Analisis Ultra Street Fighter IV ,X360

Ultra Street Fighter IV encantará a los que desde el lanzamiento del original han seguido jugando, a los que se engancharon en Super o Arcade Edition o a los que han llegado tarde al fenómeno y se han lanzado, stick en ristre, a entender cómo una franquicia pudo resucitar de sus cenizas y convertirse en uno de los éxitos más grandes de la presente generación. Gustará también al Juan Lanas que lleva desde el lanzamiento de Street Fighter IV aventurando que se compraría el juego cuando Capcom lanzase el ‘Street Fighter IV Ultra Plus Turbo Edition MegaForce’. Bien, ante ustedes Street Fighter IV Ultra Plus Turbo Edition MegaForce. ¿Ha valido la pena la espera? Sí. ¿Cumple lo que se esperaba? Por supuesto. ¿Se ha desaprovechado una oportunidad estupenda para legar la cuarta entrega del fighting japonés a las generaciones que vendrán en los próximos años? Creo que sí.

Ha sido mi speech recurrente desde que sabemos de la existencia de Ultra IV, pero la comparación es odiosa con Alpha 3 o Third Strike, dos de los capítulos finales de dos de las sagas más importantes de la historia de Street Fighter. Ambos juegos, más allá de las mecánicas, que luego entraremos, aportaron al legado un título que incluso a día de hoy siguen resultando ejemplares. Se realizó para ambos un concienzudo trabajo de rediseño, se añadieron nuevas músicas, nuevas ilustraciones y se presentó como algo nuevo que no lo era en absoluto. El presente capítulo tiene los mismos elementos estéticos de Super Street Fighter IV, con ese roster de selección horripilante y esas ilustraciones que te maravillaron en 2009. Es una lástima que el tipo que quiera echar algo en cara a Capcom se escude en la apariencia del mismo, y que desde Osaka, encima, permita a esos vociferadores del desastre el argumentar sus tonterías.

Y hablo de tonterías, ya que es de tonto de remate pensar que no hay evolución desde el primer Street Fighter IV (o el último Arcade Edition 2012) a lo que se está jugando en Ultra IV. Se espera de él, y es pronto para asegurarlo, un nivelado de personajes potable, una serie de añadidos que mejoren lo vivido en la entrega anterior a nivel competitivo y encima se han sumado nuevas caras que, más allá de ser las mismas de Street Fighter X Tekken y un clon, agregan nuevas posibilidades a una plantilla que lejos de estar limitada está superpoblada. Tanto, que se avecinaba un desastre cuando a algún genio japonés se le ocurrió lo del W Ultra, esa bomba de relojería que parecía que iba a estallar en la cara de los jugadores que han atesorado cada nuevo elemento desde el retorno de la franquicia. Al final parece que no será así, y eso nos congratula enormemente.

Decapre es de lo más feo que ha parido la serie desde su nacimiento, pero atesora una mecánica estupenda que os aseguro que será muy jugada por todos los usuarios. El resto de incorporaciones ha encajado a la perfección con la tesitura del juego, y quedará por ver si entre ellos se esconde alguna sorpresa desagradable en los próximos meses en forma de desnivel. Que Capcom se lance a crear campeonatos y promoverlos con el lanzamiento del presente episodio solo augura una cosa: el fenómeno está lejos de morir y quedar a la deriva como ocurriese a principios de la pasada década. Aquí hay un interés (comercial, no importa) por parte de los padres para que el nene no vuelva a pasar por la UVI, y eso debería alegrarnos a todos los que nos hemos partido la cara durante centenares de horas con el presente juego.

Luego podrás escuchar las tonterías de siempre, consentir las estupideces de los que hablan mucho y juegan poco, pero el que se lo ha pasado bomba eres tú, el tipo que en unos días está descargando la actualización por 15 euros y rentabilizando, de nuevo, un software que ha sido incombustible desde su regreso. Y eso, guste o no, nos lo ha dado Capcom. Ultra Street Fighter IV es y debe ser el punto y final en el viaje, y toca que Ono y compañía se pongan a trabajar en nuevas ideas que acerquen el más importante videojuego de lucha de la historia a nuevas miras en una generación que se avecina también emocionante. Con Ryu y Ken en ella lo será más todavía. Igual que la ya vamos dejando atrás.