único, tan disfrutable por mayores como por no tan adultos. La trama, narrada tanto mediante diálogos escritos como por secuencias de altísima calidad, íntegramente dobladas al castellano, es uno de los puntos fuertes del juego, dándonos un respiro entre puzle y puzle.
Da gusto ver cómo una saga de la que existen ya tres entregas (cuatro en Japón) para la misma plataforma, no da la sensación de haberse desvirtuado, cuando fácilmente podría haber dejado de lado los juegos de ingenio para pasarse a minijuegos de habilidad y haber perdido toda su esencia. Queremos más Layton, y ya hemos visto el futuro en el que sabemos que, una vez más, no nos decepcionará.
NOTA FINAL: 9
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