Analisis Cities XL Platinum ,PC

Hay dos pilares fundamentales para el jugador de simuladores de gestión de ciudades: el grado de libertad del diseño y el del reto en la gestión de las ciudades creadas. Sim City se sitúa en un punto intermedio de ambos factores, la serie Anno da más protagonismo a los retos de gestión sacrificando opciones de diseño y Cities XL, hasta ahora, es el juego que más flexibilidad ofrece en cuanto al diseño de las ciudades.

Y todo a pesar de que la serie Cities XL apenas ha innovado desde su Cities XL 2011, que extirpó el modo online de pago tras las críticas de los usuarios. Desde entonces asistimos a la salida de un nuevo título por año, que soluciona los problemas del anterior y aporta más bien pocas novedades tanto al género como a su propia serie. En Cities XL Platinum ocurre lo mismo: la novedad más reseñable es la inclusión de 50 nuevos edificios.

A pesar de la falta de innovación, continúa presentando tal variedad de herramientas para el diseño de nuestras urbes que la experiencia de construcción resulta ser satisfactoria, en detrimento de la gestión, que se sigue manteniendo a un nivel poco profundo en comparación con otros juegos de estrategia urbana. La posibilidad de crear ciudades de planta radial, curvada, lineal, rectangular o irregular ha sido uno de los puntos claves para que el jugador sintiera total libertad en el trazado del diseño.

Las carreteras, caminos y avenidas, que dan lugar al esqueleto de nuestra polis, vienen clasificadas sencillamente por la cantidad de coches que pueden circular por minuto, lo que simplifica la elección de la vía más adecuada en cada situación, pero presentan un problema a la hora de modificar el trazado. Cuando nuestra ciudad ha crecido un poco las carreteras no pueden soportar el flujo de tráfico, la solución no será tan sencilla como debería ser: eliminar la carretera y trazar una nueva en el mismo espacio a veces no es posible, porque las vías que confluyen con ésta no reconocerán la nueva carretera, obligando al frustrado jugador a editar casi todo el trazado de la zona afectada.

El juego cuenta con opciones de transporte, que intentará solucionar uno de los mayores dolores de cabeza del juego: el tráfico, que colapsa irremediablemente desde las primeras etapas de la partida. Las redes de autobús y metro se presentan como herramientas más sencillas de implantar que en otros títulos, y en el caso del metro podremos trazar líneas subterráneas o en la superficie, contribuyendo al diseño. Herramientas de transporte, en las que se echa de menos más variedad como tranvías o trenes de largo recorrido, pero las que hay, aparecen bien integradas ya que cada clase social preferirá un tipo de transporte, aportando algo más de dificultad al conjunto.

Estas clases sociales: trabajadores no cualificados, cualificados, ejecutivos y élites, son la base sobre la que se asienta la gestión. Las distintas necesidades y demandas de las diferentes clases sociales se antojan demasiado básicas y relativamente sencillas de cubrir, en comparación con las que presentan títulos como Anno. La demanda de ocio se cubre construyendo un edificio que abarque la zona afectada, pero no se nos permite trastear con el número de trabajadores o la calidad del servicio como sí que ocurre en otros títulos. Esta falta de profundidad en el plano de la gestión podría llegar a aburrir en partidas avanzadas, donde todo está ya construido y los retos no terminan de ser atractivos. Por ello Cities XL Platinum es un juego que disfrutará más un usuario que valore las opciones de diseño por encima de las de gestión.

Pero en cuanto al diseño Cities XL Platinum continua saliendo reforzado. Al hecho de poder construir ciudades de planta variada se añaden 50 nuevas estructuras a los realistas diseños que ya poseía, además de mantener aquellos especiales que nos permitían personalizar las ciudades con construcciones asiáticas, medievales, americanas, de costa y de montaña. Sigue siendo divertido construir gigantescas y detalladas urbes especializadas en turismo con hoteles, en agricultura, en industria y en negocios, para luego facilitar intercambios comerciales entre ellas.

El comercio se mantiene al mismo nivel superficial que en el anterior título, posiblemente producto de la extirpación del modo online de pago, quedando relegado a un segundo plano cuando su uso es prácticamente obligado para el desarrollo de nuestras ciudades. No obstante su menú es sencillo e intuitivo, mucho más que los enrevesados menús de comercio de juegos similares.

En general las pestañas de información y los menús de herramientas de construcción, que tampoco han sido modificadas, continúan siendo un acierto por su sencillez, fácil acceso y porque se pueden cerrar para despejar la pantalla, no ocurriendo lo mismo con las notificaciones de logros que resultan molestas e interrumpen el juego. Así mismo ocurre con la banda sonora que, un tanto estridente y fuera de contexto, preferimos silenciar durante la partida. Los apartados sonoro y gráfico no han sido significativamente mejorados, no se aprecian cambios derivados del motor gráfico y, aunque las ciudades siguen ofreciendo detalles realistas, los habitantes también siguen siendo caricaturescos y extraños. Algo que también se da en los personajes que nos acompañan en el tutorial, que por otro lado resulta ser uno de los más completos, eficaces y asequibles del género.

A pesar de sus defectos y falta de innovación, Cities XL Platinum es un juego bastante completo para el amante de la estrategia, más puntualmente para el jugador que valore la libertad de diseño por encima de la gestión. También para un usuario no familiarizado con el género que tenga curiosidad por introducirse en el universo de la gestión, por sus sencillos tutoriales, lo atractivo de los detalles, y la flexibilidad que ofrecen sus herramientas de diseño de ciudades, pero que busque un producto asequible. Para el jugador veterano de Cities XL 2011 y 2012, se ha puesto a la venta el Platinum al 85% de su precio en Steam, quizá conscientes de su falta de innovación, en este caso la relación calidad-precio estaría más justificada.