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Analisis Animal Crossing New Horizons ,SWITCH

Tu vida de pronto vuelve a ser ideal
Viernes 03 de Abril de 2020 por Rebeca Escribano

El confinamiento y la distancia social nos han hecho empezar a añorar cosas. Cosas como las conversaciones insustanciales con los vecinos, el salir a dar un paseo por el campo o incluso simplemente sentarse en un banco para mirar el cielo estrellado. Pequeños placeres que mucha gente no valora hasta haberlos perdido y que otros marginados sociales como yo acaban disfrutando de la misma forma que uno degusta un té caliente después de haber llorado. 

 

Sí, esta es mi extraña forma de empezar a hablaros de Animal Crossing: New Horizons. Pero, habiendo tantas reseñas y tantos análisis por ahí sueltos en Internet, ¿por qué limitarme a hacer un análisis meramente objetivo? Si estás leyendo esto, querido visitante de Mundogamers, es porque de alguna forma entiendes, valoras o comprendes que para mí los videojuegos son algo más que puro entretenimiento. Y justamente hemos venido a hablar de una de las franquicias que más relevancia han tenido en mi vida. 

 

Bienvenido a mi isla. 

 


 

La posibilidad de una isla y la reconfortante presencia de tus nuevos vecinos 

 

Hace muchos años, en la universidad, tuve que leer La posibilidad de una isla de Michael Houllebec: un libro que era capaz de reducir el hecho de ser un auténtico inadaptado social a una metáfora tan oportuna como “ser una isla”. Esto es, un pedazo de tierra aislado del resto que acaba desarrollando un lenguaje, unas costumbres y unas manías propias que nadie más tiene.  

 

Y bueno, la interacción social siempre me ha parecido un arte complejo y difícil de dominar. Por lo general mi carácter suele ser demasiado impetuoso o demasiado fuerte y tengo tendencia a que se me considere arrogante o intensa de más. Al final, la gente a la que nos cuesta comunicarnos correctamente como yo, acabamos desarrollando una semilla de soledad y de miedo por estropear las relaciones cordiales que tenemos en el momento que tiene mucho sentido a la hora de hablar de Animal Crossing. 

 

Porque así es como nació. 

 


 

Cuando Katsuya Eguchi se unió a Nintendo en 1986 descubrió que se sentía solo, atrapado en una ciudad completamente nueva en la cual no sabía cómo relacionarse con el resto y fundar nuevas amistades. Desesperado por la soledad, decidió presentar el proyecto de Animal Crossing: un juego cuya premisa simplemente estribaba en el hecho de pasar algo de tiempo de tu día a día en un pueblecito rodeado de fantásticos vecinos y dejando la vida pasar.  

 

El juego fue realmente exhaustivo a la hora de frenar a los jugadores en sus constantes runs por obtenerlo todo, premiando el hecho de que te conectes a diario y te relaciones con los vecinos y creando un guion realmente significativo en el que estos hablan y se comunican contigo de la misma forma que lo haría gente real cargada de amabilidad. 

 

El hecho de saber que siempre los encontraría ahí, que su amistad crecería con el tiempo, que empezarían a conocerse y a comprender qué es lo que más te gusta y que podrías pasar ciertas festividades a su lado, fue un auténtico bálsamo para tratar el dolor que la soledad provocaba en Eguchi. 

 

Años después Animal Crossing: New Horizons vuelve en un momento en el que la mayor parte de la humanidad está necesitada de consuelo, de contacto humano y, por qué no, de alivio para su soledad. Su récord en ventas es característico de lo muy necesarios que son los juegos pacíficos como este en un mundo dominado por los shooters de acción y los argumentos complejos. 

 

Pero ¿de qué va Animal Crossing: New Horizons? 

 

Animal Crossing: New Horizons te pone en la piel de una aldeana / aldeano, que decide aferrarse al plan de reubicación en una isla desierta de una compañía llamada Nook Inc. Tras una pequeña introducción en la que tendremos que señalar nuestro género y personalizar a nuestro personaje brevemente, llegaremos al que será nuestro paisaje durante el resto de los días de nuestra vida. 

 

En la isla desierta solo vives tú y otros dos vecinos que aparecerán de forma aleatoria. El juego escoge para ello a un animalito femenino y a otro masculino que suele estar obsesionado con el deporte (aunque algunos de ellos son más de hablar sobre cómo hacer sentadillas que de hacerlas). Estos vecinos serán tu primer pilar social en la isla que acabas de ocupar y serán tus mejores amigos durante los primeros meses que pases en la isla.  

 


 

Porque aparte de ellos y una tienda comunal donde se ha instalado el dueño de la compañía al que le has pagado por mudarte y sus asociados (Tendo y Nendo, dos mapachitos de las anteriores franquicias que te venderán objetos), no habrá ni una sola alma nueva en la isla con la que hablar. Y eso está genial. 

 

Animal Crossing New Horizons no quiere que te agobies. Para ello imprime el ritmo perfecto a la aparición de novedades en el juego tales como vecinos, posibilidades de crafteo y expansiones, obligándote a desconectar y a esperar a veces varios días para poder completar una misión realmente sencilla. 

 

A partir de ese momento tu único objetivo en la isla será vivir… y pagar la deuda que has contraído mudándote a la isla desierta, para la cual no tienes ningún tipo de deadline, prisa o presión.

 

Animal Crossing: New Horizons rescata lo mejor de todos los Animal Crossing y lo mejora mil veces

 

El juego mantiene el mismo sistema para obtener bayas (la moneda con la que compras objetos) que las ediciones anteriores. De esta forma te animan a sacudir árboles, golpear rocas con las herramientas, pescar todos los peces posibles y capturar insectos que luego venderles a Tendo y Nendo para aumentar tus arcas económicas.  

Pero al mismo tiempo introducen dos nuevas mejoras que le han venido espectacularmente bien al juego: el crafteo y las millas Nook.  

 


 

Ahora al golpear rocas y sacudir árboles tendrás la posibilidad de conseguir materiales como palos, rocas, arcilla, hierro y madera de tres tipos diferentes que te permitirán fabricar tus primeras herramientas endebles como la caña, un hacha, una red con la que atrapar bichos o un tirachinas. Siguiendo la estela de otros juegos de Nintendo donde te inducen a un continuo crafteo a través de la creación de una obsolescencia programada sobre tus herramientas (como ocurre con las espadas en Zelda Breath of the Wild), en Animal Crossing: New Horizons tendrás que rehacerte tus herramientas cada poco tiempo en bancos de bricolaje. 

 

Evidentemente si en ediciones anteriores lo más deseado era siempre un ítem o un objeto con el que decorar tu casa, ahora los planos con los que construir cosas nuevas serán sin duda alguna un motivo para estar contento y ocuparte durante horas preparando ítems geniales. 

 

Animal Crossing: New Horizons ha intentado por todos los medios evitar esa percepción que tenían algunos jugadores en ediciones anteriores de que se quedaban sin cosas para hacer en la isla. Precisamente por eso ha introducido continuamente tareas aleatorias que puedes hacer, así como el sistema de las millas Nook. 

 


 

Ahora nuestro personaje tendrá en su poder un pequeño smartphone que simplifica enormemente lo que habría sido de otra forma una serie de menús insufrible. Desde el mismo podemos mandarle mensajes a nuestros amigos, comprobar nuestra enciclopedia de peces e insectos capturados, trabajar en nuestros diseños y, sobre todo, acceder a nuestro diario de millas nook.  

 

Las millas Nook es un tipo de moneda alternativa que tendremos en el juego y que se acumulan simplemente realizando acciones cotidianas en las islas. El catálogo donde podremos ver las millas obtenidas se parece enormemente a un álbum de pegatinas donde estampar nuestro cuño de la victoria, de manera que se refuerza continuamente ese sentimiento de victoria y realización personal que destila por cada píxel el juego cada vez que logramos cualquier pequeña hazaña. Estos objetivos son tan comunes y banales (recoger manzanas o pescar peces) como extrañas y misteriosas (realizarle favores a gente de la isla o simplemente ser amable). De hecho, el catálogo te deja huecos vacíos para animarte a que explores las diferentes posibilidades que ofrece el juego e intentes desbloquear nuevos objetivos. 

 


 

Al mismo tiempo, las millas Nook te ofrecen recompensas dobles, triples o quíntuples por cumplir con las tareas diarias. Estas no solo tienen el aliciente de ayudarte a obtener millas Nook, sino que además le da al jugador objetivos claros que cumplir a lo largo de su estancia en la isla.  

 

De cualquier forma, Animal Crossing: New Horizons no decepciona a la hora de ofrecerte continuas novedades. Es posible que a tu isla llegue el capitán de un barco que ha naufragado y necesite tu ayuda para comunicarse con su tripulación, o incluso que asustes a un fantasma en mitad de la noche y hagas que se desperdigue su esencia.  

 

La isla está viva. A cualquier hora, en cualquier momento del día tienes novedades y cosas maravillosas que puedes hacer. Los vecinos y la fauna reacciona al tiempo atmosférico, lo cual te otorga maravillosas oportunidades para pescar o cazar especímenes raros cuando está lloviendo. Ellos mismos se cambian de ropa en función del día, salen a pasear, realizan actividades varias, se relacionan entre ellos, se ponen enfermos, tienen berrinches y siempre están pendientes de ti cuando te acercas a saludarles. Sus casas están decoradas en función de sus personalidades únicas.

 


 

Lo mejor de todo es que son tantas las variables de vecinos y visitantes posibles que su aparición acabará generándote más de una sorpresa agradable.  

 

La isla que tú mismo vas creando y decorando, se convertirá en un refugio en el que escapar de la presión del día a día. De esta forma, te anima a sentarte en un banco cualquiera que hayas fabricado, quizás en la compañía de algún vecino, para ver las estrellas fugaces en mitad de la noche y pedir un deseo. 

 

El modo social 

 

De la misma forma que Animal Crossing: New Horizons te invita a explorar las posibilidades que te ofrece la isla y que van desde la recolección al crafteo y las búsqueda de modelitos con los que arreglarte, esta vez Nintendo ha decidido poner toda la carne en el asador con el modo social. 

 

De esta manera, cada isla recibe un tipo de fruta autóctona que se vende realmente barata dentro de tus fronteras. Sin embargo, desde el aeródromo de la isla puedes visitar a todos tus amigos que estén conectados a Animal Crossing (y que hayan pagado Nintendo Switch Online) o bien visitar a cualquiera a través de un dua code. De esta forma, tienes grandes probabilidades de conseguir vender tu fruta a un precio desorbitado en otras islas, así como recolectar flora y fauna foránea para plantar luego en tu hogar. 

 

Los amigos que visitan tu isla pueden realizar muy pocas acciones (recolectar ítems, venderlos y comprar). Pero tus mejores amigos sí que podrán ayudarte con tareas de más calibre y además contarán con la posibilidad de mandarte mensajes en cualquier momento y a cualquier hora desde la aplicación del juego o la aplicación de móvil de Nintendo (la cual es toda una ayuda a la hora de redactar cualquier tipo de texto). 

 


 

Sin embargo, el modo visita está enormemente limitado: mientras tengas a otro jugador en tu isla no podrás ni donar objetos a los museos ni craftear prácticamente nada. Cuando organizas una tarde de pesca con un compañero en tu playa paradisíaca y se te rompe la caña o te quedas sin cebo, es todo un fastidio pedirle que se marche solo para hacerte una nueva. 



Conclusiones emocionales sobre Animal Crossing: New Horizons  

 

Seguro que ya os habéis imaginado que mi valoración sobre Animal Crossing New Horizons es más que positiva. Han conseguido replicar la esencia de la saga tanto a la hora de introducir de forma escalada personajes emblemáticos (como Canela, Totakeke o Pili) sino que también está lleno de pequeños homenajes en forma de tareas, vecinos recurrentes de otras ediciones o incluso a través de los hierbajos que aparecen de forma suelta por la isla y que podremos arrancar y vender.  

 

Al mismo tiempo, las mejoras y el sistema social que presenta, aunque imperfecto, son un gran avance para generar continuamente la sensación de logro y victoria que irradia Animal Crossing New Horizons en cada pequeña tarea que realizas. Su positividad y optimismo sumado a sus chistes escondidos (no hay nada mejor que darle a Sócrates una mariposa para echarse unas buenas risas) hacen que la experiencia diaria de jugar a Animal Crossing sea de lo más enriquecedor que he vivido en este 2020. 

 

¿Quién lo diría? ¿Por fin un juego pacifista se va a colar entre los mejores del año? 

9.5

/ 10


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